Visita a Morella

Durante unos días que pasamos en Valencia, más concretamente en Paterna, y a pesar de la distancia, más de dos horas, nos acercamos a visitar la localidad castellonense de Morella, considerado uno de los pueblos más bonitos de España.

La villa de Morella se erige en un peñón en forma de cono truncado, rodeada de murallas con su castillo en lo alto. Posee numerosos edificios singulares, notables iglesias y calles recurrentes que transportan al visitante al pasado histórico de la ciudad, especialmente a la época medieval que fue su tiempo más glorioso. Su entorno natural, artesanía, gastronomía y folklore popular le confieren un atractivo más a esta bella e inolvidable ciudad, declarada Conjunto Histórico-Artístico.

Nada más aparcar en el parking habilitado en la villa, muy bien señalizado y con precio de 2,50€ por coche al día, empezamos a visitar esta preciosa localidad.

Accedimos al recinto amurallado a través del Portal de la Estación.

      

Y en ese mismo momento sabes que Morella te seducirá con sus calles estrechas y empinadas, dirigiéndose al castillo y su sabor a Medievo.

 

 

Antes de llegar a la Basílica pasamos por el Jardín de las Poetas. Precioso lugar.

En primer lugar nos dirigimos al Convento de San Francisco.

Antiguo convento de frailes franciscanos, que posee una iglesia y un claustro de gran belleza con arquería de gran elegancia arquitectónica.

Comparte horario y entrada con el castillo.

Su construcción se inició 1272, terminando primero las estancias, refectorio y claustros. Posteriormente se inició la construcción de la iglesia; primeramente usaban los frailes una capilla dedicada a San Vicente Mártir, empezando, probablemente en el mismo año, 1272, una iglesia más grande, comenzando por el atrio de acceso, con tres arcos ojivales con marcas de cantero entre 1272 y 1280, y avanzando hacia el ábside en una iglesia de una sola nave sin crucero, con capillas laterales, toda ella en piedra con grandes arcos torales apuntados y bóveda en el ábside de crucería sencilla.

Es un claro ejemplo de gótico catalán-valenciano. Debió de terminarse la techumbre de madera a dos aguas en 1387, así como un coro con arco muy tendido y piso de madera. Se terminó en 1390 año en que fue solemnemente consagrada por el obispo Hugo de Lupia.

 

Lo más significativo del conjunto es la sala Capitular donde hay una pintura al fresco, en la que se representa la Danza de la Muerte del siglo XV.

El Castillo de Morella es una montaña privilegiada, paso natural entre Aragón y Valencia, a 1702 metros de altitud.

Su importancia no pasó desapercibida ni para los romanos ni para los árabes. De hecho aquellos ya construyeron alguna fortificación que desconocemos pero el aspecto actual viene de época musulmana.

En concreto, el Castillo fue construido hacia el 950-960 en época de Abderramán III. Pero el castillo fue cambiando adaptándose a los nuevos tiempos. Entre todas las guerras que ha sufrido destacamos la Guerra de Sucesión, la Guerra de la Independencia y sobre todo las Guerras Carlistas. Todas ellas han modelado el aspecto actual del Castillo de Morella.

¿Os venís a visitar el castillo de Morella? Allá vamos.

Camino cubierto astillero. Muralla comenzada a construir en el 1835 por el gobernador liberal Alcocer pero acabada por Von Radhen, ingeniero carlista en 1840. Su objetivo era proteger el camino de acceso  al castillo de la artillería enemiga.

Y antes de seguir con la visita, vamos a disfrutar de las vistas de la villa desde el castillo.

Llegamos así a la primera puerta, hoy desaparecida, junto a la Puerta Ferrisa, por la que según la tradición, Blasco de Alagón entró a finales de 1231 para tomar el castillo y la ciudad, una vez pactada la rendición de los musulmanes.

Segunda puerta (Puerta Barbacana). Ya existía en el siglo XV pero ha sido reformada en siglos sucesivos. Su objetivo era proteger la puerta principal del castillo y dificultar el avance del enemigo.

Cuerpo de guardia. Protegía la puerta barbacana y servía de punto de observación y vigilancia.

Puerta principal (Siglo XV-XIX). Es una torre del siglo XV pero con muchas reformas posteriores, adaptándola para poder situar posiciones de artillería.

Palacio del Gobernador. Construido en el 1713 por el barón de Ytre después de concluir la Guerra de Sucesión. Se puede observar el escudo borbónico en la fachada. Este palacio fue construido sobre una cueva habitada desde tiempos prehistóricos que servía de refugio a la población en caso de asedio o invasión.

Panadería. Aquí se hacía pan, pero también servía de almacén para los cereales.

Asentamiento de artillería. En este sector de las construcciones en ruina era donde los soldados disponían de camas donde poder descansar.

Torre de la Pardala. Torre del siglo XIV. Todavía tiene restos medievales como el acceso gótico. Aquí fue encarcelada Josefa Bosch "La Pardala" por los franceses durante la Guerra de la Independencia en 1811.

Guardia del Cadró. Cuerpo de guardia que protegía la zona de la cárcel y la escalera de acceso a la Plaza de Armas.

Cárcel Real "El Cacho". Disponía de dos pisos. Aquí venían todas aquellas personas a quienes les afectaba la jurisdicción real. Según la tradición aquí estuvo encarcelado el Príncipe Carlos de Viana, rey de Navarra y heredero de la Corona Catalano-Aragonesa el 1460-61.

 

Polvorín. Se puede observar el grosor de las paredes y la doble puerta de acceso que facilitaba que la estancia estuviera siempre fresca y seca.

Escalera y puerta de acceso al Patio de armas. Es una de las partes más antiguas del castillo, del siglo XI, durante los musulmanes.

 

Torre Celoquia.  Era una torre musulmana del siglo XI pero se reformó totalmente con la llegada de los cristianos. Formaba parte de las estancias reales que personalmente se las reservó el rey de Aragón Jaime I. También se la conoce como Torre del Homenaje. Fue destruida en el 1813 por el general Elio durante la Guerra de la Independencia.

 

Plaza de armas. Es la parte más alta del castillo con unas dimensiones de 60x30 m. Aquí estaba el centro neurálgico. Todos los edificios existentes son posteriores a la gran destrucción que causó el asedio del general Espartero en 1840.

Cementerio. Utilizado sobre todo en las guerras del siglo XIX.

Y con esto, terminó nuestra visita al Castillo. Seguimos visitando la fascinante localidad de Morella que aún nos queda un largo paseo.

Basílica arciprestal de Santa María la Mayor. 

Iglesia de estilo gótico de transición de los siglos XIII-XV.

Tiene en la facha principal la puerta de los Apóstoles, presidida al parteluz por la Virgen con el Niño, con las escenas de la Infancia de Jesús y la Coronación de María al tímpano (siglo XIV), puerta de madera y clavos de estilo mudéjar, reforzada con sendos contrafuertes de estilo plateresco; la puerta de las Vírgenes, con representación de las santas vírgenes y mártires más veneradas en la Edad Media presididas por Santa Úrsula.

 

Interior

Altar de la Virgen del Carmen

Retablo barroco del antiguo altar de la Virgen del Carmen y de las Almas, con escenas pintadas de la institución de la Orden Carmelita, milagros atribuidos a la Virgen María y figuras de santos de la orden. Talla escultórica policromada y dorada.

Coro

Ejemplar arquitectónico bello y singular, de vuelta gótica de crucería altamente rebajada, desafiando las leyes de la arquitectura.

Trascoro

Admirable obra arquitectónica y escultórica de crestería de florones, que alberga la escena del Juicio Fina presidida por Jesucristo, flanqueado por la Virgen María y S. Juan Apóstol, acompañados de los doce apóstoles, imágenes arcaizantes de piedra policromada.

Escalera del coro

Singular muestra de amplia escalera de caracol, helicoidal, de gran volada, obra de yeso policromado y dorado. En la baranda se representan con relieve la Genealogía de N.S. Jesucristo, obra de Josep Belli, y la escena de la Adoración de los pastores y de los magos, obra de Antonio Sancho. El vuelo de la escalera está adornado con motivos vegetales y animales, mostrando un rostro, probable retrato de Belli.

 

Altar Mayor

Retablo grandioso de estilo churrigueresco, obra escultórica de Vicente Dols y pinturas de Jerónimo Jacinto Espinosa, Pablo Pontons y Juan Francisco Cruella.

Órgano

Fachada barroca, dorada y policromada. Instrumento construido por el organero de Cretas Francisco Turull los años 1719-1720.

Una vez terminada la visita a la Basílica de Santa María, proseguimos nuestro paseo por Morella, no sin antes comer en la Calle Blasco de Alagón en el Restaurante Bar Blasco un menú turístico económico y correcto. Teníamos que darnos prisa porque había encierro de toros y tenían que recoger todas las semanas de afuera.

Preciosas sus calles y los rincones de la judería.

 

Y así llegamos a las murallas y ya que aún teníamos tiempo, decidimos recorrerlas desde el Portal del Forcall.

En primer lugar, la Torre de Fredes. De base hexagonal con dos pisos superiores, también llamada Torre del Sol.

A continuación el Portal de Sant Mateu.

Torre de Beneito. Del siglo XIV, es de base heptagonal con dos pisos. Debe su nombre a las rocas de Beneito, montículo situado justo enfrente.

Torre d'Alos. Del siglo XIV. De base cuadrada con planta baja y dos pisos.

Torre Vella. De planta cuadrilátera, con planta baja y un piso. Del año 1415.

Y las más importante las Torres de Miguel, torres gemelas del siglo XV de base octogonal con puente de enlace que constituyen la entrada más monumental de la ciudad.

Sin duda, la visita a la localidad castellonense de Morella bien se merece un día, o al menos una mañana larga. No te decepcionará, con razón está considerada uno de los pueblos más bonitos de España y por esa razón la incluiremos en nuestra lista personal.

Espero que os haya gustado nuestro paseo por Morella.