Nuestro viaje en Semana Santa 2017: Día 4

Hoy es el día de las despedidas. Nos despedimos de la casa rural La Posada del Santo que había sido nuestro hogar durante 4 días, nos despedimos de Elena, la dueña de la casa rural, y de La Rioja y tierras alavesas, empezando ya a planificar nuestro próximo viaje y contando los meses que nos quedan para el gran viaje de Agosto que nos llevará hasta Bruselas recorriendo toda Francia para acabar en nuestro lugar mágico especial: Disneyland París. 

Pero eso será otra historia. 

Una vez ya cargados los coches, pusimos rumbo a Haro, la capital del vino. Habría sido imperdonable visitar La Rioja y no habernos traído algo de vino de la zona. 

Aparcamos en la Plaza Castañares, no muy lejos del centro. Y en primer lugar nos dirigimos a la Basílica de Nuestra Señora de la Vega. 

Y luego ya fuimos dando un paseo agradable por toda la localidad hasta la Plaza de la Paz y la Iglesia de Santo Tomás, uno de los monumentos más emblemáticos de Haro.

A pesar del cansancio acumulado en los cuatro días de viaje, decidimos acercarnos al Barrio de la Estación para comprar vino en una de las bodegas de Haro. Entramos en la de la Compañía Vinícola del Norte de España, C.V.N.E., y lógicamente nos hicimos con unas cuantas botellas de vino de La Rioja. 

Tan rápidos habíamos siendo viendo Haro que aún no era hora de comer y nos daba pena dar por terminado este viaje, así que echamos mano de google para ver donde podríamos comer y decidimos acercarnos a la localidad de Cuzcurrita del río Tirón, pequeña localidad de La Rioja atravesada por el río Tirón que conserva la arquitectura medieval. 

Dimos un agradable paseo y los chicos pasaron un rato divertido jugando al frontón. 

Antes de irnos a comer, aún tuvimos tiempo de acercarnos en coche a la ermita de Sorejana situada a un poco más de dos kilómetros del pueblo. Una pena que estuviera cerrada, cosa normal teniendo en cuenta la hora que era. 

Y ya por fin llegó el momento de comer. Hicimos lo propio en Casa Marga, un restaurante situado a la salida del pueblo. La verdad es que comimos bien y barato. Y por fin pudimos probar las famosas patatas riojanas. 

Y con este festín, terminó nuestro viaje de Semana Santa de este año 2017, corto pero intenso, y como siempre lleno de muchos momentos únicos, divertidos e inolvidables. No nos dio tiempo a ver todo lo que teníamos planificado, pero en líneas generales fue un viaje muy completo, con monumentos, naturaleza, paseos, buenas comilonas y muchas risas. 

Espero que os haya gustado esta review. Pronto más.