Hotel Gandía Playa

Por fin después del fin del estado de alarma y ante que la situación vaya empeorándose, no quisimos perder la oportunidad de disfrutar de un fin de semana en la playa, eso sí, cumpliendo todas las normas de seguridad y siendo totalmente responsables. 

El hotel está situado a unos 250 metros de la playa en el Carrer de la Devesa, 17. Llegamos sin problemas pues se localiza fácilmente y con suerte, encontramos aparcamiento en la propia calle.  

Las medidas Covid-19 estaban presentes desde el primer momento en que accedías a las zonas comunes, aunque sí que es verdad que el último día que estuvimos un rato en la piscina, vimos que no se cumplía la distancia de seguridad. 

     

Gel hidroalcohólico, alfombrilla con zona de desinfección a la entrada, mascarillas para los clientes a un precio bajo, obligatoriedad de usar mascarilla en las zonas comunes y en el restaurante cuando ibas a coger algo del buffet (además de guantes) que estaban a la entrada del mismo. 

Respecto a la habitación, habíamos reservado una habitación cuádruple con una cama de matrimonio y dos individuales. El tamaño de la misma correcto y las camas bastante cómodas y amplias. El problema es que nos ubicaron en la primera planta y por la noche se oía el ruido de la animación. 

     

El restaurante seguía conservando el buffet aunque con estrictas medidas de seguridad, puesto que en mesa a la hora de comer te podías quitar la mascarilla lógicamente pero cada vez que te levantabas a por comida, te tenías que poner tanto mascarilla como guantes (que estaban a la entrada del comedor) y además tenías que esperar a que te ubicaran en una mesa con distancia de seguridad del resto. 

Afortunadamente, como íbamos a comer y a cenar a primera hora, no había mucha gente y pudimos estar tranquilos. 

Habíamos reservado Pensión Completa. Aunque en principio hubiéramos querido entrar el viernes con comida, nos dijeron que el restaurante estaba cerrado hasta la cena porque habrían el hotel justo ese mismo día, aunque nos ofrecieron la opción de comer en un hotel cercano de la misma cadena. Al final entramos con cena el viernes y salimos con comida el domingo. 

El desayuno estuvo correcto. Con algo de embutido, fruta, zumo, café o chocolate, distinto tipo de bollería y algo de caliente como bacon, tortilla, salchichas frankfurt o churros. 

     

Para la comida y cena, siempre tenían algo de arroz, en la comida fideuá o paella y en la cena, arroz tres delicias, algo de carne, pescado, verdura para prepararte una ensalada, o bien diferentes tipos de ensaladas, pasta, arroz blanco con tomate. Estaba correcto excepto la primera noche que la comida estaba fría, supongo que debido a que era el primer día que abrían el hotel. 

Respecto a las zonas comunes, había un salón amplio en la zona de recepción, luego un bar con algunas mesas y la piscina (que a mi parecer era pequeña para el hotel y con pocas hamacas) y una zona de terraza para tomar algo. 

Elegimos este hotel porque queríamos un destino cercano, conocido, con una amplia playa y porque era de los pocos que en esas fechas estaban ya abiertos, pero la impresión general es que es un hotel normal sin grandes pretensiones, económico para pasar unos días de playa pero en el que no repetiríamos.