Blog Los viajes de Dora Marchando una de espetos - Día 7 ~ LOS VIAJES DE DORA
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Marchando una de espetos - Día 7

Para el día de hoy teníamos planificado una visita al Torcal de Antequera en Málaga. De los diferentes recorridos que te ofrece este paraje natural, elegimos la ruta amarilla de aproximadamente dos horas de duración, aunque nosotros entre hacer fotos y descansar (porque al final resultó que la ruta era más dura de lo que pensábamos) tardamos unas tres horas pero el esfuerzo mereció la pena. 

El Torcal es un Paraje Natural que se caracteriza por sus impresionantes paisajes kársticos, con rocas calizas formadas por pliegues, estratos y flancos abruptos que por efecto de la naturaleza nos recuerdan a distintos objetos o personas de la vida cotidiana como el vigilante, el púlpito o el camello. He de reconocer que a veces nos costó encontrar la figura que se indicaba en el mapa pero la verdad es que el recorrido es precioso y además tuvimos la fortuna de que no hacía demasiado calor así que disfrutamos de la práctica de senderismo al aire libre y en un entorno natural. 

Al llegar hay un aparcamiento bastante grande donde dejar el coche. En la recepción de visitantes te dan una serie de consejos y al elegir el recorrido, te facilitan un mapa para que no te pierdas, sin problema porque el camino está muy bien señalizado. 



En primer lugar nos acercamos al Mirador de las Ventanillas a tan solo 100 metros del aparcamiento y ya empezamos el recorrido de la senda amarilla. 





El recorrido de la ruta amarilla tiene una longitud de casi 3 kilómetros y es circular, y nos adentra en el Torcal Alto. Algunas de las formaciones rocosas que podrás ver son El Vigilante, el Arce de Montpellier, La Jarra, El Burladero, El Púlpito, el Camello y el Adelantado. Como ya os he dicho antes, y a pesar de que en el mapa viene muy bien concretado donde se encuentran las rocas con esos nombres, a veces resulta un poco difícil descubrirlas pero la verdad es que no nos importó, de hecho encontramos otras formaciones rocosas a las que íbamos dando diferentes nombres, así que se convirtió en un juego añadido a la excursión. 




















A pesar de que habíamos empezado el recorrido antes de las 11 de la mañana, se nos hizo tarde y terminamos en torno a las 2. Como el restaurante del complejo estaba cerrado por el covid tuvimos que buscar uno de camino con ayuda del google maps. Afortunadamente aunque ya era algo tarde, encontramos un restaurante en la localidad Casabermeja llamado El Tapiteo, donde pudimos saciar nuestro apetito que después de la caminata era ya importante. 





Lógicamente al volver a la casa, pasamos la tarde tranquilamente en la piscina dándonos un baño y tomando el sol hasta la hora de cenar y de descansar. 

El Torcal de Antequera era, al igual que el Caminito del Rey, uno de esos lugares que siempre teníamos en mente visitar y que por fin pudimos hacerlo en el año del COVID. Totalmente recomendable. De las rutas nosotros elegimos la intermedia, también tienes la ruta verde que es más corta y la ruta naranja que es más larga y más complicada, así que seguro que encontrarás una que se adapte a tus gustos y tiempo. Fue una experiencia inolvidable. 

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