Hotel Convento do Desagravo en Portugal

La Semana Santa se ha convertido en unas fechas propicias para el viaje, aunque en esta ocasión preferimos hacerlo en los días previos a las propias fiestas. El destin elegido sería Portugal, más en concreto la zona centro del país y para ello nos hospedamos en el Hotel Convento do Desagravo cerca de Oliveira de Hospital. 

Fachada del Hotel Convento do Desagravo

Como su nombre indica, el hotel era un antiguo convento con capilla y todo así que el primer día nos dimos una vuelta a fondo por el edificio para admirar todos los restos que quedan del convento que se construyó por orden del Obispo Conde D. Francisco de Lemos de Faria Pereira a finales del siglo XVIII.

 

  

  

Las habitaciones están ubicadas en el piso primero donde se encuentra el claustro superior. Habíamos reservado tan solo dos habitaciones dobles en esta ocasión pues solo éramos cuatro viajeros. Las mismas muy amplias tanto la estancia como el cuarto de baño con calefacción o aire acondicionado, TV y frigorífico. 

  

           

Lo más destacable de las habitaciones fue la tranquilidad y el silencio nocturno, que es de agradecer después de todo un día sin parar. Además llegamos a poner la calefacción un rato para dormir ya que nos hizo frío y era también bastante silenciosa así como el aire acondicionado.

Nos dejaban todos los días una o dos botellas de agua y también había amenities en el cuarto de baño. 

  

Como zonas comunes, el hotel dispone de piscina al aire libre (no abierta lógicamente durante nuestra estancia), pista de tenis, solarium, comedor (donde también se podía cenar avisando por unos 20 euros por persona), cafetería y bar. 

Piscina Hotel Convento do Desagravo

  

  

También había dos salas con billar, futbolín y mesa de ping-pong. Y a nuestra llegada nos invitaron a una copa de vino de Oporto. 

Copa de Oporto de bienvenida

    

Todo lo comentado hasta ahora sería más que suficiente como para considerar nuestra estancia de 10, pero por desgracia el punto débil del hotel fue su desayuno: escaso para ser un hotel de cuatro estrellas y el primer día sin nada de caliente. 

El salón era bastante amplio aunque éramos muy pocos clientes. 

Salón de desayuno del Hotel Convento do Desagrado

En la mesa central que podéis ver en la anterior foto se disponía prácticamente todo el desayuno, con diferentes bizcochos, bollería, tortitas, diversos tipos de quesos, algo de embutido (tan solo dos opciones), yogur, pasteles de nata (los típicos de Portugal), mermeladas para untar en tostadas (había un tostador en otra zona) y fruta variada. 

  

  

En un lateral se encontraban los zumos (de naranja y pera), la máquina de café y una tostadora. 

  

Por último, la zona de caliente en donde había huevos revueltos, bacon y champiñones (que por desgracia se enfríaban enseguida). 

Zona de caliente del desayuno

Como he comentado antes, el primer día (no sabemos por qué) no había nada de caliente en las bandejas. Si bien es evidente que puedes desayunar sin problema, la variedad era bastante escasa y simple para un hotel de sus características. Precio bastante correcto: las dos habitaciones cinco noches en torno a los 660 euros. Puntuación final: 8