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Visita a Tordesillas

Tordesillas se encuentra situada 30 kilómetros de la capital de provincia, Valladolid, a orillas del río Duero. Su ubicación ha convertido a Tordesillas en un importante nudo de comunicaciones por carretera.

Historia

En origen fue un alto escarpe fortificado que servía de vigilancia a los campos yermos de alrededor que constituían parte de la Extremadura castellana. Había otros puntos en igual altura que servían también de vigilancia: Zamora, Toro y Simancas.

En el siglo IX, García, el hijo mayor de Alfonso III, continuó la labor de repoblación de estas tierras desde León a través de Tierra de Campos y Montes Torozos. Ocupó el Otero que más tarde sería Tordesillas y desde allí dirigió y centralizó la repoblación con mozárabes y con gentes llegadas desde Asturias y León. De esta manera puede decirse que el nacimiento de Tordesillas fue de origen asturleonés.

Con la llegada de Almanzor por estas tierras hubo un gran retroceso y despoblación hasta que posteriormente, ya en el siglo XI, empezó una lenta recuperación al frente del conde castellano Sancho García. Los documentos de esta época la nombran como Oterdesillas. En el siglo XII pertenecía al obispado de Palencia cuyos obispos tenían palacios dentro de los muros de esta plaza fuerte.

Durante la Edad Media estaba integrada en la Merindad del Infantazgo de Valladolid (en castellano antiguo citada como: Meryndat del Infantadgo de Ualladolid) una división administrativa de la Corona de Castilla, cuya descripción figura en el libro Becerro de las Behetrías de Castilla,5 redactado por las Cortes de Valladolid de 1351, cuando el estamento de los hidalgos solicitó al rey Pedro I la desaparición de las behetrías mediante su conversión en tierras solariegas.

Tordesillas fue señorío de varias reinas y amantes reales. La primera fue Leonor de Guzmán, amante del rey Alfonso XI. Después Pedro I entregó la villa a su madre, la reina María de Portugal y en 1354 a su amante, María de Padilla. Después de la muerte del rey Pedro, la villa pasó a la esposa de Enrique II, Juana Manuel, posteriormente a la reina Leonor de Aragón, la primera esposa de Juan I, y más tarde a su segunda mujer, la infanta portuguesa, Beatriz de Portugal quien poseyó la villa hasta 1385 cuando su marido la reincorporó a la corona y donó Béjar a su esposa en compensación.6

Juana I de Castilla, conocida como Juana la Loca, fue recluida en Tordesillas en 1509, permaneciendo allí hasta su muerte en 1555.

Tras aparcar el coche en la Avenida de Valladolid cerca de la Plaza de Pepe Zorita, en donde podréis encontrar aparcamiento sin dificultad, nos adentramos en el casco histórico de Tordesillas.

En primer lugar nos dirigimos a la Iglesia de San Pedro, que teóricamente estaría abierta, pero no fue así. Se trata de una construcción gótica de finales del siglo XVI. Contiene planta casi rectangular dividida en tres naves a través de grandes columnas de forma romboidal. El edificio está construido en piedra de sillería excepto la torre, la cual situada a los pies, en el primer cuerpo forma un pasadizo y en el segundo es de ladrillo y se remata con chapiteles de pizarra






Paseando pasamos por el Hospital de Mater Dei. Fundado en 1467 por la Infanta Dña. Beatriz, hija del rey Dionís de Portugal, que fue enterrada allí en 1470.

Su función era de carácter social para la atención de enfermos y pobres. Actualmente abandonado.

 


Para llegar enseguida a la Iglesia de Santa María, situada en la Plaza de la Iglesia. Afortunadamente sí estaba abierta, y pudimos contemplar su interior con los pasos de Semana Santa.

Su estructura es gótica, pero a finales del XVI se replantea en estilo clasicista emanado de El Escorial. Por tanto, la cabecera y dos primeros cuerpos de la torre son de estilo gótico, y el resto de estilo escurialense, llegando sus modificaciones hasta el siglo XVIII.


Tiene una sola nave, dividida en cuatro tramos sobre arcos fajones y pilastras toscanas que se cubre con bóveda de cañón con lunetos decorada con yeserías clasicistas.














Como ya se iba haciendo la hora de comer, decidimos hacer un alto en el paseo para alimentarnos.


Y ya recién comidos, y para hacer tiempo hasta que abrieran los demás monumentos que se pueden visitar en Tordesillas, nos acercamos a la Plaza Mayor.  Es de forma cuadrada y está enteramente rodeada de soportales. Las columnas son de estilo toscano, que soportan los dos pisos superiores con grandes balcones y ventanas.






Como las Casas del Tratado y el Museo de San Antolín estaban aún cerrados, llegamos hasta el Puente posiblemente medieval y lo cruzamos para disfrutar de unas preciosas vistas de Tordesillas.


















A la vuelta vimos el monumento al famoso Toro de la Vega, que tanta polémica levanta año tras año.


Volvimos a cruzar el puente para dirigirnos al Real Monasterio de Santa Clara. No con la intención de verlo a pesar de que al ser miércoles era gratuito, pero como no dejan hacer fotos y ya lo visitamos en otra ocasión, preferimos no entrar.

En su origen fue un palacio mudéjar (edificado sobre otro árabe anterior), llamado Pelea de Benimerín, mandado edificar por el rey Alfonso XI hacia 1340 en conmemoración de la Batalla del Salado, financiado con el botín obtenido de dicha batalla. Sirvió de residencia a Leonor de Guzmán, favorita de Alfonso XI. Su hijo Pedro I terminó las obras comenzadas por su padre y lo cedió en 1363 a sus hijas Beatriz e Isabel para que lo convirtieran en un convento. Cuando se fundó el convento hubo que pedir permiso a la diócesis de Palencia, pues la villa perteneció a esa diócesis desde 1059 hasta 1595.

En febrero de 1365, el papa Urbano VI expidió cinco bulas para amparar su fundación. Las primeras treinta dueñas, probablemente monjas clarisas del Real Monasterio de Santa Clara de Astudillo, fundado por María de Padilla, estaban encargadas de rogar por las almas de los familiares difuntos y por la salud del rey. El monasterio recibió varias donaciones y privilegios de la realeza, una de las más grandes fue de Juana Alfonso de Castilla, quien se retiró ahí después de enviudar y cedió sus señoríos de Medina de Rioseco, Tordehumos y Cuenca de Campos.

El monasterio acogió a varias mujeres de la alta nobleza, tales como la mencionada Juana Alfonso de Castilla y su hija Leonor que profesó ahí, así como a la reina viuda Juana Manuel. Dentro de los muros del monasterio vivió Leonor Téllez de Meneses, encerrada ahí por su yerno, el rey Juan I de Castilla en 1384, por conspirar contra él, así como Leonor de Alburquerque, la suegra de Juan II de Castilla, acusada de traición.

Está considerado uno de los mejores edificios mudéjares de Castilla y León.





 

Horarios

Laborables de 10 a 13 y de 16 a 17:30.
Domingos y festivos de 10:30 a 14.
Lunes cerrado

Tarifa general: 6€

Más información sobre gratuidades y horarios de días especiales, visita este enlace.

Ya de vuelta a los Jardines del Palacio, frente al río Duero, accedimos a las Casas del Tratado. La tradición localiza en estos palacios la firma del Tratado de Tordesillas entre Castilla y Portugal en 1494. En su interior se alojan el Museo del Tratado y la exposición de maquetas "Grandes miniaturas".



 








Horario

De octubre a mayo de 10 a 13:30 y de 16 a 18:30
De junio a septiembre de 10 a 13:30 y de 17 a 19:30
Domingos y festivos de 10 a 14
Lunes cerrado

Para entonces, ya habían abierto el Museo de San Antolín, así que allí fuimos.

El Museo de Arte Sacro San Antolín se ubica en el que fuera templo parroquial bajo esta advocación hasta hace dos décadas. El conjunto lo integran dos unidades: la iglesia en ladrillo cuyas naves fueron remodeladas en el siglo XVII y la capilla de los Alderete edificada en las décadas centrales del siglo XVI. Hacia el año 1644 el maestro Gil de Reynaltos concluyó las obras de la iglesia. En el año 1712, el pintor Juan López ejecutó la pintura del coro y a lo largo del siglo XVII, se realizan obras de consolidación de la torre. Desde el exterior destaca el remate de la parte alta de la capilla de los Alderete, con balaustres de labores caladas y pináculos de tracería gótica flamígera. Sobresale la torrecilla angular de dos cuerpos, rematada en chapitel de forma cónica.


En su interior la capilla se cubre con bóvedas de crucería estrelladas y las nervaduras sobre mensuras en forma de ángeles en una singular conjunción de estilos del siglo XVI.






En el marco de esta iglesia de San Antolín se han recogido algunas de las mejores piezas procedentes principalmente de los templos de la histórica y noble villa de Tordesillas.

 



 









 

 



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