Restaurante El Amarre (Murcia)

La elección de este restaurante para comer en Murcia fue algo totalmente espontáneo. Al ser un viaje de los dos solos, no habíamos reservado nada, fundamentalmente porque aunque sí llevábamos un pequeño planning a la hora de visitar la ciudad, tampoco sabíamos en donde íbamos a estar a la hora de la comida, y la verdad es que tuvimos mucha suerte con El Amarre. 

Después de haber visitado a fondo la Catedral y sus alrededores, nos pusimos en camino al Museo Salzillo, cuando después del madrugón (lo malo de hacerse mayor y extrañar tu cama, jejejeje), nos dimos cuenta de que el estómago empezaba a quejarse, así que nos pusimos a la búsqueda y captura de un restaurante que se acomodara a nuestros intereses. En este día en concreto, tampoco buscábamos un restaurante excesivamente barato ya que al ser solo para los dos, estábamos dispuestos a hacer un pequeño dispendio pero tampoco sin pasarse, así que nos encontramos con El Amarre y después de una rápida búsqueda en tripadvisor y comprobar que tenía buena puntuación y echar un rápido vistazo a la carta, preguntamos si había sitio. Eran solo la 1 de la tarde pero ya nos comentaron que todo estaba reservado, excepto un par de mesas en la terraza. Nos lo pensamos un poco porque a pesar de ser Murcia, el fin de semana estaba siendo algo frío pero al final nos quedamos porque nos encendieron las estufas aunque tuvieron que apagarlas por el viento que había, por lo que acabamos comiendo con el abrigo puesto, por lo menos una servidora. 

Lógicamente tratándose de un restaurante, lo que más nos interesa es la relación calidad-precio. Bastante aceptable, os dejo unas cuantas fotos del menú para que podáis comprobarlo por vosotros mismos. 

     

     

Nos decantamos por tomar un arroz para dos, el marinero, muy parecido al arroz a banda,  y de primero para picar nos dejamos aconsejar por el camarero. 

Pedimos marinera con anchoa en salmuera, matrimonios del amarre, caballitos de amarre y croquetas de sepia en su tinta. 

De segundo, arroz a la marinera para dos, bastante cantidad y muy bien cocinado.

De postre tan solo café, que la verdad es que con las entradas y con el arroz estábamos ya bien servidos. 

El local por dentro es bastante pequeño, se nota que en la región de Murcia están acostumbrados a comer en la terraza. 

La cuenta nos salió por un poco más de 25 euros por cabeza. En general, la relación calidad-precio bastante aceptable y sobre todo comimos algo muy típico, así que al final improvisar no tiene por qué ser negativo.