Blog Los viajes de Dora Bajo el Sol de la Toscana - Día 1 ~ LOS VIAJES DE DORA
Ir al contenido principal

Bajo el Sol de la Toscana - Día 1

Cuando empezamos a planificar este viaje a Italia, surgieron las primeras dudas. Si ir en avión o en coche. Teniendo en cuenta los precios de los aviones, la poca oferta desde Madrid para viajar a Florencia y los abusivos precios de los coches para los 7, decidimos embarcarnos en una verdadera road trip. 

1863 kilómetros de distancia desde Madrid hasta Florencia, más de 16 horas nos dejaban claro que teníamos que hacer noche por el camino. Así que el primer paso fue decidir en donde parar. Por ello, tras cerca de 10 horas de viaje, elegimos un Ibis Budget en la localidad de Aix en Provence en Francia para descansar en nuestro primer día. 

Y lógicamente y teniendo en cuenta que estábamos deseando empezar esta nueva aventura, madrugamos bastante. A las 4 de la mañana, ya estábamos levantados y a las 4 y media salíamos de casa para recoger al resto de la expedición. 



Una breve parada para desayunar una vez pasado Zaragoza en el área de servicio de Pina de Ebro ya en la AP2 de camino a Lleida. Parecía mentira que después del madrugón, los 7 fantásticos tuvieran ganas de sonreír. 





En las inmediaciones de Fraga en la AP-2 pasamos por el Meridiano de Greenwich. Un arco sobre la carretera nos lo recuerda. 



Otra breve parada para llenar el depósito que la gasolina está mucho más cara en Francia y no digamos en Italia. Y por fin pasamos la frontera. Ya estamos en Francia. 



De camino al hotel, habíamos planificado visitar la ciudad de Nimes pero lógicamente primero tuvimos que para para comer. 

En un principio íbamos a parar en el Aire de Narbonne-Vinassan porque habíamos visto que había un Autogrill y aunque los precios suelen ser elevados, sin duda, las áreas de servicio francesas son espectaculares por limpias y grandes. Pero por desgracia no pudimos pues estaban en obras, así que paramos un poco más adelante. Ningún problema en encontrar otra área de servicio, están perfectamente señalizadas a lo largo de la carretera, así que no te agobies por ello. No comimos mucho, pues la oferta culinaria no era muy grande, pasta y unos bocadillos pero lo suficiente para poder seguir camino. De todas formas, después de pasarnos todo el día en el coche, no es que tuviéramos mucha hambre. 






Ahora ya sí que continuamos viaje hasta Nimes. Después de 9 horas de coche, aparcamos en un parking subterráneo en concreto en el Boulevard Gambetta justo al lado de la Iglesia de San Baudelio. 



En cuanto aparcamos, nos dirigimos a la joya de Nimes, el Anfiteatro o Arena. 

Hay distintos tipos de entrada, o solo la Arena o combinados con la Torre Magna y la Maison Carree pero como no teníamos mucho tiempo para disfrutar de la ciudad, decidimos simplemente comprar la entrada para el Anfiteatro. 

Es impresionante que después de tantos siglos podamos visitar un monumento tan antiguo y tan bien conservado aunque personalmente no me gustaron los asientos de aluminio que habían puesto para los espectáculos, desvirtúan un poco la verdadera belleza del monumento. 







     



Como podéis ver en las fotos, hacía un sol radiante y muchísimo calor, así que no quedaba otra que descansar intentando refugiarse un poco del sol, cosa harta difícil. 


     





Una vez visitada la Arena, foto de rigor en la estatua del torero. 




Nuestro siguiente punto de visita sería la Maison Carree, aunque no tuviéramos entrada para su interior, al menos veríamos este templo romano desde fuera. Decidimos ir dando un paseo por las calles típicas francesas llenas de boulangeries y pastisseries con olor a pan recién hecho. Vimos la Torre del Reloj y la Catedral de San Cástor que también estaba cerrada. Afortunadamente sí encontramos abierta la Iglesia de San Pablo. Y por supuesto nos comimos un crepe que para algo estamos en Francia. 






La Maison Carree es un templo romano consagrado al culto imperial. 






Como íbamos con tiempo, decidimos seguir descubriendo Nimes con los Jardines de la Fontaine para llegar hasta la Torre Magna. En un principio parecía una buena idea, pero la verdad es que la torre estaba lejos, bastante lejos y cuando quisimos darnos cuenta el tiempo se nos echaba encima. Aún así pudimos disfrutar de un precioso paseo por los jardines y además de la Torre, también visitamos el Templo de Diana. Los jardines me recordaron a Sintra, salvando la distancia claro. Lástima que no tuviéramos suficiente tiempo pues aún nos quedaba una hora para llegar al hotel Ibis en Aix en Provence y teníamos que cenar que al día siguiente nos esperaba otro día completo.












Salimos de Nimes tarde, así que antes de abandonar la ciudad vimos un McDonalds y nos fuimos directos a cenar. Llegamos al hotel sobre las 10 de la noche. Hicimos el check-in introduciendo el código de reserva de booking en una máquina que hay en la entrada que te da un ticket con el código para acceder a la habitación y abrir la puerta del parking. 

Primer día superado con matrícula de honor. Nimes me gustó bastante, merece una visita de un par de horas o cuatro, como en nuestro caso. Eso sí, el calor agobiante. Hora de dormir después de más de 16 horas en pie. Al día siguiente nos esperaba Pisa y su famosa torre inclinada. 

Comentarios