Blog Los viajes de Dora Sidrería Camino en Alcorcón ~ LOS VIAJES DE DORA
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Sidrería Camino en Alcorcón

En nuestro periplo por Madrid a la búsqueda de restaurantes donde celebrar los cumpleaños, encontramos la sidrería Camino en Alcorcón, en la Avenida Viñagrande. 

Como siempre, buscábamos un restaurante con menú de fin de semana (para que el precio no se disparara) y donde el pequeño de la casa pudiera comer (ya sabemos que es bastante exigente para las comidas, jejejejeje).

Reservamos a las dos de la tarde y cuando llegamos, nos costó conseguir llegar a la zona de restaurante, normalmente la zona de bar está abarrotada pero afortunadamente habíamos pedido mesa en la zona de restaurante que es un poco más tranquila, ya que hay algunas mesas en la zona de bar donde hay mucho ruido y casi no te puedes ni mover. En donde nos sentaron, no estuvimos mal pero creo que tienen demasiadas mesas y la verdad es que no el restaurante no da sensación de tranquilidad. 




     


Personalmente, me gustó bastante la decoración del local con esas botellas sidras colgando del techo. 

El menú de fin de semana es de 26 euros y para mi gusto no tiene mucha variedad, tan solo tres primeros y tres segundos. El menú de niño es de 16 euros y consiste en un primero y dos segundos a elegir. 

     

De primero la mayoría pedimos la fabada asturiana y el resto de comensales se decantaron por los langostinos y la ensalada.




Se habría agradecido que nos hubieran dejado la perola con la fabada como hacen en muchos restaurantes y los langostinos, si bien estaban muy bien preparados e iban acompañados de arroz, eran tan solo tres aunque de buen tamaño.

De segundo, elegimos lubina, bacalao al horno, pierna de cordero y el chuletón. 





Los pescados correctos, la pierna de cordero no fue de mi agrado, algo dura, y el chuletón sin embargo sí que fue el mejor plato de la mesa. Además, nos lo trajeron como lo pedimos cada uno de los comensales. 

Para los peques, los huevos rotos (que más bien eran un revuelto) y el lomo. 



El menú de niños por cantidad nos pareció bastante correcto. 

De postre, nos decantamos por distintas tartas. Una pena que no tuvieran fruta.


Antes de empezar nos trajeron un aperitivo de paella, y al terminar un licor (esta vez con hielo) y de bebida aparte de vino de la casa, pedimos una sidra. 

     


En líneas generales, diría que me esperaba más del restaurante. El local muy pequeño y con las mesas muy juntas, llega a ser agobiante. Para los primeros nos atendieron rápidamente pero luego cuando empieza a llegar la gente, se nota falta de personal. Este sin embargo fue bastante amable cuando a tenor de que uno de los comensales es vegetariano, nos hicieron el favor de cambiar algo del menú para poder satisfacer sus necesidades. El precio del menú para mi gusto algo abultado teniendo en cuenta que solo ofrecen tres primeros y tres segundos (algo escaso para un menú). Suponemos que pidiendo por carta, la impresión mejore, pero desde luego no es el restaurante mejor de Alcorcón que hemos visitado. 

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