Hotel Carlton en Londres

Para nuestro viaje exprés de fin de semana de shopping navideño en Londres, nos hospedamos en el Hotel Carlton, situado justo frente a la estación de Kings Cross, una de nuestras zonas favoritas para elegir hotel, a pesar de que ello conlleva la posibilidad de oír los ruidos de los trenes desde la habitación. Afortunadamente esta vez al estar nuestra habitación en la planta tercera y nuestros amigos en la primera, sí que es verdad que se oían de lejos pero por el cansancio acumulado durante el día, pudimos descansar bastante mejor que hace dos años. 

     

En el check-in, sin ningún problema e increíblemente, no nos mandaron callar, jejejejeje. Amables, nos indicaron cuál era nuestra habitación, nos dieron las llaves y nos informaron de los horarios del desayuno que empezaba a las 7:00 excepto en fin de semana que era a las 8:00. 

Había un ascensor para acceder a las plantas superiores pero solo se permitía subir con maleta de uno en uno, así que como no teníamos maletas grandes, preferimos subir andando, cosa que hay que decir que cuando volvíamos por la noche después de estar todo el día por la ciudad, nos costaba un poco pero bueno, solo eran dos días. 

La habitación cuádruple tenía un armario, un mueble con la televisión y una tetera con tazas y unas galletas, que por cierto estaban muy ricas, y dos camas de matrimonio. Para ser Londres, la habitación era lo bastante espaciosa para no tener sensación de agobio, al igual que el cuarto de baño que además tenía bañera. 

     

     

Como siempre lo malo de la habitación era la luz que entraba por las mañanas en cuanto amanecía, ya sabemos la manía fuera de España de no poner persianas, y el ruido a veces de la calle pero como ya os he comentado, con el cansancio acumulado, pudimos decir que dormimos bastante bien aunque los colchones podrían ser mejorables. Echamos en falta en el cuarto de baño, gel y champú, ya que solo nos habían dejado unas pastillas de jabón. Menos mal que siempre suelo meter en la maleta por si acaso. 

El desayuno se servía en la planta semisótano. El hotel no estaba muy lleno, así que casi siempre desayunamos prácticamente solos. Había tostadas, unas croissant recién hechos bastante ricos, huevos duros, y queso, aparte de cereales, zumo de naranja y de manzana, macedonia y por supuesto café o té. No es un desayuno muy completo pero lo suficiente para empezar el día con energía aunque el pequeño echaba de menos el bacon inglés. 

     

La verdad es que para las fechas que eran de temporada altísima, y la ubicación del hotel, dentro de la zona 1 y a un paso de la estación de Kings Cross, el hotel no nos decepcionó, al menos esta vez no tuvimos ningún problema con el dueño. La habitación cuádruple con desayuno para tres noches nos costó solo 390 libras, que para ser Londres y en Navidades, es un precio bastante bueno. Sencillo, sin grandes pretensiones pero correcto. Lo más destacable, la amplitud de la habitación y por supuesto su ubicación. Mejorable: el desayuno.