AN TÉ A BHÍÓNN SIÚLACH, BÍONN SCÉALACH - Día 5

Hoy tocaba madrugar y de verdad. A las 5 más o menos estamos de pie los mayores para tomar un desayuno continental en el lobby del hotel. Ya que abren el salón a las 7 y media y nosotros tenemos que estar a las 7 y cuarto de la mañana en el punto de encuentro en los cines Savoy, a escasos 5 minutos del hotel, nos ofrecen la opción de un desayuno ligero consistente en tostadas, queso y jamón york, café, mantequilla y mermelada y zumo en recepción. Los chicos prefieren quedarse durmiendo una media hora más. 

     

Antes de las 7 estamos ya esperando a nuestro autobús de la empresa Paddywagon que nos va a volver a llevar a Irlanda del Norte con el destino estrella de la Calzada del Gigante. Nos impacienta saber si al final vamos a ir en un autobús en español o no ya que cuando haces la reserva con Paddywagon te dicen claramente que tiene que haber un mínimo de 10 personas para que el tour se haga en español, que si no, vas en uno en inglés y un guía en español va contigo para poder explicarte lo que vas viendo. Puntualmente llega nuestro autobús y viene lleno de españoles con nuestro guía Jorge que se va a encargar de contarnos un montón de nuevas leyendas irlandesas. A pesar del madrugón, estamos tan emocionados que no conseguimos dormirnos y eso que tenemos unas 2 horas largas hasta el primer destino. 

Y ese primer destino sería Dark Hedges, pero antes una breve parada para tomar un café e ir al servicio. 

Dark Hedges es una avenida de hayas en el Condado de Antrim, ya en Irlanda del Norte y ha sido escenario de la serie Juego de Tronos como localización para la carretera del rey (The King's Road). Desde que apareció en la serie, se ha convertido como ocurre en todo el país en un reclamo turístico, lo cual, a mi parecer, le hace perder encanto. Nos contó el guía que una de las actrices de la serie, en concreto la que hacía de Lady Stark, nació cerca de este lugar y cuando HBO buscaba localizaciones en Irlanda del Norte para la serie, ella insinuó que Dark Hedges podría ser interesante para grabar allí. Ahora los vecinos de la zona no la tienen en mucho aprecio pues como he contado antes el camino se encuentra masificado y eso provoca por los coches que las hayas se estén deteriorando, de hecho, se piensa que en unos 20 años podrían llegar a desaparecer la gran mayoría, así que, ya sabéis, viaje a Irlanda del Norte para conocer este lugar. 

A pesar de la gente y de que en algunos puntos las hayas se han caído por tormentas u otra razones, el lugar es precioso, y para una fan de Juego de Tronos, un sueño hecho realidad. 

En una hora más o menos llegamos a nuestro siguiente destino, la Calzada del Gigante, el punto más al norte de la isla. Nos dejaron una hora y media para llegar hasta la calzada desde el centro de visitantes y volver. Además, el guía nos aconsejó que en vez de volver por el mismo camino, lo hiciéramos subiendo a los acantilados para desde allí tener unas vistas de toda la costa. 

Y vamos a contar otra leyenda. Al parecer había un gigante llamado Fin McCool que había tenido un enfrentamiento con otro gigante escocés del otro lado del mar llamado Benandonner. Fionn quiere acercarse a Escocia a derrotar al otro gigante y coge pedazos de costa y los lanza al mar creando la calzada; pero cuando llega a Escocia, ve que el otro gigante es más grande que él, así que vuelve a Irlanda. El gigante escocés le persigue pero cuando llega a Irlanda no lo encuentra. Solo ve su casa con su esposa, que muy sabia ella, había disfrazado a su marido como un bebé. El gigante escocés oye un ruido en la habitación del bebé y ella le contesta que es su hijo. Os podéis imaginar que el pobre gigante cuando vio lo grande que era el hijo, se imaginó que el padre sería muchísimo más grande, así que decidió volver a Escocia con tanta rapidez que a su paso fue hundiendo la calzada. 

¿Verdad o leyenda? A mí personalmente me gusta más esta versión que el hecho de que las rocas sean lava de más de 60 millones de años, jajajaja. De hecho en la costa escocesa también existen estas rocas de basalto. 

Sea cual se la realidad, el caso es que el paisaje impresiona y nunca olvidarás. De hecho, si volvemos a Irlanda, la Calzada sería siendo un destino imprescindible, eso sí, por nuestra cuenta, porque a pesar de que nos dieron hora y media, me habría quedado allí muchísimo más tiempo. 

Disfrutad de las fotos. Fue muy divertido intentar no caerte por las rocas y afortunadamente, no estaba lloviendo y además salió el sol porque ya nos comentaron que con lluvia, las rocas están resbaladizas. 

     

     

Los chicos decidieron subir al acantilado para volver al autobús, yo preferí no hacerlo. Contaros que hay un autobús que por una libra te lleva del centro de visitantes al principio de la Calzada pero a no ser que tengáis algún problema físico o no dispongáis de mucho tiempo, yo os aconsejó que disfrutéis del paseo. 

Aunque llevábamos unos sandwiches en la mochila por si acaso, nos llevaron a comer a un restaurante llamado The Giant's Barn, a escasos minutos de la calzada para comer auténtica comida irlandesa. Probamos de todo, el stew, el roastbeef, el pollo al curry y el steak con guinness pie. Todo riquísimo, incluso el peque que es un poco raro para comer dijo que la carne estaba buenísima. No me extraña con los pastos que hay por la toda la isla. 

El único inconveniente es que nos dieron tan solo media hora para comer y como al llegar había algo de cola, fueron al final solo quince minutos. Casi nos atragantamos, jajajaja. 

De nuevo al coche, siguiente destino el castillo de Dunluce, al que llegamos en tan solo un cuarto de hora. Una pena que en algunos tours no te lleven a Carrick-a-Rede que es un espectacular puente suspendido que une dos islas; ya tenemos otra excusa para volver a Irlanda. 

El Castillo de Dunluce también forma parte de las localizaciones de Juego de Tronos como el castillo de los Greyjoy pero hay que echarle mucha imaginación porque en realidad es bastante derruido. Fue construido en el siglo XII por Richard de Burgh. A pesar de su deterioro, su situación, al borde del mar en un acantilado, lo hace especial. 

Por último, nos quedaba por pasar un rato en Belfast, la capital de Irlanda del Norte, creo recordar que nos dieron una hora escasa que evidentemente no dio tiempo para nada, pero en realidad la razón principal por la que elegí este tour es por eso mismo, porque no íbamos a estar mucho tiempo en la ciudad pues prefería visitar el castillo y Dark Hedges. A mi parecer, creo que la hora en Belfast sobra, para quién quiera conocer la ciudad que vaya en otro de los tours en donde te dejan tres horas para ella sola y así puedes visitar todo lo relacionado con el Titanic. En nuestro caso, nos dio tiempo a ver el Ayuntamiento, impresionante edificio, su interior, y luego nos acercamos al Hotel Europa que es el hotel más bombardeado de la historia con 28 bombas y el pub The Crown. 

     

Frente al Ayuntamiento, pudimos ver una de las vidrieras relacionados con Juego de Tronos que han ubicado por todo Belfast. 

Desde Belfast ya vuelta a Dublín en un par de horas más o menos. Rápidamente nos fuimos a cenar una pizza al Supermac's y a dormir que llevábamos más de 16 horas despiertos.