Blog Los viajes de Dora Restaurante Olaya en Alcorcón ~ LOS VIAJES DE DORA
Ir al contenido principal

Restaurante Olaya en Alcorcón

Y seguimos en nuestra búsqueda incansable de restaurantes con las 3 B (bueno, bonito y barato), así que aprovechando un cumpleaños familiar nos acercamos al restaurante sidrería Olaya situado en la calle Parque Bujaruelo para probar el menú de fin de semana de 18 euros. 




Cuando llegamos a las 2, hora en la que habíamos reservado, prácticamente el restaurante estaba vacío. Sí que había bastante gente en el bar degustando sobre todo la paella de tapa. Tenía buena pinta, la verdad. 

Me gustó el espacio del restaurante, amplio y sin sensación de agobio. Con espacio para moverte entre una mesa y otra. Y todo muy limpio. 

El menú como he comentado más arriba era de 18 euros y consistía en 4 primeros, 4 segundos y postre o café. No mucho donde elegir pero aceptable para el precio. 


Para picar, nos pusieron en la mesa dos platos de chorizo a la brasa. 


Los mayores nos decantamos prácticamente todos por el arroz con bogavante, y estaba bastante bueno con muy buen sabor pero realmente para mí eso no es arroz con bogavante sino un sopa de arroz con sabor a bogavante. Qué recuerdos del arroz con bogavante que probamos en Valencia. Pero bueno, hay que reconocer que cuesta mucho dar con un lugar aceptable en Madrid para comer arroz, a no ser que te gastes mucho dinero. 


También alguno eligió la ensalada gourmet. Le pareció muy original el queso de cabra a la brasa. 


De segundo, excepto una persona que eligió el bonito, el resto nos quedamos con el entrecot. No me gustó mucho, me pareció muy seco y tuvimos que ir intercambiándolo de unos a otros porque a él que lo había pedido muy hecho, se lo dieron poco hecho, al de poco hecho en su punto, y al de punto muy hecho. En fin, que se hicieron un lío al servirlos. 


Los peques se conformaron con un plato de huevos fritos con patatas o unos filetes de pollo empanados. 



Y al peque mío, se le ocurrió la brillante idea de pedir si podía ser, unos macarrones, y la verdad es que mejor no haberlo hecho porque estaban saladísimos. El pobre no pudo ni comerse dos cucharadas. Una pena. 


El camarero que nos atendió en principio fue muy amable. Cuando le pedimos los macarrones si era posible, enseguida se ofreció a preguntar en cocina. Pero cuando vino otro camarero, nos dijo de malos modos que no había macarrones en el menú, si eso ya lo sabíamos nosotros. En fin, que el trato al menos de uno de los camareros no nos gustó nada. Tosco y desagradable. Una pena, pero seguimos a la búsqueda de otro restaurante que no sea nuestro querido Piratas. 

Comentarios