Ponte Vecchio en Florencia

Visitar París y no ver la Torre Eiffel o Roma y no ver el Coliseo, sería equiparable a no cruzar el Ponte Vecchio en Florencia. Símbolo de la ciudad, y uno de los lugares más turísticos de la misma, sobre todo si tenemos en cuenta que ha sobrevivido durante casi siete siglos. Podría haber sucumbido a las múltiples inundaciones de la ciudad o haber caído víctima de los nazis en 1944, pero fue el único puente que se salvó - por orden específica de Hitler - cuando el mariscal de campo Kesseling intentaba retrasar el avance del ejército aliado.

Es probable que ya existiera un puente en la época de los etruscos en el lugar del Ponte Vecchio, levantado en el punto más estrecho del Arno. En época romana formaba parte de la Via Cassia, una ruta principal que enlazaba Roma con el norte de Italia, aunque algunos historiadores afirman que el puente de la época romana estaba localizado río arriba. Durante siglos, este paso fue el único lugar de comunicación entre las dos orillas del Arno, pero su estructura externa de madera fue sustituida en varias ocasiones, casi siempre después de inundaciones. 

La reorganización de las defensas de la ciudad en 1172 incluyó ampliar zonas al sur del río, con lo cual el paso adquirió todavía una mayor importancia como punto axial del tejido urbano. Cuando las inundaciones de 1177 arrasaron el puente de madera, los gobernantes de la ciudad encargaron lo que probablemente fue el primer puente de piedra en ese lugar, aunque todavía tenía el firme de madera. Y solo después de las inundaciones de 1333 y la destrucción de esa estructura, la ciudad decidió construir el actual puente de piedra en 1345. 

En ese momento el puente tomó su nombre actual - que significa puente viejo - acuñado por los florentinos para distinguirlo del Ponte alla Carraia, río arriba, entonces conocido como Ponte Nuovo. Al mismo tiempo, el puente se convirtió en un punto de apoyo para las defensas de la ciudad a orillas del río. Se consideró que todas las fachadas que daban al río eran un peligro en caso de ataque y las modificaron para cegarlas o se eliminaron las ventanas. 

Las famosas tiendas sobre el Ponte Vecchio empezaron a instalarse a lo largo del siglo XIII. La mayoría era de carniceros y pescaderos, que podían arrojar cómodamente los desperdicios al río. Después se instalaron los curtidores, que utilizaron el río para poner en remojo las pieles de los animales antes de curtirlas con orina de caballo.

El puente fue objeto de una importante restauración en 1565 cuando el gran duque Cosme I mandó construir el Corridoio Vasariano, o corredor Vasarinao, un pasadizo cubierto que unía los Uffizi, por entonces oficinas de los Médicis, con el Palazzo Pitti, un palacio recién comprado por la familia, situado al otro lado del río. El pasadizo se construyó con ocasión de la boda del hijo de Cosme I, Francisco con Juana de Austria. De su construcción se encargó Giorgio Vasari, pintor y escritor conocido por sus biografías de grandes pintores italianos. Vasari consiguió que el proyecto se realizara en solo cinco meses, y afirmaba que se había inspirado en el pasadizo que unía los palacios de Príamo y Héctor en la antigua Troya. En la actualidad el corredor discurre por encima de las tiendas del puente.

En 1593, un futuro gran duque, Fernando I de Médicis, expulsó de las tiendas del puente a los comerciantes que producían olores desagradables y ruidos molestos. En su lugar instaló a unos 50 joyeros y orfebres, muchos de cuyos descendientes siguen dedicándose al comercio de las hermosas madielle, o ventanillas de sus tiendas con postigos de madera. Qué precios!!!!

No perdáis, bajo ningún concepto, la oportunidad de cruzar este precioso puente y de vislumbrarlo desde los puentes cercanos, de día o de noche. Para mí, el lugar más bonito de Florencia.