La Catedral de Amberes es la más grande de toda Bélgica y Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde 1999.
Data de 1352 pero su estado gótico actual se debe a los hermanos De Waghemakere del siglo XV y a Pieter Appelmans que construyó la torre y reemplazó la antigua iglesia románica construida en el mismo lugar.
Ha sufrido 4 grandes desastres de los que ha conseguido escapar.
El primer desastre ocurrió en 1533 cuando el emperador Carlos V tuvo la ambición de construir una de las mayores iglesias del mundo pero sufrió un desgraciado incendio que obligó a la rehabilitación de su interior y a la paralización de la segunda torre.
La segunda desgracia tuvo lugar durante la revolución de los iconoclastas entre 1566 y 1581, los protestantes saquearon y destruyeron una gran parte de su interior y especialmente en el saqueo de Amberes de 1576.
La tercera desgracia fue que Amberes cayó bajo la administración protestante en 1581, y una serie de tesoros artísticos fueron destruidos, retirados o vendidos.
La última prueba fue durante la revolución francesa de 1794 en la que la catedral fue saqueada y sufrió daños muy graves y en las que se robaron las obras maestras de Rubens. Afortunadamente las piezas fueron devueltas y desde el año 1965 se viene restaurando quedando en su aspecto actual.
En su exterior destaca la única torre de 123 metros de altura que es la más alta de todo Bélgica.
Del interior de la catedral vamos a destacar los siguientes puntos.
La catedral está dedicada a Nuestra Señora. En numerosos lugares de la catedral, veremos hermosas imágenes de María. La Asunción de la Virgen de Rubens decora todo el altar mayor de la iglesia.
La pintura de Cornelius Schut, de idéntica temática, nos sorprenderá cuando alcemos la mirada hacia la cúpula.
La belleza de la marmórea Virgen de la Escuela del Mosa es fascinante.
También a destacar la estatua de la Virgen de Amberes en la Capilla de Nuestra Señora.
Además de estas pinturas de Rubens, también encontraremos otras de los siglos XVI y XVII de maestros flamencos como Quintin Massys y Frans Floris. La posibilidad de contemplar estas obras de arte en su ubicación original se debe a la colaboración con el Real Museo de Bellas Artes de Amberes.
Sin duda, una de las joyas de la Catedral son las cuatro obras maestras de Pedro Pablo Rubens que forman del patrimonio artístico de la catedral. La elevación de la Cruz, El descendimiento de la cruz, La Asunción de la Virgen y la Resurrección de Cristo. Este pintor amberino es el máximo exponente del Barrco en los Países Bajos.
La música sigue siendo un elemento importante en la liturgia. Dos grandes órganos dan fe de ello: el órgano Metzler del siglo XX y el órgano romántico Schyven del siglo XIX.
En la nave central destaca el impresionante púlpito. Este objeto procede de la Abadía de San Bernardo, situada en el sur de Amberes. Aves y plantas reflejan la alegre diversidad de la Creación. En diferentes lugares de la iglesia se encuentran los confesionarios del siglo XVIII. Las figuras talladas simbolizan la penitencia y el perdón.
El hombre que lleva la cruz, de Jan Fabre pretende ser un espejo para todo aquel que visite la catedral. La escultura en bronce invita además a mantener la cruz en equilibrio y a sentir cómo nos influye.
A destacar también las vidrieras de la nave central y de las laterales que datan del año 1537 y contienen numerosas escenas de la biblia.
Sin duda, después de ver estas fotos, espero que si alguna vez visitas Amberes, incluyas el interior de la catedral en tus planes, aunque tengas que pagar una entrada de 6 euros, que bien amortizarás pues pasarás mínimo una hora descubriendo cada rincón de esta bella catedral gótica. Os dejo alguna foto más.
En la nave central destaca el impresionante púlpito. Este objeto procede de la Abadía de San Bernardo, situada en el sur de Amberes. Aves y plantas reflejan la alegre diversidad de la Creación. En diferentes lugares de la iglesia se encuentran los confesionarios del siglo XVIII. Las figuras talladas simbolizan la penitencia y el perdón.
El hombre que lleva la cruz, de Jan Fabre pretende ser un espejo para todo aquel que visite la catedral. La escultura en bronce invita además a mantener la cruz en equilibrio y a sentir cómo nos influye.
A destacar también las vidrieras de la nave central y de las laterales que datan del año 1537 y contienen numerosas escenas de la biblia.
Sin duda, después de ver estas fotos, espero que si alguna vez visitas Amberes, incluyas el interior de la catedral en tus planes, aunque tengas que pagar una entrada de 6 euros, que bien amortizarás pues pasarás mínimo una hora descubriendo cada rincón de esta bella catedral gótica. Os dejo alguna foto más.
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