Museo dell'Opera del Duomo en Siena

El museo está situado detrás de la catedral, en un edificio que ocupa parte de la nave del siglo XIV del Duomo Nuovo, la nueva catedral que nunca fue terminada. 

Incluida su visita en la OPA Si Pass y a pesar de no ser una enamorada de los museos catedralicios, nos decidimos a visitarlo sobre todo porque por dentro se accede desde la primera planta al famoso Facciatone, desde donde se pueden contemplar unas preciosas vistas de Siena. 

La primera sala de la planta baja es la Sala delle Statue o sala de las estatuas. En el centro de esta sala se encuentran dos obras maestras de la escultura. La primera es un delicado relieve, de color miel, de la Virgen con el Niño, del escultor Donatello; la segunda es un relieve de la Virgen con el Niño y san Giralmo, de Jacopo della Quercia, principal escultor del Renacimiento sienés. 

Junto a las paredes se hallan estatuas de profetas y otros personajes de Giovanni Pisano; el grupo de esculturas, que procede de la fachada de la catedral, es uno de los conjuntos góticos más importantes de Europa. 

Una escalera conduce a la Sala di Duccio, donde se encuentra una de las pinturas italianas más maravillosas, la Maestà de Duccio di Bouninsegna. Pintada por ambos lados y acompañada de unos 45 paneles, los especialistas la consideran la pintura de encargo por la que hasta el momento se había pagado una cifra de dinero más alta. Duccio era un personaje rebelde si consideramos las sucesivas multas que le impusieron por diversas faltas menores y le llevó unos cuatro años completar la obra. Cuando estuvo acabada fue considerada una pieza maestra y llevada en procesión por Il Campo hasta la catedral, donde su colocación se celebró con una misa especial.

El tema principal es la Virgen entronizada o Maestà, un tipo de pintura en la que la Virgen aparece como Reina de los Cielos, rodeada por una corte celestial de santos y ángeles. Este género fue un invento sienés. 

La Maestà eclipsa otras obras destacadas de la sala como una Madonna con el Niño, obra temprana de Duccio y la Natividad de la Virgen, obra tardía de Pietro Lorenzetti. 

Después, por la escalera se llega a la Sala di Tesoro, donde se pueden observar muchos relicarios y obras menores en cristaleras. 

Y así se llega a las escaleras que conducen al Panorama o Facciatone. Os aconsejo ir en primer lugar al mismo, ya que luego solo permiten la subida de pocas personas en pocas, así que puedes encontrarte con el problema de tener que esperar demasiado tiempo, aunque la espera bien merece la pena, una vez que puedes tener a Siena a tus pies. 

Se nos hacía ya tarde para continuar visitando Siena, así que decidimos dar por terminada nuestra visita al museo. Ni qué decir que las vistas merecieron la pena, una auténtica maravilla.