Nuestro viaje en Semana Santa 2017: Día 2

Segundo día por tierras riojanas, aunque en esta ocasión hemos decidido cruzar la frontera para adentrarnos en Euskadi y acercarnos al famoso Salto del Nervión. Nos apetece un poco de senderismo y de naturaleza, para contrarrestar lo bien que estábamos comiendo por La Rioja. 

Llegamos al pueblo de Gillarte, y desde allí seguimos la carretera que nos llevó a un aparcamiento y nos adentramos en la pista forestal con el coche cuando a los pocos metros, tuvimos que dar marcha atrás, el camino no era el apropiado para un coche normal y además con 7 ocupantes en su interior, así que decidimos lanzarnos a la aventura senderista y recorrer los más o menos 5 kilómetros y media que había entre donde habíamos dejado el coche y el Salto del Nervión. Un poco más de una hora de ida y de otra de vuelta. Afortunadamente el terreno era una pista forestal bastante fácil sin muchos repechos, casi prácticamente en llano pero no somos unas personas muy acostumbradas a caminar así que llevamos al final de trayecto bastantes cansados. 

Está claro que la opción de entrar por Gillarte no fue la correcta, al parecer si entras por Delika la pista está en mejores condiciones y tienes tres aparcamientos en el camino para dejar el coche, pero entonces hubiéramos tenido que hacer más trayecto en coche desde Cañas. La verdad es que a pesar del cansancio, y de tener que retrasar la hora de comida a las 3 ya que teníamos reserva en un restaurante, fue una experiencia muy bonita, y divertida. 

Volvimos al coche y de reconocer que los últimos kilómetros se me hicieron interminables, creía que no llegaba. Al final mi querido Botas tomó un atajo y llegó el primero pero he de decir orgullosa que fui segunda, jeje.

De aquí, y después de tanto andar, como comprenderéis, estábamos casi desfallecidos, así que directos a comer al restaurante Ochavo en la localidad de Sajazarra, un pueblo precioso de La Rioja. Habíamos reservado mesa en este restaurante para celebrar el cumpleaños de nuestro hijo mayor y de paso probar alguna de las delicatessen de la zona. Comimos muy bien y se agradece encontrar un lugar en el que disponen de un menú de niños por un precio bastante económico. 

Y de paso que estábamos en este precioso pueblo, decidimos dar una pequeña vuelta y acercarnos al castillo.

A las 6 teníamos también reserva para visitar el Monasterio de la Piedad en la localidad de Casalarreina, a pocos kilómetros de Sajazarra. Incluso llegamos un poco antes y pudimos hacer la visita de las 5. La visita es guiada pues la guía te va abriendo las diversas dependencias del monasterio. No es que no nos gustara la visita pues el monasterio es impresionante, pero está claro que no todo el mundo tiene la capacidad de comunicar. Aún así, os recomiendo que lo visitéis.

Es un cenobio de monjas Dominicas Contemplativas construido a principios del siglo XVI en los estilos gótico isabelino y renacentista plateresco. Es el único monasterio de España inaugurado por un papa.  

Nos tomamos un pequeño refrigerio para reponer fuerzas y de vuelta a la casa. Es increíble lo rápido que se pasa el tiempo cuando se está disfrutando de la vida.