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Visita a Pasaia Donibane

Como punto y final a nuestro viaje norteño y playero de Agosto de 2018, nos acercamos a la localidad de Pasaia Donibane para disfrutar de un agradable paseo por su casco histórico. 

Dejamos el coche justo a la entrada del mismo donde hay un aparcamiento, concretamente en la calle Lezo-Bide. Dentro del casco histórico está prohibido acceder excepto residentes, así que sin duda es la mejor opción para aparcar. 

Justo a la entrada hay una antigua chimenea, vestigio de la fábrica de porcelana que existió a finales del siglo XIX. 


Después ya nos fuimos adentrando en el centro, a través de callejuelas estrechas y casas de piedra, pasando por la Iglesia de San Juan Bautista, que ni en ese momento ni al final del paseo pudimos visitar. 



     


Entramos en la casa de Víctor Hugo, donde el famoso autor de Los Miserables vivió en 1843. Típica casa marinera en la que puedes ver objetos de la época en la que el escritor la habitó. 






Saliendo al balcón, no cuesta nada entender por qué Víctor se enamoró perdidamente de esta villa. 



Seguimos paseando hasta llegar a la Plaza de Santiago, formada por una larga fila de casas estrechas y altas de arquitectura popular y marinera. En el centro, el edificio histórico del Ayuntamiento de 1741.







Decidimos seguir paseando con intención de llegar al faro, pero no lo conseguimos, aún así, las vistas del mar y de la costa nos encantaron, además queríamos cruzar la ría para pasar a Pasaia San Pedro en barca. 







Una experiencia nueva la de cruzar la ría en barca. Cuando ya llegamos a Pasaia San Pedro, nos acercamos a la iglesia parroquial de San Pedro. 






La iglesia fue construida en el siglo XVIII por los hermanos Carrera en estilo barroco. Destaca la decoración del lateral izquierdo, donde se encuentra la imagen del apóstol. 





Se iba acercando la hora de comer, y como queríamos hacerlo en la localidad de Zumaia para ver un poco el famoso flych y la playa de Juego de Tronos, no nos quedaba otra que volver a cruzar en barco la ría y volver al coche. 


Aunque fuera un paseo corto, hay que reconocer que Pasaia tiene un aire marinero especial que merece la pena conocer. 

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