Otra de las ciudades de la región de Flandes que visitamos en Agosto del 2017 fue Amberes. Por desgracia, la ciudad nos recibió con lluvia y con el cielo totalmente cubierto. Una pena porque nos impidió disfrutar del paseo a fondo y en profundidad.
Importante centro cultural de principios del siglo XVII, Amberes ha sido siempre una de las ciudades comerciales más importantes del norte de Europa. Actualmente es la segunda ciudad más poblada de Bélgica por detrás de Bruselas.
Es uno de los puertos más importantes de Europa gracias al río Escalda, cuya profundidad permite la navegación de barcos mercantes de gran calado.
También es fundamentalmente famosa por su producción de diamantes en bruto, aproximadamente el 85% de la producción mundial. Las 35.000 personas que trabajan en este sector hacen que Amberes sea conocida como la "Capital Mundial de los Diamantes".
Nada más aparcar en la calle Ernest van Dijckkaai, muy cerca del Castillo Steen, en uno de los aparcamientos reservados para minusválidos de la ciudad.
Ante nosotros la roca, o Castillo de Steen, el edificio más antiguo de la ciudad.
La piedra actual es solo un vestigio del castillo debido a la rectificación de los muelles del Escalda. Después de haber pasado por diferentes usos, incluida una prisión o el museo naval, hoy en día hay en su interior un museo de la música infantil, que se encontraba cerrado el día que nosotros fuimos.
Frente a la entrada del castillo, se encuentra la estatua de Lange Wapper, un gigante que, según la leyenda, en las noches vagaba por las calles de Amberes, asustando a los habitantes de la ciudad.
Nos acercamos incluso al río Escalda, a hacer unas fotos de las vistas de la otra orilla, pero había neblina y seguía lloviendo, así que no conseguimos gran cosa.
Enseguida, nos pusimos en marcha hacia la Grote Markt, o Plaza Mayor, la plaza principal de la ciudad con las típicas casas gremiales flamencas de los siglos XVI y XVII.
De entre los edificios de la Grote Markt, destaca el Ayuntamiento, edificio renacentista. Erigido entre el año 1561 y 1565, según el diseño de Cornelis Floris de Vriendt y otros arquitectos y artistas, este edificio manierista incorpora influencias flamencas e italianas.
Justo delante del Ayuntamiento se encuentran la estatua de Brabo, realizada por Jef Lambeaux.
El motivo es la leyenda del nombre de la ciudad, en la cual se dice que el gigante Druon Antigoon cortaba una mano a todos los capitanes de barco que amarraban en la zona y se negaban a pagarle peaje, lanzándola a continuación al río. El capitán del ejército romano Brabo le cercenó la mano al gigante imitando lo que él había hecho. La fuente refleja el momento en el que Brabo lanza la mano del gigante al río. La etimología del nombre de la ciudad Amberes (en neerlandés Antwerpen) significa eso mismo: Ant (mano) y werpen (lanzamiento).
En unos escasos metros, llegamos a la catedral de Amberes. Un impresionante edificio con una torre campanario el más alto de Bélgica.
En su interior a destacar las pinturas de Rubens y otros artistas flamencos, las vidrieras y los órganos.
Ni qué decir que dedicaré una entrada a la catedral por sí misma.
Después seguimos paseando hasta la plaza Groenplaats, adentrándonos en la ciudad comercial.
De hecho, a continuación y como se nos hacía la hora de comer, nos fuimos toda la calle Meir de tienda en tienda refugiándonos de la lluvia que a esa hora empezaba a ser bastante fuerte y persistente.
Comimos en un McDonalds y continuamos hasta la Casa Rubens, en donde disfrutamos de algunos de los cuadros del famoso pintor.
Unas compras más, unos macarons en la Ladureé, unos gofres y de vuelta al coche. Queríamos aprovechar las escasas horas que nos quedaban de la tarde para acercarnos a Lovaina pero desafortunadamente un accidente en la carretera y el consiguiente atasco kilométrico nos lo impidió. Sin duda tendremos que volver a Amberes, algunos lugares se nos quedaron en el tintero como el Barrio de los Diamantes, o la Estación de Tren.
De todas formas, aunque la visita fue breve, mereció la pena por esa impresionante catedral de la que os hablaremos con todo detalle.
De entre los edificios de la Grote Markt, destaca el Ayuntamiento, edificio renacentista. Erigido entre el año 1561 y 1565, según el diseño de Cornelis Floris de Vriendt y otros arquitectos y artistas, este edificio manierista incorpora influencias flamencas e italianas.
Justo delante del Ayuntamiento se encuentran la estatua de Brabo, realizada por Jef Lambeaux.
El motivo es la leyenda del nombre de la ciudad, en la cual se dice que el gigante Druon Antigoon cortaba una mano a todos los capitanes de barco que amarraban en la zona y se negaban a pagarle peaje, lanzándola a continuación al río. El capitán del ejército romano Brabo le cercenó la mano al gigante imitando lo que él había hecho. La fuente refleja el momento en el que Brabo lanza la mano del gigante al río. La etimología del nombre de la ciudad Amberes (en neerlandés Antwerpen) significa eso mismo: Ant (mano) y werpen (lanzamiento).
En unos escasos metros, llegamos a la catedral de Amberes. Un impresionante edificio con una torre campanario el más alto de Bélgica.
En su interior a destacar las pinturas de Rubens y otros artistas flamencos, las vidrieras y los órganos.
Ni qué decir que dedicaré una entrada a la catedral por sí misma.
Después seguimos paseando hasta la plaza Groenplaats, adentrándonos en la ciudad comercial.
De hecho, a continuación y como se nos hacía la hora de comer, nos fuimos toda la calle Meir de tienda en tienda refugiándonos de la lluvia que a esa hora empezaba a ser bastante fuerte y persistente.
Comimos en un McDonalds y continuamos hasta la Casa Rubens, en donde disfrutamos de algunos de los cuadros del famoso pintor.
Unas compras más, unos macarons en la Ladureé, unos gofres y de vuelta al coche. Queríamos aprovechar las escasas horas que nos quedaban de la tarde para acercarnos a Lovaina pero desafortunadamente un accidente en la carretera y el consiguiente atasco kilométrico nos lo impidió. Sin duda tendremos que volver a Amberes, algunos lugares se nos quedaron en el tintero como el Barrio de los Diamantes, o la Estación de Tren.
De todas formas, aunque la visita fue breve, mereció la pena por esa impresionante catedral de la que os hablaremos con todo detalle.
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