Otro de los monumentos de la colina es el monumento a Nelson, una torre circular de 32 metros de altura dedicada a la victoria de Trafalgar. Uno de nuestros valientes viajeros, se atrevió a subir a lo más alto. El monumento también sirvió de faro para los marineros, claro que con las nieblas de Edimburgo poca utilidad se le dio como faro. Segunda vergüenza.
También te llamará la atención un templo griego circular diseñado por Playfair, que rinde homenaje al profesor de filosofía moral Dugald Stewart.
Y el resto de edificios que vas a ver en la colina forman parte del observatorio astronómico de la ciudad antes de ser trasladado a Blackford Hill. El primero lo erigió en el siglo XVIII James Craig y el segundo, con una cúpula es obra de Playfair.
¿Observatorio?. Mira al cielo de Edimburgo y te darás cuenta de que no estrellas no vas a ver muchas y eso que era verano. Tercera vergüenza. Según nos contó la guía del tour de fantasmas, los edificios del observatorio estaban en obras porque iban a abrir un restaurante. ¿Será la cuarta vergüenza? Esperemos que no. Sea como sea, lo que desde luego no podéis dejar de pasar por alto en vuestra visita a Edimburgo, son las impresionantes vistas desde la colina de toda la ciudad, desde Princes Street y la ciudad nueva, Castle Hill, el castillo, la iglesia de Canongate y Holyroodhouse con Arthur's Seat y el puerto de Leith.
Vergüenza o no, la verdad es que nos encantó el lugar y además tuvimos la fortuna de que el día estaba relativamente claro y no nos llovió.
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminar