En el paraje conocido como Ojo de la Fuentona surge un acuífero que constituye el nacimiento del río Abión y que es el principal valor de este espacio natural. A partir de aquí, el río forma un peculiar cañón, con abundante vegetación y variada fauna.
Junto al agua se pueden observar espadañales, sauces y carrizales. En sus bordes, hileras de chopos ofrecen la nota de color durante los meses de otoño. Un poco más allá del ámbito de influencia del río, aparece la formación vegetal dominante, el sabinar. El estrato arbustivo está formado por gayubas, allagas y escaramujos, acompañados por especies aromáticas como espliegos, tomillos y salvias.
En las tranquilas y limpias aguas del río es fácil observar inquietas truchas. El martín pescador aprovecha los remansos del río para zambullirse y encontrar su presa mientras que el cárabo pasa desapercibido al visitante entre las oquedades de los viejos árboles.
Los cortados del cañón son aprovechados por diferentes aves para ubicar sus nidos: buitre leonado, alimoche, águila real o halcón peregrino.
La gran importancia de este Monumento Natural reside en el propio manantial de La Fuentona. La exploración total de las galerías no se ha llevado a cabo, aunque se han alcanzado los -100 m. en el año 2001 y ha sido filmado por el programa de TVE Al filo de lo imposible y -115 m. en 2008.
Una vez que se llega al pueblo de Muriel de la Fuente, giramos a mano derecha y a unos dos kilómetros llegamos al aparcamiento habilitado justo a la entrada del sendero que conduce a La Fuentona. El aparcamiento cuesta 4 euros por coche.
Tras un recorrido cómodo y fácil para cualquier persona de aproximadamente unos 800 metros, se llega a la Fuentona.
Preciosos los distintos tonos de los árboles por la llegada del otoño, pero por desgracia, la sequía nos permitió disfrutar del agua del río Abión, por lo que desistimos de visitar la Cascada de la Fuentona pues ya nos dijeron en la entrada que estaba completamente seca.
Por esa misma razón, por estar el río seco, nos resultó aún más increíble la belleza de La Fuentona, y la claridad de sus aguas calmadas y tranquilas, tan solo unas burbujas que tímidamente asomaban en la superficie del agua. Al parecer, eso es lo que ocurre cuando unas personas han estado buceando, que quedan restos de oxígeno que van lentamente subiendo poco a poco.
Una preciosa estampa que invita al descanso y a la tranquilidad.
Incluso pudimos ver un buitre en lo alto del cañón.
Un agradable paseo descubriendo uno de los monumentos naturales de la provincia de Soria.
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