ÉVORA - PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD - DÍA 3

Nuestra mini escapada a Évora llegaba a su fin, así que después del desayuno, pusimos rumbo a Estremoz a más o menos media hora del hotel. 

Estremoz está dividida en dos zonas. La parte baja con la plaza del Rossio como centro neurálgico y la parte alta, medieval, en donde se encuentra el castillo. Esta zona es la más turística, rodeada por murallas. De esta zona como ya hemos comentado, destaca el castillo (palacio real) con sus torres, y la iglesia de Santa María. 

El castillo es un palacio fortificado donde destaca su torre homenaje de 27 metros, que recibe el nombre de las Tres Coroas porque fue construida en el periodo de tres reinados, los de Sancho II, Alfonso III y Dinis I. Hoy en día es una Posada pero se puede visitar la torre. 

Al lado del palacio se encuentra la iglesia de Santa María del siglo XIII. Tuvimos mucha suerte a la hora de visitarla por dentro, ya nos habíamos dado por vencidos porque a pesar de que tiene horario de visita, no estaba abierta y justo cuando nos íbamos, vino un grupo a ver su interior y la abrieron. 

Como todavía era pronto para volver a casa, de camino decidimos parar en Vila Viçosa, donde comimos bastante bien en un restaurante pequeño y nada turístico llamado Veneza. Riquísimo el bacalao a la bras y bien barato. Una vez que ya comimos, empezamos el recorrido por la ciudad aunque evidentemente no teníamos mucho tiempo para ello así que priorizamos. 

Nos fuimos dirigiendo al Palacio Ducal para ver si podíamos acceder a su interior. De camino, pasamos por la Plaza de la República que es el centro de la ciudad y une la parte baja con el castillo. En el centro de la plaza podemos ver la Iglesia de la Misericordia del siglo XVI que no estaba abierta. 

En un extremo de la plaza pudimos en este caso acceder al interior de la iglesia de Sao Joao Evangelista del siglo XVII. 

Y así llegamos al que sin duda es el monumento más importante de la ciudad: el Palacio Ducal mandado construir por Dom Jaime, el cuarto duque de Bragança. Es un palacio con una fachada de 110 metros de mármol único en Portugal. Los horarios de visita y precios los tenéis en este enlace. Es visita guiada y en portugués con una duración de una hora. Estuvimos pensando en hacerla o no pero al final nos decantamos por entrar. 

Frente a la fachada en la explanada hay una estatua ecuestre del octavo duque de la dinastía que fue coronado rey de Portugal en 1640, Joao IV. 

A pesar de la prohibición de hacer fotos en su interior durante la visita guiada, conseguimos sacar algunas de los diferentes aposentos que se visitan como por ejemplo la sala de los Duques, la biblioteca o la capilla del palacio. 

En la misma plaza justo enfrente se encuentra el Convento de los Agustinos del 1267. En su interior se encuentra el Panteón de los Duques de Bragança donde está enterrado el primer duque de Bragança. 

A la izquierda de la plaza se encuentra el Real Convento de las Chagas de Cristo que hoy en día alberga una posada en donde entramos para tomarnos un café mientras esperábamos a la apertura del palacio. 

Después de la visita al Palacio, nos acercamos al Castillo aunque en esta ocasión ya no teníamos tiempo para acceder a su interior donde se encuentra el Museo de Arqueología. Es de origen medieval y fue mandado construir por el rey D. Dinis en el siglo XIII. 

Preferimos dar un paseo por el barrio del castillo para llegar al Santuario de Nossa Sra. da Conceiçao del siglo XV en cuyo interior se encuentra la patrona de la ciudad, la virgen de la Concepción. 

Y de esta manera dimos por terminado nuestro viaje a la zona del Alentejo de Portugal con sede en Évora. Como siempre que nos acercamos a nuestro país vecino, descubrimos muchos lugares mágicos y únicos.