Blog Los viajes de Dora SIGUIENDO LOS PASOS DE LA FAMILIA TRAPP EN SALZBURGO - DÍA 4 (Hallstatt) ~ LOS VIAJES DE DORA
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SIGUIENDO LOS PASOS DE LA FAMILIA TRAPP EN SALZBURGO - DÍA 4 (Hallstatt)

Y por fin nos tocaba en nuestro planning visitar Hallstatt, Patrimonio de la Humanidad y uno de nuestros sueños viajeros que por fin pudimos hacer realidad. 

Tocaba madrugar porque queríamos llegar con tranquilidad y poder aparcar sin problemas. 

Salimos del hotel de Salzburgo sobre las 6 y media de la mañana. Hay aproximadamente una hora y cuarto entre ambas localidades así que nuestra intención era llegar a Hallstatt antes de las 8 de la mañana. 

Por el camino hicimos una breve parada al lado de Wolfgangsee porque la vista de la montaña con las nubes nos maravilló. 

Wolfgangsee

Wolfgangsee

Para entrar en Hallstatt tienes que pasar por un túnel. Ahora ya no se puede aparcar allí todo el día, solo para bajar y hacer unas fotos. 

Túnel de acceso a Hallstatt

¿Dónde aparcar?

Aparcamientos en Hallstatt

Hay cuatro aparcamientos disuasorios en Hallstatt llamad P1, P2, P3 y P4. Los que están más céntricos son los dos primeros (nosotros aparcamos en el P2 porque tiene mayor capacidad). Si aparcas en el P3 ó P4 hay un autobús que te lleva de forma gratuita al centro de la localidad. El parking más cercano al centro es el 2 pero para poder aparcar allí hay que madrugar y llegar a Hallstatt antes de las 9 de la mañana porque lógicamente es el primero que se llena. El P1 es el utilizado por las personas que estén hospedadas allí. 

Wolfgangsee

Justo a la salida del túnel encontrarás esta señal que te indica el número de plazas que hay libres en cada aparcamiento. El precio depende del número de horas que dejes el coche desde una hora a 4,50 hasta 6 horas a 10,00 euros (máximo 18 euros al día). 

¿Qué ver en Hallstatt?

Simplemente pasear por el pueblo y disfrutar de los diferentes miradores es un verdadero placer para la vista. 

En este apartado os iré contando lo que fuimos visitando y los lugares más emblemáticos de Hallstatt. 

Nada más aparcar nos dirigimos a la Marktplatz lógicamente parando en todos aquellos lugares desde donde pudiéramos hacer las típicas fotos del pueblo y del lago. El primer punto fue la terminal del ferry.

Vistas desde el embarcadero

Vistas del lago desde el embarcadero



Desde aquí también tendrás unas vistas increíbles de los embarcaderos de pescadores, una de las imágenes típicas de Hallstatt. 

Embarcaderos

Típica estampa de Hallstatt

En cuanto empiezas a pasear por las calles de Hallstatt con sus casas de colores llenas de flores y su lago, no puedes evitar enamorarte de cada rincón de este mágico lugar. 

Casas típicas de Hallstatt

Casa típica de Hallstatt


Calles de Hallstatt

Y así llegamos a la Marktplatz, una pequeña plaza ubicada en el corazón de Hallstatt con una fuente de piedra y las casas típicas de colores llenas de flores. 




Marktplatz

Al lado de esta plaza se encuentra una iglesia evangélica luterana con su torre que forma ya parte de estampa de Hallstatt.

Iglesia luterana de Hallstatt

Interior iglesia luterana

Nuestro siguiente destino fue la iglesia católica Pfarrkirche, de estilo románico-gótico con un bello cementero y un estupendo mirador. 

Para llegar a esta iglesia hay que subir unas escaleras bastante empinadas que se encuentran en la calle Gosaumühlstrasse.



Desde el cementerio tienes otra de las típicas imágenes de Hallstatt con la torre de la iglesia luterana. 





Como aún era pronto, el famoso osario o HallstätterBeinhaus estaba cerrado. Así que nos acercamos al aparcamiento antes del túnel desde donde también tienes unas vistas preciosas de la Hallstatt. 






El osario abre de 10:00 a 18:00 y la entrada cuesta 2 euros (2023). Es un pequeño osario que cuenta con cerca de 1200 cráneos y otros huesos. Fue creado porque el cementerio se quedó pequeño y buscaron una alternativa que consistía en enterrar a los muertos durante diez años y después, se exhumaban, se limpiaban y se colocaban los huesos en el osario. Las calaveras se pintaban con los símbolos familiares y también aparece la fecha del enterramiento. 



Una vez ya abajo, de nuevo en la calle principal de Hallstatt, continuamos nuestro paseo haciendo algunas compras de souvenirs y probando un pretzel. 





Nos acercamos al último mirador de Hallstatt desde donde tienes el panorama del lago y de las casas así como de la torre de la iglesia luterana desde el otro punto de la localidad. Nos resultó curioso que en ese lugar, un cartel indicara a los turistas que tuvieran cuidado con los carteristas. 



Volvimos a recorrer todo el pueblo hasta llegar al último mirador localizado en una especie de plataforma llamada Hallstättersee. Por el camino compramos sal, uno de los souvenirs más típicos de Hallstatt (no les hizo mucho gracia en el aeropuerto jejejejejeje). 




Un nudo en la garganta y en el corazón al despedirnos de esta localidad Patrimonio de la Humanidad. Por fin habíamos hecho realidad uno de nuestros sueños viajeros.

Aparte de los lugares que os he comentado en este post, aún nos faltó tiempo para terminar de ver todo lo que Hallstatt ofrece al turista. De hecho, quisimos subir a las minas de sal (sobre todo porque desde allí también hay unas vistas maravillosas del pueblo) pero como habíamos reservado comida en un restaurante de camino a Mondsee, no nos dio tiempo a comprar las entradas y acceder en funicular al mirador. Tenéis toda la información sobre las minas y cómo acceder a ellas en este enlace.


Por desgracia tampoco tuvimos tiempo de acercarnos a la cascada Waldbachstrub pero sí pudimos hacer unas fotos de la misma cuando subíamos al osario. Así que ya tenemos alguna que otra excusa para volver a Hallstatt en alguno de nuestros viajes por Europa. 



Volvimos ya al coche y a la salida los aparcamientos se encontraban prácticamente llenos así que si no teníamos casi dudas, nos quedó muy claro que para ver Hallstatt con tranquilidad, hay que madrugar. El primer paseo por este bellísimo pueblo prácticamente solos será uno de esos recuerdos maravillosos que siempre llevaremos con nosotros. 


Espero que después de esta guía sobre Hallstatt, os animéis a hacer una parada de unas horas, igual sin saberlo, estáis también cumpliendo un sueño viajero. 

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