Blog Los viajes de Dora SIGUIENDO LOS PASOS DE LA FAMILIA TRAPP EN SALZBURGO - DÍA 6 ~ LOS VIAJES DE DORA
Ir al contenido principal

SIGUIENDO LOS PASOS DE LA FAMILIA TRAPP EN SALZBURGO - DÍA 6


Nuestro viaje por tierras alemanas y austríacas estaba llegando a su fin pero afortunadamente aún nos quedaba un último lugar por visitar: el lago Konigsee o Lago del Rey situado en Alemania. A aproximadamente una hora de nuestro hotel en Salzburgo, es una de las visitas obligadas por la zona. 

De camino a Konigsee

Una vez que llegas a la localidad del mismo nombre, dejas el coche en el amplio aparcamiento que cuesta alrededor de unos 8 euros por día. Te diriges hasta la orilla del río por la calle Seestrasse donde no podrás evitar pararte ya que está llena de restaurantes, tiendas de souvenirs y hoteles. 

Aparcamiento de Konigsee

Seestrasse

Para recorrer el lago en barco, puedes comprar los billetes con antelación en este enlace.

Embarcadero de Konigsee

Desde el embarcadero del pueblo te montas en un barco para disfrutar de un paseo por el lago. Las paradas más importantes son las de la iglesia de St. Bartholomew en donde tendrás unos minutos para bajar y Salet (que es la última parada en donde podrás hacer senderismo hasta el lago Obersee). 

Konigsee

El trayecto en barco desde Konigsee hasta Salet es de una hora (ida). Hasta la iglesia de unos 35 minutos. Por el camino uno de los tripulantes te va contando en inglés lo que vas viendo y te hace una demostración de cómo el sonido de una trompeta retumba en las paredes de las montañas. 

Como llegamos pronto (como suele ser costumbre en @losviajesdedora),  primero hicimos la parada en la iglesia y posteriormente nos dirigimos a Salet. Las fotos no hacen justicia a la belleza del lugar. 

Recorrido por el lago Konigsee

Montañas rodeando el lago Konigsee

Lago Konigsee


Recorriendo el lago Konigsee

Iglesia de St. Bartholomew
 
La iglesia de St. Bartholomew es de peregrinación católica romana. Lleva el nombre del apóstol San Bartolomé, patrón de los granjeros y lecheros alpinos. (Wikipedia) Sin duda, lo más impresionante de la misma, es su reflejo en las cristalinas aguas del lago Konigsee. 

Iglesia de St. Bartholomew


Interior de la iglesia de St. Bartholomew


Volvimos a coger un barco para poder llegar al lago Obersee (el recorrido también se puede hacer andando por toda la orilla de Konigsee pero hay zonas complicadas y además tardas mucho). 

Catarata en el lago Konigsee

Llegando a la parada de Salet


Embarcadero de Salet


Obersee

Una vez que te bajas del barco, inicias una caminata por un sendero amplio, llano y de ninguna dificultad durante aproximadamente 20 minutos (o más si vas haciendo fotos) hasta llegar al lago Obersee.

Empezamos el recorrido hasta el lago Obersee

Panorámica lago Konigsee

Paisaje Konigsee- Obersee

Sendero hasta Obersee

Llegando a Obersee

El lago Obersee es sin duda uno de los más bonitos de Baviera. Está rodeado de bosques y se puede visitar rodeándolo a pie por un sendero hasta una cabaña donde en verano sirven comidas (aproximadamente una hora de trayecto). Asímismo, si eres aventurero, puedes llegar hasta la cascada de Rothbach que supondrá otros 45 minutos más de senderismo.

Lo que más nos llamó la atención del lago fue el color verde esmeralda de sus aguas y lo transparentes que era. Desde que fue declarado parque nacional, se prohibió la pesca y aunque hay visitantes, se nota que la afluencia de turistas está controlado y no se producen masificaciones. 

Lago Obersee

Posando en el lago

Reflejo en el lago Obersee

 


Como podéis ver en la penúltima foto al fondo hay una cabaña desde donde parte el sendero hasta la cascada. Por desgracia nosotros nos cansamos antes ya que se nos hacía tarde para comer (habíamos decidido hacerlo en Konigsee donde había más oferta) pero igualmente la visita mereció la pena. En mi caso me atreví a meter los pies en el lago pero el agua estaba muy fría. En la zona de la cabaña hay una pequeña playa de arena y cerca de la iglesia de St. Bartholomew también (allí sí que vimos a gente haciéndolo, qué valientes). 

De vuelta a Konigsee empezamos a buscar donde comer y al final nos alejamos un poco del centro y elegimos el restaurante Seehaus en donde nos tomamos unas Radlers y un exquisito plato de diferentes tipos de carne a la brasa para dos personas. Riquísimo y la atención estupenda. 

Restaurante Seehaus en Konigsee

Combinado de carne con patatas

Berchtesgaden

Seguimos nuestro periplo por Alemania de camino ya a Salzburgo haciendo parada en Berchtesgaden, una pequeña ciudad ubicado en medio de los Alpes bávaros que destaca por su arquitectura tradicional bávara con fachadas pintadas. 

No tuvimos mucha dificultad en encontrar aparcamiento y desde el mismo, y subimos por la calle Nonntal para llegar a la Plaza del Mercado (Marktplatz) con sus pintorescas casas con las fachadas a colores y pintadas. 

Casas de colores en el pueblo

Pinturas en las casas

De camino entramos en la iglesia de San Andreas. 

Fachada Iglesia de San Andreas

Interior Iglesia de San Andreas

Órgano iglesia de San Andreas

Tanto la plaza del Mercado como la plaza del palacio (Schlossplatz) están llenas de restaurantes, terrazas, tiendas y es el centro neurálgico de Berchtesgaden. 

Plaza del Palacio

Plaza del mercado


Fuente Plaza del Mercado


En la Plaza del Palacio se encuentra la iglesia de San Pedro y San Juan, con sus dos torres gemelas. 

Fachada Iglesia de San Pedro y San Juan

Interior de la iglesia

Órgano de la iglesia

Nos sentamos un rato en la plaza para tomar un helado porque el sol apretaba con ganas. Compramos algunos souvenirs en las tiendas y volvimos al coche para acabar en nuestro último destino del día. 

Casas típicas bávaras

Ambiente plaza del mercado

Pinturas en las casas



Iglesia de María Gern

A menos de 5 kilómetros de la localidad, en una curva bastante cerrada se encuentra la Iglesia de María Gern

Por el camino hicimos una breve parada para fotografiar el famoso Eagle's nest (el nido del águila), casa de retiro de Hitler. 

Nido del Águila

Exterior Maria Gern

Interior María Gern

Pero sin ninguna duda, quedarás maravillado por el paisaje y la iglesia de color blanco sobre el verde de los alrededores si valientemente te atreves a subir una pendiente bastante pronunciada por la carretera hasta un banco desde el que admirar una imagen que jamás olvidarás. 


Iglesia de María Gern

Ya era hora de volver al hotel, cena rápida y a preparar las maletas que nos tocaba volver a Múnich al día siguiente. 

Comentarios