Visita a Villanueva de los Infantes

Cansados de la rutina y de los exámenes de nuestros jóvenes del grupo, montamos un fin de semana a lo grande con excursión incluida, lástima que al final nuestro Capitán América particular no pudiera acompañarnos por encontrarse enferma. 

El destino en esta ocasión fue la localidad de Villanueva de los Infantes en Ciudad Real. 

En poco más de dos horas y sin tráfico pero con mucha niebla llegamos a la villa. Aparcamos y empezamos el recorrido mapa en mano, como debe de ser. Nos dirigimos a la Plaza de San Juan para recorrer de sur a norte todos los monumentos más destacados de Villanueva. 

En esta plaza se encuentra el Convento de Santo Domingo. Fundado en 1526 y desamortizado en 1844. La iglesia es del siglo XVII con planta en cruz latina y tres capillas laterales. 

     

Aparte de la iglesia, se conserva también el claustro y la celda en donde falleció Francisco de Quevedo en 1645, cuya entrada se encuentra justo a la vuelta.

De hecho en la plaza hay un monumento en su nombre.

Tomamos la calle principal, la calle Cervantes en dirección a la Plaza Mayor. 

En esta calle se pueden ver los exteriores de diversos palacios: Palacio de la familia Rebuelta y Casa Palacio de la Familia Melgarejo y la maravillosa fachada-retablo del Convento de la Encarnación, así como el exterior de la Casa de los Caballeros de la Orden de Santiago y por último la Casa del Caballero del Verde Gabán, casa descrita por Cervantes en El Quijote. 

     

     

Y así llegamos a la Plaza Mayor en donde se encuentra la Iglesia Parroquial de San Andrés y el Ayuntamiento. 

     

     

La iglesia presenta fachada de estilo clasicista, enmarcada por un profundo arco de medio punto con la imagen de San Andrés y el escudo de los Austrias. 

En su interior se encuentra la capilla de los Bustos, en cuya cripta fue enterrado Francisco de Quevedo en 1645. Sus restos fueron identificados y devueltos en 2007.

      

      

Justo a la vuelta de la iglesia se encuentra el Hospital de Santiago de estilo barroco con superveniencias renacentistas del siglo XVI, destinado a hospital de transeúntes. Anexa a él la Capilla del Remedio. 

En unos metros llegamos a la Alhóndiga, edificio del siglo XVI destinado a casa de contratación. En 1719 fue cárcel. Presenta un patio interior formado por gruesas columnas, donde aun aparecen inscripciones de los presos. El día que visitamos Villanueva de los Infantes había un mercadillo de outlet en su interior, que desmereció un poco la visita. 

     

Un poco más alejada del centro se encuentra el Convento de Trinitarios, fundado en 1603 y en donde se encuentra la talla barroca de gran calidad de Ntro. Padre Jesús Rescatado.

     

     

Aún teníamos bastante tiempo hasta la hora de comer, así que nada mejor que seguir descubriendo todos los puntos rojos del mapa, jejeje, y es que puedo ser todo un peligro con un mapa en la mano. 

Y así llegamos hasta la Iglesia del Corpus Christi, aunque por desgracia estaba cerrada.

A continuación, la casa de Don Manolito, casa troncal de los Ballesteros del siglo XVI. En su interior destaca el patio de grandes dimensiones y el oratorio en la galería superior. Actualmente es una residencia de ancianos. 

El Palacio de los Ballesteros, uno de los más antiguos de la ciudad, del siglo XVI con espléndida fachada y escudo en la esquina. 

     

La Casa de la Pirra que perteneció a un Caballero de la Orden de San Juan con balcón corrido de púlpito, único en la villa, y patio cuadrangular. 

La Casa de la Inquisición, que conserva la portada adintelada con escudo del Santo Oficio: la cruz, la calavera y las tibias cruzadas.

La Casa de los Estudios con precioso patio con pilares de escasa altura. Fue colegio menor donde impartió enseñanza Bartolomé Jiménez Patón, insigne gramático.

Y por último la Casa del Arco, edificio neoclásico del siglo XVII.

Por fin después de este paseo pormenorizado, llegó el momento de acercarnos hasta el restaurante Fonda de Quevedo para degustar una riquísima comida casera, como ya os he contado en otro post. 

Después de la comida, volvimos al coche para terminar nuestra visita a Villanueva de los Infantes con el Santuario de Nuestra Señora de la Antigua y el Yacimiento Jamila. Nos costó bastante encontrar este último porque pensábamos que estaba en distinta carretera al santuario y resulta que es la misma carretera. 

Por fin llegamos ya al Santuario que pudimos visitar con mucha tranquilidad, se encuentra a unos 5 km de Villanueva y presenta un monumental patio cuadrangular columnado y en el interior de la iglesia destaca la talla en madera de la patrona. 

Parte del grupo se quedó en el santuario a descansar, mientras que el fotógrafo de la expedición se acercó al yacimiento, a tan solo unos 500 metros. El yacimiento presenta un edificio de planta rectangular dividido en dos partes constructivas de diferentes fases. 

Con esto terminó nuestra visita a Villanueva de los Infantes. Teníamos la intención de completar el día con el yacimiento de Alarcos Calatrava pero por desgracia cuando quisimos llegar, ya estaban cerrando. Habrá que volver en otra ocasión. Espero que os haya gustado el reportaje sobre nuestra visita a Villanueva de los Infantes.