Restaurante Napoli dei Borboni en Alcorcón

Acontecimiento especial para ir de cena con los chicos y sus parejas: el mayor se ha graduado como economista así que iniciamos la búsqueda de un nuevo restaurante en la localidad en la que vivimos para luego poder pasarnos por aquí a dejaros nuestras impresiones y sobre todo poder disfrutar de los chicos ya que últimamente no quieren mucho con nosotros, jejejejeje. 

Y para ello y tras leer las opiniones en las redes sociales, elegimos el restaurante italiano Napoli dei Borboni situado en la calle Inspector Juan Antonio Bueno (algo alejado de casa pero al menos hay aparcamiento fácil por la zona).

Según indica su página web, nos encontramos con un restaurante fusión de cocina tradicional italiana y arte gourmet. Tal vez deberíamos haber leído esa frase antes de ir porque si bien el restaurante es elegante y muy chic, la comida nos decepcionó bastante. 

El personal muy atento, quizás demasiado atento, y es que no somos de esos comensales a los que les gusta que les interrumpan constantemente preguntando si todo estaba de nuestro gusto ni tampoco de aquellos a los que les apasiona cuando te explican al detalle los ingredientes de lo que estás comiendo, lo que queremos es calidad y una cantidad aceptable pero en este caso, esto último no se cumplió. Y tampoco la calidad o al menos en nuestra modesta opinión, las pizzas tampoco nos gustaron. 

El local tiene una pequeña terraza con unas pocas mesas y en su interior tampoco es muy grande, unas cuantas salas con unas pocas mesas en cada sala. Hay que reconocer que es tranquilo y silencioso y hay mucho espacio entre unas mesas y otras. 

Tienen un menú diario de lunes a viernes para comer al precio de 14,90 euros pero lógicamente nosotros al ser cena comimos de la carta. La misma la podéis descubrir en este enlace.

De entrantes pedimos el antipasto italiano con diferentes entremeses italianos (nos gustó más el del restaurante Totale del cual os dejaremos una entrada en breve). Y también pedimos el provolone (algo escaso).

De segundo, el homenajeado se arriesgó y pidió los escalopines al limón (muy fuertes y no pudo comérselos así que tuvimos que compartir). Pedimos varios tipos de pizza (Cuatro quesos, jamón (prosciutto), calzone napoli y Ortolona con champiñón y verdura). Si bien el tamaño de las pizzas y de la calzone eran adecuadas, a mí personalmente no me gustó la masa, me pareció mucho a pan. 

La presentación de los platos, como podéis ver en la foto, era muy chic pero como ya os he explicado anteriormente, nosotros vamos a comer a un restaurante, y dentro de unos mínimos que tenemos, no necesitamos que nos estén adulando constantemente, pero supongo que los camareros solo siguen órdenes del gerente. 

De postre pedimos helado y una panacotta (que no supo a nada y mira que suele pedir ese postre con frecuencia en los restaurantes italianos a los que vamos). 

En total 160 euros para 6 comensales, lo que da un precio medio de 27 euros por persona, un precio elevado para lo que comimos porque al fin y al cabo no deja de ser pizza y de no muy buena calidad, en nuestra opinión. 

Si te gustan los sitios pijos en los que pagas por el servicio y por el lugar, y no tanto por la comida, seguro que encontrarás en este restaurante italiano un lugar de reunión para tus acontecimientos especiales. En nuestro caso, no repetiremos.