Fuentes de los Jardines de la Granja de San Ildefonso

Una tarde cualquiera de un fin de semana cualquiera, planificamos una visita a los Jardines del Palacio Real de la Granja de San Ildefonso en Segovia a una hora más o menos de casa, para ver en funcionamiento las famosas fuentes.

El día que nosotros fuimos se pusieron en marcha las fuentes de “Canastillo”, “Ranas”, “Baños de Diana” y “La Fama”, aunque también pudimos disfrutar de un paseo por los jardines, lástima que el tiempo se nos echó encima y no pudimos llegar hasta el laberinto. Sin duda, habrá que repetir.

La entrada en estas fechas en las que ya están en funcionamiento las fuentes, hasta el 12 de octubre, es de 4€ y las fuentes funcionan los miércoles, sábados y festivos (no domingos) a las 17:30 y los domingos a las 13:00.

Las fuentes funcionan en dos grupos. Es decir se va alternando el grupo cada semana. El grupo 1 son las que nosotros vimos que ya os he mencionado, y el grupo dos son "Carrera de Caballos", "Canastillo", "Ranas" y "La Fama".

Hay tres días que se ponen en funcionamiento todas las fuentes: 30 de mayo, 25 de julio y 25 de agosto, los tres días a las 17:30, pero visto la cantidad de gente que había el día que nosotros fuimos, estos días debe de haber una gran multitud que evidentemente dificulta la visión y el disfrute de este bellísimo espectáculo. Además el día 25 de agosto como es la festividad de San Luis y Patrón de La Granja el acceso es gratuito. 

Los jardines fueron diseñados por el jardinero francés René Carlier. A su muerte el trabajo fue continuado por Esteban Boutelou. Al contrario que en Versalles, en La Granja se utilizó la propia pendiente natural del terreno para conseguir una presión no vista hasta entonces en la época lo que permite que algunas fuentes superen los 40 metros de altura. 

Fuente del Canastillo

El monumento consiste en un canasto lleno de frutos rodeado de cuatro náyades. Tiene un gran chorro vertical y varios más pequeños alrededor en lo alto del Canastillo. Un consejo: cuando el guardia os diga que os apartéis que el agua va a salpicar, o mejor dicho, empaparte, confiad en él, y retiraos a tiempo porque es probable que te mojes si no lo haces. 

Fuente de Las Ranas

La Fuente de Las Ranas es una de las fuentes más espectaculares. Tiene más de 60 surtidores de agua. La fuente cuenta la experiencia mitológica de Latona, madre de Diana, cuando en su peregrinación sintió sed y pidió a los labradores Licios que le dieran agua. Ellos no solo no se la dieron sino que enturbiaron el agua del lago. Como castigo, Diana los convirtió en ranas. 

Consiste en una tarta octogonal de mármol y la estatua de Latona está en lo alto rodeada de seis ranas que expulsan chorros verticales. En las paredes de la tarta hay mascarones y decenas de ranas que emiten agua en todas direcciones. En el pilón hay ocho hombres convertidos en rana que expulsan grandes chorros verticales y decenas de ranas que emiten agua hacia Latona. 

Baños de Diana

Sobre una pared una hornacina. A ambos lados dos pilastras sostienen dos cascadas de cuatro tazas. Corona el cuerpo central un gran jarrón con guirnaldas de flores que expulsa gran cantidad de agua. A ambos lados leones que sostienen en sus garras a dragones alados. En la hornacina está sentado Acteón tañendo la flauta y sobre la gradería de mármol está Diana sentada como saliendo del baño y cinco ninfas a su alrededor le ayudan y perfuman. Repartidas por todo el estanque hay otras ninfas, cisnes, perros, ciervos, cuyos surtidores forman caprichosos juegos de aguas. 

Y por último, la Fuente de la Fama.

La pila es ovalada y en el centro se sitúa una roca de plomo. En lo alto de la roca se encuentra la Fama montada en un caballo alado tocando su flauta de donde sale un chorro de más de 42 metros de altura. El caballo está pisando a cuatro guerreros que representan a la envidia, la ruindad, la maldad y la ignorancia. En la base del peñasco se encuentran cuatro númenes de río que vierten agua desde sus ánforas, dos ancianos que representan al río Duero y al Ebro y dos ninfas que representan al Guadiana y al Pisuerga. Alrededor de la roca hay geniecillos montados sobre delfines que expulsan agua por la boca. 

     

Aparte del recorrido por estas cuatro fuentes en funcionamiento, los Jardines de la Granja ya de por sí merecen ser visitados. Un lugar mágico, en armonía con la naturaleza y digno de todo un rey. 

Impresionante, ¿verdad?. Así que ya sabéis, si tenéis oportunidad de acercaros a La Granja, no os perdáis el espectáculo de sus fuentes en el horario que os hemos comentado antes.