ALEJADOS DE LA PANDEMIA EN FUERTEVENTURA - DÍA 4

Nos despertamos un poco más tarde que de costumbre aunque tampoco habíamos trasnochado mucho. La mañana más o menos pasó igual que el día de Nochebuena, los chicos seguían enganchados al tiro con arco, así que yo pasé la mañana dando una vuelta por el resort, tomando el sol en la piscina y haciendo algo de ejercicio en el gimnasio. Después hora de comer. Siempre veíamos menos personas a la hora de comer que a la de cenar, y eso que nos habían dicho en recepción que todas las personas hospedadas en el hotel lo hacían en T.I, supongo que algunos aprovechan para salir por la isla y conocerla. También aprovechamos la mañana para conseguir unas raquetas de tenis, que no lo habíamos podido hacer el día anterior, para luego por la noche después de cenar jugar un rato al tenis y así aprovechar otra de las actividades que el resort ofrece. 

Comimos pronto porque queríamos aprovechar las horas de luz para poder acercarnos a las Dunas de Corralejo y desde el hotel teníamos más o menos una hora y media, que ya os he contado que la principal pega del hotel era su ubicación, en el extremo sur de la isla. Pero bueno, la verdad es que nos planificamos bien el tiempo y pasadas las 3 de la tarde, ya estábamos disfrutando de las preciosas dunas. Kilómetros y kilómetros de arena y de playas solitarias. La pena que por el viento había bandera roja, así que aunque en principio íbamos con la intención de meternos en el agua un poco, no pudimos, tan solo los pies y algo fresquita sí que estaba, jajajajaja, creo que no éramos conscientes de que ir en manga corta no quitaba el hecho de que estábamos en diciembre. No hay ningún problema en aparcar, a un lado de la carretera hay aparcamiento suficiente.

Nos gustó muchísimo la zona, podríamos haber estado más tiempo lanzándonos por las dunas como hacían algunas personas pero queríamos ir a por palomitas, así que continuamos nuestro camino.

 

El camino en coche hasta la llamada Playa de las Palomitas fue corto pero cuando llegamos al pueblo de Majanicho, la carretera desaparece y después tienes un kilómetro y medio hasta la Playa del Hierro de pista de tierra. Nuestro valiente conductor se aventuró y en poco tiempo llegamos a la famosa playa de las palomitas o Popcorn Beach llamada así por los rodolitos que se han ido acumulando en la playa y que forman un paisaje impresionante. La zona no es muy apta para bañarse pero sí para hacer surf o bien para descubrir lo sabia que es la naturaleza. 

Volvimos al hotel y de nuevo por el camino se nos fue haciendo de noche. Ducha y a cenar. Como era Navidad, otra vez pudimos disfrutar de una cena de gala como la de la noche anterior. Y esta vez después de cenar, a bajar los riquísimos postres con una partida de tenis. 

Después del partido de tenis, ya estábamos suficientemente cansados como para irnos a dormir. Al día siguiente, nuestro último día completo, sábado, no había actividades en el hotel así que nos lo tomaríamos con tranquilidad.