Blog Los viajes de Dora Visita a San Vicente de la Barquera ~ LOS VIAJES DE DORA
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Visita a San Vicente de la Barquera

San Vicente de la Barquera, situada en la costa occidental de Cantabria, es una villa histórica rodeada de un privilegiado entorno, en pleno Parque Natural de Oyambre.

Esta villa, eminentemente marinera y pescadora, cuyo puerto fue y sigue siendo el corazón de la actividad de los barquereños, cuenta además con magníficas playas de distinta personalidad, como los extensos arenales de Merón y Oyambre; pequeñas calas abiertas bajo abruptos acantilados, como la de Gerra; y otras bañadas por las calmas aguas de la ría de San Vicente, como las del Tostadero y Fuentes. Pero todas ellas tienen como denominador común sus transparentes aguas y el mantenerse casi vírgenes, rodeadas de praderías, alguna granja o montes.

Este enclave señala una de las etapas del Camino de Santiago por la Costa, y cerca de aquí se separa del camino jacobeo la ruta de peregrinación que conduce a Santo Toribio de Liébana siguiendo el curso del Nansa.

En el patrimonio arquitectónico de San Vicente de la Barquera destaca su Puebla Vieja, declarada Conjunto Histórico Artístico, entre cuyos edificios más significativos se encuentra el Castillo del Rey, del siglo XIII, uno de los pocos que se conservan en la Cornisa Cantábrica, la Torre del Preboste, o el hospital de la Concepción, mandado construir por el Inquisidor Corro, en cuya casa familiar se encuentra el actual Ayuntamiento. Su estatua funeraria, una verdadera joya renacentista, puede visitarse en la iglesia gótica del siglo XIII de Santa María de los Ángeles, Monumento Nacional desde 1929 situado en lo alto del pueblo.  También destacan las ruinas del convento e iglesia de San Luis, construido a finales del siglo XV junto a la ría y en uno de los extremos del Puente de la Maza, que con sus 32 ojos era, cuando se construyó a finales del siglo XV, uno de los más largos de España. En realidad, la puebla vieja se encuentra en un brazo de tierra entre el cauce bifurcado de la ría, de modo que hay que cruzar otro puente, el Puente Nuevo, del siglo XVIII, para llegar a la ermita de la Virgen de la Barquera, ubicada en el barrio del mismo nombre, junto al puerto pesquero y la lonja.

Las fiestas más señaladas de San Vicente son de carácter marinero y mariano: la virgen del Carmen, la fiesta de la Barquera y sobre todo la Folia, que suele ser el primer o segundo domingo tras la Semana Santa, con una espectacular procesión que comienza en tierra y termina en alta mar. San Vicente cuenta también con un veterano Certamen Internacional de la Canción Marinera, que cada año a principios de julio convierte la villa en capital de la música coral.

Como todas las villas marineras, San Vicente cuenta con una gran tradición marinera basada en los productos frescos del mar, que se puede degustar en cualquiera de los muchos restaurantes y tabernas que hay en la localidad. El plato más famoso de la villa es el "sorropotún", un guiso de bonito, patata y cebolla que cocinan los pescadores cuando salen a faenar.

Visita a San Vicente de la Barquera

La entrada a San Vicente de la Barquera se puede realizar desde tres puntos: por la salida de la autovía del Cantábrico o, las más recomendables por las espectaculares vistas que ofrecen, desde la antigua carretera nacional Santander-Oviedo en cualquiera de ambas direcciones.

El acceso desde la antigua nacional en dirección Oviedo ofrece una magnífica perspectiva de toda la villa en la que aparecen en primer plano la ría bajo el puente de la maza con las pequeñas embarcaciones pesqueras ancladas en ella, el paseo marítimo con la Puebla vieja al fondo recortándose sobre la silueta de los Picos de Europa y cerrando la panorámica el puente de la Barquera y el barrio pesquero con su coqueto puerto y el espigón.

Se accede a San Vicente  por el puente de la Maza que salva una gran ría y zona de marismas rodeadas de inmensas praderías salpicadas de caseríos ganaderos.


Una vez en el casco urbano, la ruta prosigue por el paseo marítimo, que bordea una ensenada donde siempre se encuentran pequeños botes pesqueros rodeados de aves marinas y, en marea baja, lugar habitual de los mariscadores. El paseo llega hasta la plaza situada en el centro de la villa, desde la que se accede por unas angostas escaleras hasta la Puebla Vieja.









San Vicente cuenta con el mejor recinto amurallado de toda Cantabria, con varias puertas originales y otra más reconstruida. Allí se encuentran sus edificios más representativos, como la Iglesia de Santa María de los Ángeles, el Palacio de los Corro, el Castillo del Rey, que alberga una exposición sobre la historia de la villa.



Desde la parte alta de la Puebla se divisa la otra ría de San Vicente, la que salva el Puente Nuevo o de la Barquera. De nuevo en la plaza y antes de retomar la calle principal, se pueden recorrer las estrechas callejas adoquinadas que las rodean y en las que se ubican pequeños bares y restaurantes de tradición marinera. La ruta vuelve a la calle principal, a cuyos lados se suceden también las tabernas y restaurantes en los que es típico degustar pescados y mariscos recién traídos de la lonja. el ambiente de las pequeñas rúas que confluyen en esta vía está impregnado del aire marinero y pescador de toda la villa. Atravesando el puente de la Barquera se llega al barrio de los pescadores también llamado la Barquera, donde se halla el puerto pesquero y la lonja.

En un pequeño promontorio se alza la capilla dedicada a la Virgen de la Barquera, patrona de la villa y muy venerada por los pescadores barquereños.


Desde allí llegaremos a la batería de Santa Cruz, antigua estructura defensiva junto al arranque del gran espigón que protege la entrada del puerto cuando el mar golpea con fuerza. Un paseo por el espigón permite contemplar toda la belleza de un bravo Cantábrico, en contraste con las tranquilas aguas de la ensenada que rodea la villa.[/justify]
Horarios del Castillo del Rey:

Temporada baja: 10:30 a 13:30 y de 16:00 a 19:00

Temporada media: 11:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00

Temporada alta (Semana Santa, Julio y Agosto): 10:00 a 14:00 y de 17:00 a 21:00.

La iglesia de Santa María de los Ángeles está abierta todo el día. Se ruega respetan los horarios de culto y eviten las visitas turísticas en horario de misa.

Para más información sobre horarios, es preferible ponerse en contacto con la Oficina Municipal de Turismo en el teléfono 942 710 797.
Pero antes de acceder a la zona monumental de San Vicente de la Barquera, nos acercamos a la Avenida Antonio Garelly a reservar la comida en uno de los restaurantes de la villa para degustar uno de los platos estrella: una mariscada.








En primer lugar, nos dirigimos a la Iglesia de Sta. María de los Ángeles.

Pero antes de entrar contemplamos la ría desde lo alto.








El actual edificio gótico de la iglesia sustituyó a otro románico, adosado a la muralla, del que queda algún resto junto a la puerta de Asturias o de Santiago, al oeste del edificio.

El majestuoso templo tiene sus orígenes en el siglo XIII. Consta documentalmente que el rey Alfonso VIII, de las Navas, encomendó la edificación de la nueva Iglesia a su secretario Miguel en 1210. Su construcción es de primeros del siglo XIII, comenzada en románico ya de transición y continuada en gótico, con una gran ampliación en el siglo XVI, en tiempo de los Reyes Católicos.






Puerta oeste. Es la de traza más románica. Está entre dos contrafuertes de la fachada. Tiene un tejadillo sostenido por una cornisa de piedra que se apoya en ocho canecillos, señaladamente románico. Consta de cuatro arquivoltas apoyadas en columnas laterales.


Los capiteles y la decoración son de una gran sobriedad.




Puerta sur. Es también del siglo XIII. Es la principal y también la más decorada. El románico de esta puerta tiende ya al gótico en su estructura y en algunos capiteles. Es abocinada, con seis arquivoltas y capiteles tradicionales de animales, monstruos y vegetales entrelazados.






El tímpano, en arco campanel rebajado es del siglo XVI, con dos escudos, el de la Villa y el escudo Real, divididos en una cruz.


El interior de la iglesia. Está formado por tres naves de muy poca diferencia de altura, lo que da la impresión de salón y de muy bella perspectiva.

Las columnas son finas y esbeltas y algunas llevan en su fuste hasta tres frisos de capiteles.








Las bóvedas son de crucería sencilla en las más antiguas, crucería con ligaduras en el crucero y terceletes y combados en la ampliación del siglo XVI.


Las capillas laterales se adosaron en el siglo XV y la de la Familia del Corro en el siglo XVI. Y de este tiempo es también la Sacristía.







    




El retablo. El retablo mayor de la iglesia es una buena pieza barroca, de finales del siglo XVII. Obra, al parecer, de Pedro de la Puente y Simón de Haro. Consta de banco, predella y cuerpo de tres calles separados por columnas salomón.

En el banco o predella hay un curioso Apostolado, en el que la mayoría de los apóstoles tienen un libro en la mano. Las otras imágenes del altar son San Vicente, patrono del pueblo, y San Lorenzo, la Virgen de los Ángeles y un Calvario.




Nuestro siguiente destino sería el Castillo del Rey.

Pero antes pasaríamos por las ruinas del Hospital de la Concepción, construido en los siglos XIV-XVI, en donde encontraron refugio y asistencia los caminantes que utilizaron la primitiva ruta de la costa en busca del sepulcro de Santiago, los cuales en su camino hacia occidente atravesaban la muralla por la conocida como Puerta del Peregrino.






E igualmente de camino al Castillo pasamos por el Ayuntamiento de la villa, ubicado en el Palacio de la familia Corro. Fue mandado construir en el siglo XVI por el inquisidor Antonio del Corro para acoger a los pobres enfermos de la villa.


Inevitablemente seguir deleitándose con las vistas de la ría.




El Castillo del Rey.

El Castillo del Rey de San Vicente es uno de los mejores ejemplos de arquitectura defensiva de la región. Fue construido en el año 1210, tras la concesión de fuero a la villa de San Vicente de la Barquera por Alfonso VIII, aunque se le supone un origen más legendario a mediados del siglo VIII, cuando el rey asturiano Alfonso I realizó la primera repoblación de la villa.

Los reyes de Castilla se reservaron el señorío sobre el castillo de San Vicente, cediendo temporalmente su alcaldía a quien les parecía, hasta el año 1453, en que Juan II otorgó su tenencia a los vecinos de la villa, en la persona de su Procurador General.












Tras una cuidadosa rehabilitación del Castillo, sus dependencias se han acondicionado para acoger diferentes eventos de carácter cultural: exposiciones, representaciones, etc., constituyéndose como un importante foro cultural de la región.

Actualmente, cuenta con una interesante exposición permanente sobre la historia y naturaleza de San Vicente, con piezas y documentos históricos de la villa.


Sin duda, lo más destacable del castillo son las preciosas vistas de la villa de San Vicente, así como de la iglesia antes mencionada.
















Seguimos paseando por esta preciosa villa y como aun teníamos tiempo antes de comer, nos acercamos al Santuario de la Barquera, cruzando el Puente de la Barquera. Desde el mismo, se pueden también hacer unas fotos preciosas del conjunto monumental de la localidad con su castillo y su iglesia.










Santuario de la Barquera

Se encuentra situado en un bucólico lugar junto a la entrada del puerto, lugar en el que según la tradición cuenta que apareció la Virgen de la Barquera, patrona del municipio hace ya muchos siglos.

El templo fue construido en la Edad Media, siendo las primeras referencias escritas conservadas del siglo XV. En su interior se venera la imagen de la Virgen de la Barquera, la cual según la leyenda llegó a este lugar en un lejano "martes de Pascua florido", a bordo de una pequeña embarcación, sin tripulación, ni velas, ni remeros, la cual durante siglos hizo el milagro de señalar la dirección del viento futuro a los marineros. En recuerdo de estos sucesos se celebra la popular fiesta de La Folía.





    




Los más valientes se acercaron al rompeolas para ver el faro.




Y ya de vuelta al restaurante en el que habíamos reservado la mariscada, unas últimas fotos de la bonita estampa del conjunto monumental de San Vicente de la Barquera.





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