Cañón del Río Lobos

Hacía ya tiempo que teníamos muchas ganas de conocer este enclave natural de Castilla y León, pero nunca encontrábamos el momento ideal para hacerlo. Afortunadamente, el fin de semana rural en Soria del que disfrutamos a primeros de Octubre fue la oportunidad perfecta para acercarnos hasta el Cañón del Río Lobos. 

El Parque Natural del Cañón del Río Lobos fue declarado en 1985, siendo uno de los primeros Espacios Naturales Protegidos de Castilla y León y comprende una superficie de 12. 238 ha. 

Se ha formado por la erosión producida por el río a lo largo de miles de años. El Cañón recorre más de 25 km. entre las provincias de Soria y de Burgos y comunica las estribaciones de la cordillera Ibérica con la alta meseta del Duero. Es un cañón único en la península por su longitud y por el estado de conservación de sus valores naturales y paisajísticos. 

Se accede al Cañón, especialmente desde tres localidades principales, Hontoria del Pinar en Burgos, San Leonardo de Yagüe en Soria o desde Ucero. 

En nuestro caso, elegimos este último acceso, ya que es el que se encontraba en nuestro camino de vuelta a Madrid. Corresponde con el acceso Sur del Cañón. Llegamos en coche hasta el aparcamiento de Valdecea, que solo se encuentra a 1 km de la Ermita de San Bartolomé. El parking es de pago, 4€. El sendero amplio, y sin ninguna dificultad. 

Por el camino, ya se van viendo las las formaciones rocosas típicas del cañón. 

Pero sin duda, la estampa que más llamará tu atención será la imponente Ermita de San Bartolomé prácticamente excavada sobre un peñascos de roca natural, del siglo XIII. 

Justo detrás de la Ermita, hay un camino que cruzando un puente te lleva a la Cueva Grande, en donde nos adentramos hasta donde se podía, unos escasos 100 metros. Ni qué decir que volver la mirada a la ermita para inmortalizarla con el marco de la entrada a la cueva mereció la pena. 

     

     

Una de las cosas con las que más disfrutamos en este recorrido fue el avistamiento de buitres en lo más alto de las rocas. 

También se puede subir al Balconcillo, pero por desgracia no teníamos más tiempo ya que aún nos quedaba el trayecto de vuelta a Madrid. 

Disfrutamos muchísimo de la naturaleza en este viaje como podéis estar comprobando. Sin duda volveremos a Soria pronto que aún esta preciosa provincia tiene mucho más que enseñarnos.