Visita a Nuevo Baztán

El complejo industrial de Nuevo Baztán fue fundado en los primeros años del siglo XVIII (1709-1713) por el navarro Juan de Goyeneche, y nace con la clara intención de volcar, en una empresa real, las teorías económicas que propugnaba el colbertismo (nacido en Francia en el siglo anterior), extendiéndose dicha doctrina con rapidez por diversos países europeos.

El núcleo palaciego fue declarado Monumento Histórico Artístico en 1941, pasando por diversos propietarios hasta llegar a nuestros días. El 26 de febrero de 1980 es declarado Conjunto Histórico Artístico. El 5 de abril de 1989 se produjo el último cambio de propietario, en esa fecha Banesto lo cedió gratuitamente a la Comunidad de Madrid. En Marzo del año 2000 es declarado Bien de Interés Cultural (BIC)

La pequeña ciudad que alumbraron Goyeneche y Churriguera fue concebida como una unidad urbanística, desarrollada en torno al foco principal constituido por el Palacio y la Iglesia. Su estructura urbana reposa en el eje viario principal de la zona y en la carretera de Alcalá, una de las vías más importantes de la comarca. Se trata de un diseño ortogonal simple del que parten seis manzanas de casas. Churriguera encontró el triángulo mágico con el que conjugar todo lo que su patrón le demandaba. Por ello ideó un esquema urbano que gira en torno al palacio, la iglesia y los edificios fabriles de mayor relevancia.

Tres plazas para seguir con este número mágico, dan aire a todo el complejo. Para el resto del tejido urbano, Churriguera echó mano del clásico emplazamiento en cuadrícula que garantiza un crecimiento ordenado. Sobre este tipo de ordenación del territorio es más fácil una distribución zonal de las tareas y de los habitantes.

La visita guiada al recinto empieza en el Centro de Interpretación de Nuevo Baztán con el visionado de un montaje sobre la construcción del complejo de duración de unos 15 minutos.

Después se visitan el propio centro con la bodega, la iglesia, el palacio, la plaza del Mercado, la plaza de Ferias, la Plaza de la Cebada y el Olmo. En total dos horas. La visita guiada es gratuita y se realiza a las 11:30 de la mañana y a las 16:00 de la tarde. Para más información, ponerse en contacto con el Centro de Interpretación en el teléfono 918736238.

 

Centro de Interpretación:

El Centro de Interpretación, instalado en las antiguas Bodegas del Palacio, fue inaugurado en 2003. Tiene como finalidad dar a conocer la figura de Juan de Goyeneche, promotor del proyecto que dio lugar a Nuevo Baztán y a Churriguera, que planificó urbanísticamente el conjunto y las industrias que se desarrollaron en esta población. Para comprender todo esto, se han utilizado maquetas, paneles explicativos, reproducciones de objetos y la proyección de un audiovisual.

 

Fachada e interior del Pañacio:

Residencia del fundador consta de dos plantas. La puerta principal está presidida por la cabeza de un león con las fauces abiertas sujetando el escudo ajedrezado de Baztán. Resaltan las guirnaldas que repiten la forma ornamental de la época. Esta puerta está coronada por un escudo que sobresale en la cubierta, siendo posterior a la construcción inicial. En el escudo aparecen los títulos nobiliarios del Marqués de Bezunce y del Conde de Saceda, ambos unidos en la figura del segundo hijo de Juan de Goyeneche.

Del interior del palacio, solamente se visita un patio de la planta inferior. La planta superior está totalmente diáfana y no queda ni de mobiliario ni siquiera de las puertas y ventanas. Lo único que no se llevó la gente fue el pozo, que es lo único que se conserva original. La guía confiaba en que en un futuro se pudieran ir abriendo nuevas salas para exposiciones.

Fachada e interior de la iglesia:

Entre torres cuadradas rematadas en chapitel de pizarra al más puro estilo castizo, se sitúa la entrada. Flanqueada por dos pilastras y cuatro columnas, Churriguera conjuga el barroquismo castizo con el clasicismo al utilizar doble frontón. Sobre el entablamiento una hornacina en la que se encuentra San Francisco Javier ya que se advoca la iglesia a la figura del copatrono de Navarra.

 

Interior. La iglesia está formada por nave central muy corta, amplio crucero y presbiterio rectangular, detrás del cual se encuentra la Sacristía. El interior alberga un original retablo de mármol de Cuenca, con la imagen del Santo Titular el cual destaca sobre los cortinajes de estuco dorado sostenidos por angelotes.

   



 

 

 

Hay en la iglesia dos criptas, una bajo la bóveda central de una sola nave donde se enterró Juan de Goyeneche y otra más amplia utilizada para el resto de enterramientos.

Plaza del Mercado, Plaza de Fiestas y Plaza de la Cebada:

Plaza del Mercado. Con soportales en origen, solo quedan las basas de piedra donde apoyaban las columnas de madera que sostenían las cubiertas para el resguardo de viajeros y comerciantes. Original también es la centralización axial del resto de plazas ya que desde esta se ven las demás, incluidas las torres del conjunto.

En obras, no pudimos pasar a la plaza, tan solo hacer alguna foto desde el exterior.

Plaza de Fiestas. Imponente desde el punto de vista estético y constructivo, su función hace discrepar a los más entendidos: para unos, lugar donde se ubicó el servicio del palacio y para otros, centro funcional del complejo donde se ubicaron talleres y artesanos. Lo cierto es que se empleó para el diseño el modelo de plaza castellana con el uso en la galería superior de arcos rebajados enlucidos y ladrillo morisco y para las barandillas, hierro forjado.

En su día tanto la familia Goyeneche como la Familia Real se deleitaron con corridas de toros, obras de teatro o conciertos para lo cual se engalanaban todas las galerías.

Como nexo de unión entre la plaza, el Palacio y el Museo, se levanta una vez desaparecido Goyeneche el espectacular Arco recién restaurado que muestra además dos fachadas, una hacia el interior de la plaza de mejor factura y otra al exterior.

Plaza de la Cebada. Caminando hacia el final del complejo se observa como la calidad y el estilo de las casas va decreciendo en función de su morador y la cercanía con el Palacio, siendo las casas de esta plaza las de los agricultores y ganaderos, lugar donde se guardaban los animales y los aperos de labranza.

La Olma Vieja:

Único superviviente que quedó en Nuevo Baztán del azote de la grafiosis, el cual, inexplicablemente, se mantuvo en pie.

Plantado junto con otros ciento a lo largo de la Travesía por Juan de Goyeneche para guarecer del calor y el sol a los viajeros. Es el único que se mantiene de todos ellos y por lo tanto presenta una altura y una envergadura que le hacen único.

Forma parte del Catálogo de Árboles Singulares de la Comunidad de Madrid como árbol singular y galardonado en 2007 como "Árbol emblemático" a nivel nacional.

La guía nos explicó que si abrazabas este árbol, te llenabas de energía positiva, así que lo hicimos.