Gofres, mejillones, frites y magia - Día 9

Salimos de Bruselas no excesivamente temprano pero tampoco tarde, que nos quedan unas tres horas y media de coche para llegar a Disneyland París, concretamente al hotel en el que íbamos a estar hospedados durante tres noches para visitar nuestro preciado parque, el Residence du Parc Val d'Europe. 

Cerca de las 10 abandónabamos Bélgica para entrar en Francia. 

Tras un breve descanso, paramos cerca del hotel para comprar leche y otros alimentos de primera necesidad para el desayuno ya que en el hotel solo habíamos reservado alojamiento. Llegamos al hotel y hacemos el check-in sin problemas. Directos a la magia casi sin perder tiempo y nos dirigimos el primer lugar al Disney Village para comer en Earl of Sandwich. 

Riquísimos los sandwiches, sin duda habrá que repetir pronto, jejeje

Pasadas las tres de la tarde, nos disponemos a pasar los tornos de entrada a la magia. Cinco años después, volvíamos a sentir el cosquilleo en el estómago y una inmensa felicidad en nuestros corazones. Sé que muchos no pensaréis lo mismo que yo, que consideráis Disneyland como un parque de atracciones más, pero para los Disney adictos, es algo más. Es volver a casa, es volver al lugar en el que tanto peques como mayores se convierten en niños y anhelan una foto con uno de sus personajes favoritos de infancia. Ya era una realidad, habíamos vuelto a Disneyland París y nada ni nadie nos iba a quitar esa sensación de alegría inmensa.

Algo que enseguida aprendes de Disneyland París tras unas visitas es que cada rincón, cada edificio, cada decoración, todo responde a un plan, todo va encajado en una historia llena de magia e ilusión. Cada uno de los lands esconden un mundo y nada está puesto al azar. De ahí que uno tiene que tomarse su tiempo para admirar las decoraciones con tranquilidad y dejarse llevar por esa música embriagadora que te recuerda que aún queda algo de polvo de hadas en ti por muy adulto que seas. 

Así que vamos a empezar nuestra aventura en Disneyland París, una vez que ya tenemos los pases de minusválidos en nuestros manos. 

Y nada mejor que empezar por una de las atracciones estrella del parque: It's a small world. Escribiendo esto, estoy tarareando la canción de la atracción, jejeje

Y ya que estamos por Fantasyland, una vez que hemos tenido la fortuna de encontrarnos con Perla y Suzy, seguimos montado en El País de los Cuentos de Hadas y en el tren de Casey JR. 

     

Y ya que estamos en Fantasyland vamos a hacer una visita al anfitrión, a darles las gracias por habernos invitado a su casa. Mickey Mouse nos espera con la mejor de sus sonrisas. 

Cambiamos de land, nos vamos a Frontierland para ver el espectáculo del Bosque Encantado, precioso. Me quedo con la escena de Rapunzel y Flynn en la barca y con Tarzán, jejejeje

     

Directos a la Phantom Manor después del espectáculo. Qué impresionantes son los espectáculos de Disneyland París. Cómo se nota el trabajo que hay detrás de los mismos. 

Hoy nos toca ir picoteando un poco de land en land por la lluvia. Imposible subirse a la Big Thunder lloviendo, así que vamos en busca de otra atracción cubierta en la que aún no hubiéramos montado, así que emprendemos camino hacia Discoveryland, para Buzz Lightyear. Qué divertido eso de disparar a diestro y siniestro aunque me da la impresión de que mi pistola nunca funciona, o eso, o soy muy mal disparando, jejeje

Al salir de Buzz ha dejado de llover, así que aprovechamos para montar en Autopia. Y que conste que no conducimos nosotros, pero qué bien nos lo pasamos. 

¿Se puede ser más guapo? Nooooooo. Y de Autopia a Orbitron.

Hora de probar la valentía de Rubén en Space Mountain o como ahora se llama HyperSpace Mountain, ni qué decir que salió muy feliz. 

Y para terminar con las atracciones de Discovery Land, a excepción del Nautilus que no nos llama la atención, vamos a probar la nueva película de Star Tours. Nos encantó y eso que después de Futuroscope y los simuladores de allí, podríamos habernos defraudado pero no fue así. Por fin había una nueva película en este simulador. 

Se nos está dando muy bien la tarde, para haber entrado en el parque a las 3, ya teníamos un land completo, un espectáculo visto y algunas otras atracciones de otros lands. Pero claro nos queda por montar en una de las atracciones estrella del parque sobre todo para alguien que no es de montañas rusas: Big Thunder Mountain. Ha dejado de llover y hay que aprovechar antes de que vuelva la lluvia. 

Me encanta el color que va cogiendo el parque cuando anochece. 

     

Creo que esos tres bichos intentaban imitar mis gritos en la Big Thunder, jejeje

Tenemos ganas de comer pasta, así que nos vamos a Fantasyland al restaurante Au Chalet pero cuando llegamos nos dicen que ese land cierra antes que el resto porque tienen que preparar los fuegos y el espectáculo de Dreams, así que preguntamos uno similar y nos mandan al Colonel Hathi en Adventureland donde afortunadamente la carta es prácticamente igual, así que podemos comer lo que nos apetecía. Me ha dado la impresión este año de que como los restaurantes de mesa y buffets han subido mucho el precio, han mejorado la oferta de restauración de los restaurantes de comida rápida, o teníamos mucha hambre de tanto andar y ya nos comíamos lo que fuera, jejeje

Después de la paliza del trayecto en coche desde Bruselas y la emoción del primer día de vuelta en Disneyland París, decidimos que mejor dejamos el espectáculo de Dreams, perdón Illuminations, para el día siguiente. Volvemos al hotel no sin antes echar una mirada a nuestro querido castillo. Ah, y se me olvidaba, unas cuantas compras de despedida por todas las tiendas de Main Street. Lo siento, soy una adicta a las compras en Disneyland París.