Plazas de Roma (II)

Plaza di Trevi

Me imagino que no es necesario decir que el monumento más destacable en esta plaza es la famosa Fontana di Trevi. 
La Fontana di Trevi marcaba el lugar donde acababa el Acqua Virgo, un acueducto construido por Agripa en el año 19 a.C. El manantial del que se nutría se cree que fue descubierto por una virgen y de aquí su nombre. Se dice que la joven enseñó su descubrimiento a unos soldados romanos, una escena descrita, junto con la aprobación de Agripa de los planos del acueducto, en los bajorrelieves del segundo nivel de la fuente. Su gracia y viveza nacen de la postura de Océano, su figura central, y los dos gigantescos tritones con sus caballos, símbolos del mar quieto y encrespado respectivamente, que tiran de su carro. Otras estatuas representan la abundancia y las cuatro estacione, portando presentes. 
En 1453 se construyó una nueva fuente por orden del Papa Nicolás V, que la costó aplicando un impuesto sobre el vino. El nombre viene de los tres caminos que convergían en la plaza. La fuente actual fue encargada por el Papa Clemente XII en 1732 y se terminó en 1762. El diseño, inspirado en el Arco de Constantino, se atribuye a Nicola Salvi, con posibles contribuciones de Bernini, aunque el toque más audaz -combinar una fuente con una fachada palaciega- pudo ser obra de Pietro de Cortona. 

     

Para mi gusto, la inmensa gente, como podéis ver en la foto, que se agolpa en torno a la fuente le resta magia. Pero evidentemente, impresiona. Y no se te olvide arrojar una moneda para volver a Roma. 
Plaza Venecia
Esta plaza con mucho tráfico y donde empiezan y terminan un gran número de líneas de autobuses está situada a los pies de la colina capitolina. 
Sin duda el monumento que por su tamaño no pasa desapercibido es el Monumento a Vittorio Emanuele II, también llamado Vittoriano, levantado en honor al primer rey de Italia y que conmemora la unificación del país. Es conocido popularmente como la máquina de escribir o la tarta nupcial. Se trata del edificio moderno más grande del centro de Roma e intencionadamente rivaliza con la basílica de San Pedro en tamaño y visibilidad. Incorpora el Altare della Patria, la tumba del soldado desconocido y unos preciosos murales y esculturas art nouveau. También se puede subir en ascensor a lo más alto del edificio, nosotros no conseguimos hacerlo por falta de tiempo así que otra razón más para volver a Roma. 

     

Otros monumentos destacados de la plaza son el Palacio Venecia, la Basílica de San Marcos y la Iglesia de Santa María de Loreto. 

Al lado de esta iglesia se encuentra la Columna de Trajano, construida para celebrar el triunfo sobre los dacios. Está decorada con intrincados relieves, originalmente coloreados, en los que se representan diversas batallas. Se usó para guardar las cenizas del emperador, atesoradas en una urna de oro dentro de un cofre de mármol que se depósito en la base de la columna. La urna y las cenizas desaparecieron en uno de los saqueos sarracenos durante la Edad Media. Inicialmente estaba coronada por una estatua dorada del emperador, pero el Papa Sixto V hizo que ésta fuera reemplazada por una de San Pedro. 

Plaza del Campidoglio

Desde la Plaza Venecia se llega a esta plaza situada en el monte Capitolino ascendiendo por la Cordonata, rampa escalonada diseñada por Miguel Ángel para que el emperador Carlos I entrara en la ciudad. 

La propia plaza fue diseñada por Miguel Ángel en 1538. Está flanqueada por tres palacios: el Palazzo Nuovo en la zona norte, el Palazzo dei Conservatori en el lado sur y el Palazzo Senatorio en la parte occidental. 

En la parte superior de la escalera se encuentran dos gigantescas estatuas romanas de Cástor y Pólux, los Gemelos Celestiales que se encontraron en el siglo XVI en una zona cercana y se colocaron aquí en 1583.

En el centro de la plaza se encuentra una estatua ecuestre de Marco Aurelio, trasladada aquí por Miguel Ángel desde la basílica de San Giovanni in Laterano. Se trata de una reproducción, ya que la original, que quedó muy dañada por la contaminación, las condiciones climáticas y los excrementos de palomas, fue retirada en 1981 y se exhibe ahora en el Palazzo Nuovo. 

Desde la plaza y bordeando el Palazzo Senatorio llegas a la famosa escultura de la loba capitolina amamantando a Rómulo y Remo, aunque evidentemente la original se conserva en los Museos Capitolinos y la que se puede ver en el exterior es una copia. Asimismo si seguimos andando unos pocos metros, llegaremos a una terraza desde la que tendremos unas preciosas vistas del Foro Romano. 

Piazza di Campo de Fiori



Il Campo es el centro de la vida romana: de día es un concurrido y colorista mercado de flores, plantas y comida, mientras que por la noche se llena de juerguistas locales y extranjeros. La plaza era un lugar de ejecuciones durante la Inquisición. Cabe destacar la estatua de Giordano Bruno, que fue quemado aquí por hereje en 1600. En 1606, Caravaggio mató a un hombre en esta plaza, motivo por el que tuvo que huir a Nápoles. 

Piazza Mattei
Esta pequeña plaza situada en el barrio judío de Roma, estaba en el centro de los palacios propiedad de la familia de los Mattei. 
Lo más destacable de la plaza es la Fuente de las Tortugas que representa a cuatro chicos levantando tortugas para meterlas en un tazón. Aparentemente fue Taddeo Landini quien la diseñó, en 1585, por encargo del duque de Mattei, el cual había perdido toda su fortuna en el juego, y estaba a punto de perder también a su prometida. Sin embargo, la fuente debe su encanto a Bernini, que añadió las tortugas en el año 1658.

Piazzale Giuseppe Garibaldi



Situada en la zona más elevada de la colina del Gianicolo, en esta plaza se encuentra el monumento ecuestre dedicado a Giuseppe Garibaldi. 

Pero, sin duda, si conseguimos llegar con aliento a la terraza, quedarás maravillado por las impresionantes vistas de toda la ciudad a tus pies.