Blog Los viajes de Dora Al fin cruzamos el charco para nuestro viaje mágico a Orlando - Día 1 ~ LOS VIAJES DE DORA
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Al fin cruzamos el charco para nuestro viaje mágico a Orlando - Día 1

Suena el despertador a las 5 y media de la mañana. Tenemos el vuelo hasta Miami con American Airlines a las 11:15 pero hay que llegar como mínimo con tres horas de adelanto al aeropuerto. Salimos desde la T4 en donde llegamos y dejamos el coche en el Parking de Larga Estancia. La palabra que definiría los últimos momentos en el aeropuerto es "nervios, nervios, nervios". Teníamos tres horas y media de conexión en Miami para el vuelo a Orlando pero ante nuestra primera vez temíamos cualquier cosa: que se perdieran las maletas, que no salieran, que no supiéramos dónde dejarlas, que algo ocurriera en inmigración, que se nos perdiera alguno de los papeles que llevábamos (ESTAS, pasaportes, certificados de vacunación con la booster, etc...) pero al final tal y como os vamos a contar, salvo algún pequeño susto, conseguimos llegar a nuestro destino: Orlando. 




Embarcamos. Por delante cerca de 9 horas que afortunadamente se redujeron ligeramente gracias al viento de cola. En mi modesta opinión, poco espacio entre las filas y entre los asientos, prácticamente vas embutido, y por desgracia, posiblemente debido a los nervios no pude dormir y eso que te dan una manta y una almohada. Eso sí, me enganché a una serie The Morning Show gracias al entretenimiento del avión. 









De comida nos sirvieron pasta con tomate (bastante aceptable) con una ensalada, pan y unos crackers. También un bollo de postre. No nos disgustó la comida del vuelo de ida. 







Después de snack, nos sirvieron un helado de vainilla y de cena unas pizzas enrolladas tipo calzone, que tampoco nos disgustaron. 




El vuelo se nos hizo algo largo sobre todo a los mayores porque los chicos fueron durmiendo bastante rato. Aterrizamos sin problemas en Miami y nos dirigimos al baggage claim pero antes inmigración. Uf, qué nervios. Todo iba como la seda, a excepción de la hora larga que había de cola, cuando a mi marido le retienen el pasaporte y le dicen que vayamos todos a una salita, que no nos preocupáramos que era simple rutina, ya, ya, como para no ponerse histérico. La verdad es que supimos mantener la calma y en cuestión de 15 minutos ya nos dejaron pasar. No tuvimos ni que enseñar los ESTAS, tan solo el pasaporte, te cogen las huellas dactilares y punto. 

Al llegar a donde las maletas, afortunadamente no tuvimos que esperar mucho tiempo y un amable trabajador cubano nos indicó que había que dejarlas en otra cinta que ponía (Connecting flights), así lo hicimos y sin mayor problema. Ahora otra vez a pasar el control de seguridad (quitándonos hasta las zapatillas y todo) donde tampoco tuvimos muchos problemas salvo porque nos tragamos otra hora de cola, así que después de todo, nos alegramos de haber tenido esas tres horas y media que creíamos que se nos iban a hacer largas. 


Como veis en esta última foto, hay que coger un tren para ir a las distintas zonas del aeropuerto, al menos en la zona D que es la corresponde a American Airlines y a otras compañías. Lo utilizamos para ir de la puerta de desembarque a donde los equipajes y luego de nuevo a la nueva puerta de embarque para Orlando. 

Por fin aterrizamos en Orlando, la verdad es que no llegamos a tener conciencia de que para nosotros eran ya la 1 de la madrugada, creo que con los nervios ni teníamos sueño. Desembarcamos y vamos a por las maletas, cinta 24. Sin problema. Comprobamos que llevamos todos los documentos, ya ni nos acordamos las veces que hemos tenido que sacarlos y enseñarlos y encontramos enseguida a nuestro chófer que nos lleva al Hotel Universal Orlando. Ya sé que eran las 2 de la madrugada para nuestro cuerpo pero aún teníamos unos 30 minutos de viaje al hotel más luego el check-in y por último cenar algo para por fin poder irnos a dormir y dar por empezada nuestra aventura en Orlando. 



Primera impresión del  Hotel Universal Orlando , alto, muy alto y qué elegante y nuevo. La recepcionista habla español aunque de ello nos dimos cuenta cuando ya llevábamos un rato jajajajaja. Nos avisa de que para tratar todo lo relacionado con los parques tenemos que hablar con otro señor que se encuentra en el stand de Universal al lado de recepción, este nos comenta que ya no dan entradas físicas, que todo por la app, menos mal que ya nos habíamos familiarizado con ella en España, y que ahora hay dos tipos de vasos de refill, uno para los parques y otro para los hoteles así que desistimos de comprar el del hotel y lo dejamos para el día siguiente. 

Subimos a la habitación, todo correcto, nos pareció amplia, en la tercera planta (algo que por la noche no nos gustó mucho, hubiéramos preferido más arriba), los chicos están encantados de que todo se pueda manejar a través de una tablet. Pero antes de descansar, vamos a comer algo al food court. Nos decantamos por unas hamburguesas que estaban bastante buenas, también había pizzas, comida vegetariana o los famosos poke bowls o ensaladas, wraps, etc., de todo un poco.  






Aún creo que nos cuenta hacernos a la idea de que estamos en EEUU, que a pesar de todas las dudas, de todas las incertidumbres con el Covid, y de los nervios propios del viaje, por fin íbamos a empezar a hacer realidad un sueño viajero que teníamos desde hace mucho tiempo. A dormir chicos que llevamos cerca de 24 horas despiertos. Mañana nos espera nuestro primer día en los parques Universal. 



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