A madrugar pero con una sonrisa, Disneyland París nos espera. Bien abrigaditos, desayunamos a lo grande, hay que alimentarse para aguantar todo el día sin parar en el parque. Y un poco más tarde de las 8 de la mañana, salimos a esperar a la lanzadera que nos llevará a la entrada. Afortunadamente el autobús viene medio vacío y menos mal que nuestro hotel es el segundo del recorrido después del Kyriad porque sino algún día hubiéramos tenido que esperar a otro. Qué poco me gustó el nuevo sistema de lanzadera, una pena.
Llegamos pasadas las 8 y media y nos emocionamos al ver el hotel Disneyland, qué bonito con poca luz que aún hay porque está amaneciendo.
La estación de Main Street nos recuerda que aún estamos en el 25º Aniversario del parque.
Parece que vamos a tener un día tranquilo en el parque aunque una gran cantidad de gente aún no puede pasar ya que no tienen pasaporte, como nosotros, o no está hospedado en un hotel Disney, con lo que no puede acceder al parque en las llamadas Extra Magic Hours que en esta ocasión son solo de 8:00 a 9:00.
Pasamos ya los tornos con nuestros pasaportes y oohhhhhh, Town Square, preciosa con ese gigantesco árbol de Navidad y en una de las esquinas de la plaza, vemos a Marie, ya a estas horas, así que sin pensarlo mucho, nos dirigimos a conseguir una foto con la elegante gatita.
Como podéis ver en las fotos, a esas horas no había aún mucha gente en el parque, Main Street prácticamente desierto a nuestro paso. Y al fondo nuestro amado castillo.
Como prácticamente ya terminaban las Magic Hours, en vez de seguir avanzando hasta Fantasyland, nos pusimos a la entrada de Frontierland para empezar el día con la adrenalina a cien montando en una de las mejores atracciones del parque: Big Thunder Mountain.
Íbamos a montar también en la Phantom Manor pero por desgracia estaba cerrada en ese momento, algún problema técnico supongo, así que cogimos hora para hacernos foto con Jack de Pesadilla antes de Navidad y fuimos a Fantasyland para empezar a montarnos en una de las atracciones más mágicas del parque: It's a small world.
Y ya que estábamos al lado de las princesas, pedimos hora para Blancanieves. Por la zona, montamos en las tazas y en el laberinto de Alicia.
Volvimos a Frontierland para ver si ya estaba abierta Phantom Manor y en efecto, así que montamos en la misma, una de nuestras atracciones favoritas, de camino habíamos pedido hora para hacernos foto con Tambor, un personaje que no habíamos visto en el parque nunca.
Me encanta la foto del abrazo de Tambor con el peque de la familia, tan espontáneo y dulce.
Casi sin aliente, tuvimos que volver a Fantasyland, para encontrarnos con Blancanieves, que al parecer descubrió a su príncipe azul en nuestro pequeño Rubén.
A lo mejor os estáis preguntando a qué me refiero cuando digo lo de pedir hora. Tanto en Agosto pasado como este año, a los minusválidos les van dando hora para poder hacerse fotos con los distintos personajes que hay en el parque. Reconozco que en Agosto pasado, me resultó un sistema bastante complicado de entender ya que muchas veces te obligaba a estar un tiempo sin hacer nada, pero esta vez en Diciembre, no sé si fue porque este primer día había menos gente, pero hicimos todo lo posible por cuadrar los horarios con todos los personajes que hay por el parque en los llamados photolocations.
Y de Blancanieves a Mickey en el Meet and Mickey. Preciosa foto con nuestros jerseys navideños.
Casi sin darnos cuenta se nos hizo la hora de la cabalgata especial de Navidad, así que para ello nos fuimos justo a la salida de la misma en Fantasyland cerca de la Bella Notte. Me encantó, preciosa, y con muchos personajes.
Incluso Papá Noel seguía en el parque, a pesar de haber ya entregado todos los regalos a los niños.
En cuanto la gente empezó a dispersarse, nos fuimos a montar en el tren de Casey y en las barcas donde ves escenarios de algunas de las películas de Disney más conocidas como la Bella y la Bestia, una de mis favoritas.
Al estar en Fantasyland, no dudamos ni un momento en hacer un pequeño descanso y comer en el Bella Notte, macarrones, pizza o lasagna junto con un riquísimo pan de ajo. Suficiente para seguir afrontando el resto del día.
Y rápidamente, volvemos a Frontierland para hacernos ya la foto con Jack. Y de paso, otro paseíto por la Big Thunder, así recién comidos para hacer la digestión más rápidamente.
Y para terminar de digerir bien la comida, nada mejor que un paseo por Piratas y de paso cambiamos de land, a Adventureland para que los más intrépidos se congelen en Indiana Jones.
Con tantos espectáculos por Navidad, nos vamos sin prisa pero son pausa a disfrutar de Stitch y sus villancicos, un espectáculo muy navideño y divertido en el Teatro del Castillo. Pobre Stitch, que no acaba de entender que es esto de la Navidad.
Y de este espectáculo a la cabalgata de la tarde, que ya habíamos visto en Agosto pasado pero evidentemente queríamos volver a ver. Además, era martes, el día especial en el que un personaje que es difícil ver en el parque aparece en una especie de pre-cabalgata. Pero tuvimos mala suerte y no pudo ser, por lo que sea al parecer había aparecido en la de la mañana. Qué pena. Otra vez será, tal vez no dentro de mucho, jejeje
Menudo alarde de medios, qué carrozas, la música, todo perfecto para hacer disfrutar al visitante. Nadie hace las cabalgatas como Disney.
Después de unas cuantas compras, fuimos ya a cenar pero antes un paseo por Buzz.
Para cenar elegimos el restaurante de Discoveryland, Hyperion, en donde tomamos una hamburguesa con patatas y un cupcake.
Teníamos la intención de aguantar hasta las 10 para ver Disney Illuminations pero teniendo en cuenta que nos habíamos levantado a las 6 y media de la mañana y que con los nervios no habíamos dormido muy bien, ya no podíamos con nuestros pies, así que entre el cansancio, y el frío, decidimos volver al hotel. Tuvimos la fortuna de ver el espectáculo del encendido del árbol en Town Square. Espectacular.
Sin duda, fue un fin de día impresionante. Qué emocionante. Un día bastante completo, y ya nos tocaba descansar. Al día siguiente, empezaríamos con Walt Disney Studios y una quedada especial.
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