El castillo de Edimburgo es una antigua fortaleza erigida sobre una roca de origen volcánico ubicada en el centro de la ciudad de Edimburgo. Se encuentra emplazado en la cima de la calle Castlehill, una de las cuatro calles que forman la Royal Mile.
Se accede a su interior a través de una explanada, una amplia plaza pavimentada donde se celebra anualmente el Military Tattoo, cuyas gradas estaban puestas en la fecha en la que lo visitamos.
Justo a la entrada, se encuentra la paterna que se eleva majestuosa, custodiada por sus dos héroes nacionales, Bruce y Wallace.
Cruzamos la Puerta del Rastrillo. Esta zona fue construida en la década de 1570 por el regente Morton. Desde esta parte se puede disfrutar de unas excelentes vistas de Princes Street y toda la New Town.
Desde 1861 todos los días a las 13:00 un cañón situado en la batería superior dispara una salva. En su día este cañonazo permitía a los marinos del puerto de Leith ajustar sus relojes.
Nada más cruzar la puerta, tomamos las escaleras Lang que nos llevaron a la terraza superior. Preferimos ver el castillo desde la parte superior a la inferior.
Las vistas desde arriba aún más impresionantes.
Empezamos visitando St Margaret's Chapel, un pequeño edificio rectangular que conserva los vestigios de las partes más antiguas del castillo. La capilla, construida por David I en el siglo XII y dedicada a su madre Margarita, canonizada en 1250, se restauró cuidadosamente en el siglo XIX. En el austero interior, el arco del santuario es de estilo románico con capiteles cúbicos y decoración en espiga.
Justo al lado de la capilla se encuentra Mons Meg, un imponente cañón de 500 años de antigüedad. Encargada por el duque de Borgoña, se forjó en 1449 en la ciudad de Mons. Ocho años más tarde, el duque la donó a su sobrino Jacobo II, quien pagó con su vida su entusiasmo por las armas de fuego mientras probaba un cañón en el asedio de Roxburgh en 1460. Mons Meg se empleó en Crookston, y los castillos de Dumbarton y de Norham. Al parecer también pasó un tiempo en la Torre de Londres. Walter Scott se empeñó en su retorno y finalmente, regresó a Edimburgo en 1829.
En la Crown Square se encuentran cuatro edificios que delimitan esta plaza adoquinada cuadrangular.
El Scottish National War Memorial, edificio original del siglo XVIII fue transformado en un memorial de guerra por Robert Lorimer enre 1924 y 1927. En el interior del mausoleo una gran capilla de estilo art decó rinde homenaje a los 150.000 soldados escoceses caídos durante la Primera Guerra Mundial, así como a las víctimas de otros conflictos. Las preciosas vidrieras que cubren vanos de medio punto son obra de Douglas Strachan. En el ábside un cofre guarda los nombres de los soldados muertos en combate.
En el lado este de la plaza se encuentra el Royal Palace. Esta parte data del siglo XV y alberga los aposentos reales. El interior fue reacondicionado en 1617 para Jacobo VI con la ocasión de la única visita del monarca a Escocia tras haberse instalado en Londres. También se puede visitar las joyas de la Corona escocesa (donde está terminantemente prohibido hacer fotos y de hecho es imposible por la seguridad que hay). Tras el Acta de Unión de 1707, se depositaron bajo llave en esta misma sala hasta que gracias a la iniciativa de Walter Scott, volvieron a ver la luz. La corona de perlas y piedras preciosas es la única anterior a la Restauración que escapó a la fundición de las joyas reales, ordenada por Cromwell. El cetro y la espada fueron regalados a Jacobo I por dos papas. The Stone of Destiny era usado por los monarcas como reposapiés.
Os aconsejamos que entréis en primer lugar en este edificio pues luego a la salida, había cola para entrar a ver las joyas de la corona.
En el lado sur se encuentra The Great Hall, realizado a principios del siglo XVI por orden de Jacobo IV de Escocia, fue reconvertido en cuartel para Oliver Cromwell en 1650. El principal atractivo de esta amplia estancia es su cubierta en forma de carena invertida, notablemente pintada. También puedes ver gran cantidad de armaduras, espadas, sables y alabardas colgadas en la pared.
Y en el lado oeste de la plaza se encuentra el Prisons of War Exhibition. De 1757 a 1815 un millar de prisioneros de guerra franceses y norteamericanos fueron encarcelados en estas tétricas salas abovedadas ubicadas bajo los edificios de Crown Square. La exposición se centra en sus difíciles condiciones de ida.
En un nivel inferior se encuentra dos museos, The Royal Scots Dragoon Guards Museum y el Royal Scots Regimental Museum. Este segundo repasa la historia militar del regimiento que es la unidad más antigua del Ejército británico creada el 28 de marzo de 1633.
El primero rinde homenaje al regimiento de caballería escocés que, fundado hace más de 300 años, participó en la batalla de Waterloo.
En el nivel más inferior se encuentra el National War Museum of Scotland, instalado en un antiguo almacén de municiones que se remonta a 1755. Este museo ensalza el importante papel desempeñado por los escoceses, ya sean soldados u oficiales, en todos los frentes y en todas las guerras en la historia miliar del Reino Unido. Se pueden ver armas, sables y fusiles, uniformes, gaitas, etc.
Muy curioso el cementerio de mascotas de los soldados. Y por supuesto, no perdáis la oportunidad de admirar todo Edimburgo, Princes Street, Calton Hill y el hotel Balmoral desde el castillo.
Tardamos unas dos horas y media en ver el castillo y todos sus edificios, y tuvimos la fortuna de que aunque el día había empezado lluvioso, según fue avanzando la mañana, salió el sol y se despejó como podéis ver en esta última foto.
Aunque no esteis muy interesados en la historia de Escocia, la verdad es que para una primera visita a Edimburgo, sí os recomendamos dedicar unas horas a su castillo, a pesar de que el precio sea un poco elevado.
El castillo abre a las 9:30 y cierra en temporada de verano a las 18:00 y de invierno a las 17:00, con un último acceso una hora antes del cierre (sin duda, insuficiente para verlo con tranquilidad). Está cerrado los días 25 y 26 de diciembre y el 1 de enero abre a las 11 de la mañana.
Los precios de adulto son 18,50 libras (17 si se compra de antemano), los niños de 5 a 15, 11,50 y 10,20 comprado de antemano, y los mayores de 60 o desempleados son 15 libras (13,60 de antemano). Os aconsejamos comprar las entradas en este enlace para ahorraros un dinero y una espera en la cola, eso sí tienes que seleccionar día y hora (aunque te dan una hora de margen para entrar).
Y en el lado oeste de la plaza se encuentra el Prisons of War Exhibition. De 1757 a 1815 un millar de prisioneros de guerra franceses y norteamericanos fueron encarcelados en estas tétricas salas abovedadas ubicadas bajo los edificios de Crown Square. La exposición se centra en sus difíciles condiciones de ida.
En un nivel inferior se encuentra dos museos, The Royal Scots Dragoon Guards Museum y el Royal Scots Regimental Museum. Este segundo repasa la historia militar del regimiento que es la unidad más antigua del Ejército británico creada el 28 de marzo de 1633.
El primero rinde homenaje al regimiento de caballería escocés que, fundado hace más de 300 años, participó en la batalla de Waterloo.
En el nivel más inferior se encuentra el National War Museum of Scotland, instalado en un antiguo almacén de municiones que se remonta a 1755. Este museo ensalza el importante papel desempeñado por los escoceses, ya sean soldados u oficiales, en todos los frentes y en todas las guerras en la historia miliar del Reino Unido. Se pueden ver armas, sables y fusiles, uniformes, gaitas, etc.
Muy curioso el cementerio de mascotas de los soldados. Y por supuesto, no perdáis la oportunidad de admirar todo Edimburgo, Princes Street, Calton Hill y el hotel Balmoral desde el castillo.
Tardamos unas dos horas y media en ver el castillo y todos sus edificios, y tuvimos la fortuna de que aunque el día había empezado lluvioso, según fue avanzando la mañana, salió el sol y se despejó como podéis ver en esta última foto.
Aunque no esteis muy interesados en la historia de Escocia, la verdad es que para una primera visita a Edimburgo, sí os recomendamos dedicar unas horas a su castillo, a pesar de que el precio sea un poco elevado.
El castillo abre a las 9:30 y cierra en temporada de verano a las 18:00 y de invierno a las 17:00, con un último acceso una hora antes del cierre (sin duda, insuficiente para verlo con tranquilidad). Está cerrado los días 25 y 26 de diciembre y el 1 de enero abre a las 11 de la mañana.
Los precios de adulto son 18,50 libras (17 si se compra de antemano), los niños de 5 a 15, 11,50 y 10,20 comprado de antemano, y los mayores de 60 o desempleados son 15 libras (13,60 de antemano). Os aconsejamos comprar las entradas en este enlace para ahorraros un dinero y una espera en la cola, eso sí tienes que seleccionar día y hora (aunque te dan una hora de margen para entrar).
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