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Visita a Aveiro

Nuestro siguiente punto en el mapa de Portugal fue la localidad de Aveiro, capital del Distrito de Aveiro, en la Región Centro y subregión del Baixo Vouga, situada cerca de 55 km al norte de Coímbra y frecuentemente denominada "La Venecia de Portugal", por sus canales que atraviesan el centro de la ciudad.

Aparcamos justo en la calle paralela al canal de Sao Roque para ver los puentes e ir dando un paseo por el canal hasta el centro.

En cuanto sales del coche, te das cuenta de que Aveiro tiene una atmósfera diferente, y ese silencio y tranquilidad se apoderan de ti, transmitiéndote serenidad.





Tomamos una de las calles que conducen al centro de la ciudad, no recuerdo bien cuál, el caso es que acabamos llegando a la Iglesia de la Veracruz.

     





Justo frente a la iglesia, se encuentra la Plaza 14 de julio, a pesar de que la zona está llena de tiendas y restaurantes, se sigue respirando tranquilidad y sosiego.




Y de allí callejeando por estrechas calles algo decadentes, llegamos al canal principal.


 


Justo frente al canal, se encuentra la Oficina de Turismo, en donde muy amablemente nos entregaron un mapa de la ciudad y nos señalaron los lugares más representativos de la misma.

Ahora sí que podíamos empezar el paseo en condiciones.
Seguimos nuestro paseo por Aveiro ya con mapa en la mano en dirección a la catedral.

Y así pasamos por la Cámara Municipal de la localidad.


Justo al lado se encuentra la Iglesia de la Misericordia, construida en la actual Rua de Coimbra entre finales del siglo XVI y mediados del siglo XVII. Destaca en su portada, revestida de azulejos del siglo XIX, el grandioso portal en cuyo centro se encuentra la imagen de Nossa Senhora da Misericordia, considerado como un claro ejemplo del último período del Renacimiento. Su interior está revestido de azulejos y en él destacan los retablos de su capilla mayor.
         
 


Y en un agradable y tranquilo paseo llegamos hasta la catedral, pasando por el Museo de la Ciudad, a cuyo interior no accedimos.














 

La Catedral de Aveiro está situada en el antiguo convento dominico, conocido por haber sido la primera comunidad religiosa que se instaló en la ciudad.

La Iglesia llama la atención inmediatamente por su magnífica fachada, con imágenes de las Virtudes Humanas y la imponente torre del campanario.



En el espacio interior domina el blanco de la piedra caliza; las diversas capillas están decoradas por conjuntos de talla, piedra y azulejo de diferentes épocas.



   

   




Una vez visitada la Catedral, continuamos nuestro tranquilo paseo por una calle ya más transitada, la Avenida 5 de octubre, hasta llegar al canal.




Allí volvemos a ver los famosos moliceiros, las barcas que hacen el recorrido por los canales de Aveiro.

A lo lejos podemos ver ya uno de nuestros últimos destinos, la antigua fábrica de azulejos de la localidad, considerada como uno de los mejores ejemplares de arquitectura industrial. Está hecha en arcilla roja y data del siglo XX.

En la actualidad, esta antigua fábrica funciona como un importante centro de congresos, espectáculos y conferencia de la región, e incluso alberga algunos servicios públicos.




Ya con el cansancio visible en nuestras piernas después del madrugón, paseo por Viseu y ahora por Aveiro, llegamos a uno de los puntos que más interés teníamos en visitar: la estación de tren. Presenta una fachada totalmente decorada de azulejos polícromos, en tonos azules y amarillos, que representan varias escenas ferroviarias, naturales y de cultura y actividades tradicionales.









   

   


Antes de dirigirnos de nuevo al coche, y de paso cenar en el centro comercial Forum Aveiro, hicimos una breve parada para reponer fuerzas. Y después toda la calle Lourenço Peixinho hasta el susodicho centro.

Precioso Aveiro de día y de noche aún más.











    



Al salir del centro comercial de cenar (por cierto nos encantó la posibilidad de poder elegir diferentes lugares donde tomar algo), ya era noche cerrada. Así que nos despedimos de Aveiro con unas fotos nocturnas del canal y volvimos al coche. Un día muy productivo y muy bien aprovechado.



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