Blog Los viajes de Dora Duomo de Santa María del Fiore de Florencia ~ LOS VIAJES DE DORA
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Duomo de Santa María del Fiore de Florencia

En 1294 los florentinos encargaron a Arnolfo di Cambio que presentaran planos para una nueva catedral. La primera piedra de la misma se colocó el 8 de septiembre de 1296 y el edificio recibió el nombre de Santa María del Fiore, que deliberadamente vinculaba a la Virgen con la Flor del emblema de Florencia. 

Actualmente, el efecto más deslumbrante de la catedral es su fachada, que comparativamente es de reciente construcción. La fachada original de Arnolfo se derribó en 1587, cuando solo estaba terminada una cuarta parte de ella, para empezarla de nuevo con un estilo más acorde con el gusto de finales del siglo XVI. De todas formas, se tardaron unos trescientos años en tener una nueva fachada. La actual se construyó en 1887, por un arquitecto poco conocido llamado Emilio de Fabris. 



La fachada entera está dedicada a María, madre de Cristo y patrona de la catedral. 

La construcción de las tres puertas de bronce se llevó a cabo de 1899 a 1903. Están adornadas con escenas de la vida de la Virgen. Los mosaicos de los tímpanos de las puertas fueron diseñados por Niccoló Barabino. Representan: La Caridad entre los fundadores de instituciones filantrópicas florentinas, Cristo en el trono con María y Juan Bautista; Artesanos florentinos y Mercaderes y humanistas rindiendo homenaje a la Fe. 

     



Encima de la fachada se abren una serie de nichos con los doce Apóstoles y en el centro, la Virgen con el Niño. Entre el rosetón y el tímpano hay una galería con los bustos de grandes artistas florentinos.




Pasar al interior de la catedral produce una especie de sobresalto. Lo que en el exterior es ornamento y color, en el interior es todo espacio y lúgubre austeridad. Las demandas del Priorato de un gran edificio se siguieron al pie de la letra, porque es evidente que la preocupación por la dimensión es abrumadora, esta es la cuarta catedral más grande de Europa. 

Presenta planta basilical clásica, con una nave central muy alta y ancha y dos naves laterales de menores dimensiones, formando una cruz latina. Las naves quedan separadas por anchos arcos ojivales con columnas compuestas, dividiendo la nave en cuatro tramos cuadrados. 




A pesar de esa sobriedad, destacamos algunas obras de importancia. 

Sobre el muro interior de la puerta principal hay un curioso reloj que marca la llamada hora itálica, que hace coincidir la hora 24 del día con la puesta del sol. Este sistema fue diseñado sobre todo para marcar las divisiones canónicas del día y se mantuvo hasta el siglo XVIII en gran parte de Italia. Los bustos de los profetas que decoran el reloj son obra de Paolo Uccello. 




Como la catedral fue construida con fondos públicos, algunos objetos de arte están dedicados a las personas ilustres de Florencia.

Dante y la Divina Comedia de Domenico di Michelino. Esta pintura es interesante porque muestra una vista de Florencia en 1465.


La estatua ecuestre de Giovanni Acuto de Paulo Uccello y la de Niccoló da Tolentino de Andrea del Castagno. 

     

La iglesia es particularmente notable por sus 44 vitrales, el proyecto más grande de este tipo en Italia de los siglos XIV y XV. Se representan figuras de santos del Antiguo y Nuevos Testamento y en el rosetón de la cúpula Cristo y María. Es el trabajo de los artistas florentinos más importantes de la época como Donatello, Lorenzo Ghiberti y Paolo Uccello.




El precioso monumento funerario de Antonio d'Orso, obispo de Florencia, hecho por Tino di Camaino, el escultor más importante de su tiempo. 


La cruz monumental, situada detrás del tono episcopal, en el altar mayor, es de Benedetto da Maiano. 


Y por supuesto la cúpula, a la que hemos dedicado una amplia entrada en el blog.


La catedral ha sufrido laboriosas excavaciones entre 1965 y 1974. Las bóvedas subterráneas fueron usadas para sepultar a los obispos florentinos a través de los siglos. La historia arqueológica de esta enorme área ha sido revelada: ruinas de casas romanas, un pavimento del cristianismo temprano, ruinas de la antigua catedral de Santa Reparata y ampliaciones sucesivas de dicha iglesia. 



     






La entrada a la cripta está incluida en la entrada general del Baptisterio, cúpula y campanile. La entrada a la catedral es gratuita pero las colas suelen ser kilométricas. Tal vez sería conveniente establecer como en la Basílica de San Marcos un pago simbólico para saltarte las colas. Nosotros pudimos acceder fácilmente gracias a que íbamos con un minusválido pero de no ser así, la hora y media de cola no nos la habría quitado nadie. 

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