En nuestro viaje a Cataluña el verano pasado del 2013, después de unos días de diversión en PortAventura, regalo de comunión para nuestro hijo pequeño, decidimos pasar unas horas visitando Lleida, la capital.
Habíamos hecho noche en la propia ciudad en un Ibis Budget, así que por la mañana nada más desayunar, empezamos a recorrer la ciudad.
Nuestro destino principal iba a ser la Catedral y el Castillo situado en un promontorio visible desde cualquier punto de la ciudad.
Cruzamos el río Segre y justo frente a la pasarela pudimos ver el Edificio Montepío.
Y el antiguo cine Vinyes.
De allí, llegamos a la Catedral Nueva.
Entre 1761 y 1781, tuvo lugar la construcción de la Catedral Nueva gracias a las aportaciones de los leridanos, del rey Carlos III y el obispo Joaquín Sánchez. De estilo barroco con tendencia al clasicismo academicista francés, se accede a la puerta principal coronada por el escudo de los Borbones, subiendo la escalinata hasta las tres puertas de hierro de medio punto con torretas laterales.
El interior, con planta de tres naves, esconde a esbelta columnata de aire corintio que aporta los arcos de medio punto. El coro, de estilo barroco, obra de Lluís Bonifas Massó, fue destruido durante la Guerra Civil. El templo acoge la imagen de la Virgen de Montserrat.
Justo al lado de la Catedral Nueva, se encuentra el antiguo Hospital de Santa María. Edificio de estilo gótico-plateresco construido entre los siglos XV y XVI que albergó durante muchos años un hospital. De su fachada destaca el portal así como la presencia de escudos con blasones leridanos.
En su interior, destaca por su belleza el patio central donde nace una magnífica escalinata de piedra que conduce a una espléndida galería de arcos ojivales.
Actualmente es la sede del Instituto de Estudios Ilerdenses pero se puede visitar en horario de oficina.
Habíamos hecho noche en la propia ciudad en un Ibis Budget, así que por la mañana nada más desayunar, empezamos a recorrer la ciudad.
Nuestro destino principal iba a ser la Catedral y el Castillo situado en un promontorio visible desde cualquier punto de la ciudad.
Cruzamos el río Segre y justo frente a la pasarela pudimos ver el Edificio Montepío.
Y el antiguo cine Vinyes.
De allí, llegamos a la Catedral Nueva.
Entre 1761 y 1781, tuvo lugar la construcción de la Catedral Nueva gracias a las aportaciones de los leridanos, del rey Carlos III y el obispo Joaquín Sánchez. De estilo barroco con tendencia al clasicismo academicista francés, se accede a la puerta principal coronada por el escudo de los Borbones, subiendo la escalinata hasta las tres puertas de hierro de medio punto con torretas laterales.
El interior, con planta de tres naves, esconde a esbelta columnata de aire corintio que aporta los arcos de medio punto. El coro, de estilo barroco, obra de Lluís Bonifas Massó, fue destruido durante la Guerra Civil. El templo acoge la imagen de la Virgen de Montserrat.
Justo al lado de la Catedral Nueva, se encuentra el antiguo Hospital de Santa María. Edificio de estilo gótico-plateresco construido entre los siglos XV y XVI que albergó durante muchos años un hospital. De su fachada destaca el portal así como la presencia de escudos con blasones leridanos.
En su interior, destaca por su belleza el patio central donde nace una magnífica escalinata de piedra que conduce a una espléndida galería de arcos ojivales.
Actualmente es la sede del Instituto de Estudios Ilerdenses pero se puede visitar en horario de oficina.
Desde el hospital nos dirigimos a la Iglesia de Sant Llorenç. Es una construcción de estilo románico pero con añadidos góticos. Su construcción fue iniciada a finales del siglo XII.
La nave central románica es la más antigua. La iglesia acoge el sepulcro de Ramón de Tárrega y el Sant Crist Trobat y algunos retablos góticos de importancia.
Una vez visitada esta iglesia, que desgraciadamente casi no pudimos fotografiar porque estaba muy oscura, nos acercamos ala Calle Mayor para recorrerla y así llegar a la Plaza de San Juan, desde donde subiríamos al ascensor que te lleva al Castillo y a la Catedral Vieja.
Por el camino, pasamos por la Capilla de Sant Jaume, dedicada originalmente a la Virgen de las Nieves en lo que era el barrio cristiano en época musulmana.
Y el Palacio de la Paeria que es la sede del gobierno municipal de la ciudad. Edificio de doble fachada. Construido en el siglo XIII, fue cedido en 1383 por los Señores de Sanauja a la ciudad.
Y de ahí a la Plaza de Sant Joan, con una iglesia con el mismo nombre.
Y de ahí, como he dicho antes tomamos el ascensor para ascender a la zona alta de la ciudad en donde se encuentra el Castillo de la Suda y la Catedral Vieja.
El ascensor no es nada recomendable, es barato pero da la sensación de que está abandonado desde hace tiempo y en que cualquier momento se va a estropear o algo peor. Y subir andando tampoco es una buena opción, no por el cansancio, sino porque la zona por la que tienes que pasar no parecía muy recomendable y menos yendo con niños. Cuando llegamos arriba, vimos que hay un aparcamiento perfectamente acondicionado para dejar el coche justo al lado de la catedral, así que os recomendamos que hagáis eso y a pesar de sus monumentos, os centréis en la visita de la catedral y el castillo. Por desgracia, Lleida en general, la ciudad en sí, no nos doy muy buena impresión, sucia y abandonada. Una pena.
La nave central románica es la más antigua. La iglesia acoge el sepulcro de Ramón de Tárrega y el Sant Crist Trobat y algunos retablos góticos de importancia.
Una vez visitada esta iglesia, que desgraciadamente casi no pudimos fotografiar porque estaba muy oscura, nos acercamos ala Calle Mayor para recorrerla y así llegar a la Plaza de San Juan, desde donde subiríamos al ascensor que te lleva al Castillo y a la Catedral Vieja.
Por el camino, pasamos por la Capilla de Sant Jaume, dedicada originalmente a la Virgen de las Nieves en lo que era el barrio cristiano en época musulmana.
Y el Palacio de la Paeria que es la sede del gobierno municipal de la ciudad. Edificio de doble fachada. Construido en el siglo XIII, fue cedido en 1383 por los Señores de Sanauja a la ciudad.
Y de ahí a la Plaza de Sant Joan, con una iglesia con el mismo nombre.
Y de ahí, como he dicho antes tomamos el ascensor para ascender a la zona alta de la ciudad en donde se encuentra el Castillo de la Suda y la Catedral Vieja.
El ascensor no es nada recomendable, es barato pero da la sensación de que está abandonado desde hace tiempo y en que cualquier momento se va a estropear o algo peor. Y subir andando tampoco es una buena opción, no por el cansancio, sino porque la zona por la que tienes que pasar no parecía muy recomendable y menos yendo con niños. Cuando llegamos arriba, vimos que hay un aparcamiento perfectamente acondicionado para dejar el coche justo al lado de la catedral, así que os recomendamos que hagáis eso y a pesar de sus monumentos, os centréis en la visita de la catedral y el castillo. Por desgracia, Lleida en general, la ciudad en sí, no nos doy muy buena impresión, sucia y abandonada. Una pena.
Refugio del último califa de Córdoba, sede del nacimiento de la Corona de Aragón o testigo del juramento de fidelidad de los nobles catalanes y aragoneses al infante Jaime (posteriormente Jaime I el Conquistador). Estos son algunos de los hechos históricos que el Castillo de la Suda o del Rey ha vivido intramuros en el transcurso de su existencia.
Un emplazamiento privilegiado y estratégico que custodia un castillo de origen musulmán del que se tiene constancia ya en el año 882 y que Lleida ha recuperado a través del Centro de Interpretación de la Suda. El Centro, ubicado en la sala real del castillo, consta de un espacio museográfico con paneles informativos y repasa la historia del edificio.
Un emplazamiento privilegiado y estratégico que custodia un castillo de origen musulmán del que se tiene constancia ya en el año 882 y que Lleida ha recuperado a través del Centro de Interpretación de la Suda. El Centro, ubicado en la sala real del castillo, consta de un espacio museográfico con paneles informativos y repasa la historia del edificio.
La Seu Vella es el monumento con el que, sin duda alguna, se identifica a la ciudad de Lleida. Esta singular catedral fue construida en un cerro desde donde se divisa, no sólo a ciudad, sino también gran parte de la llanura de la comarca del Segrià.
Su construcción, iniciada en el año 1203, se prolongó durante más de dos siglos hasta que en 1431 se finalizó el campanario. Según los historiadores, la Seu Vella se construyó en el lugar donde se alzaba una mezquita musulmana, siendo el primer maestro de obra Pere de Coma. La gran obra se inició con la construcción del templo, dedicado a Santa María, que presenta planta basilical de cruz latina de tres naves y que fue consagrado al culto en el año 1278.
Después de la consagración del templo, la obra no se interrumpió y así, en el siglo XIV se finalizó el claustro. En ese mismo siglo se iniciaron las obras de construcción del campanario que finalizaron en 1431.
Puerta de los Apóstoles.
Colocada en la fachada oeste, es desde esta puerta por la que se accede exteriormente al claustro. Su construcción data de los siglos XIV y XV tomando como modelo la arquitectura gótica francesa, como la de la catedral de Chartres.
Iniciada por el maestro de obras Bartomeu Robió, existiendo un proyecto de Guillem Seguer de mediados del siglo XIV, consta de una gran portalada con arquivoltas apuntadas profusamente decoradas que van a sostenerse a los pilares donde se colocaron toda la inconografía de los apóstoles, coronados por pináculos góticos. En el mainel de la puerta se colocó la imagen de la Virgen María (Mare de Déu del Blau) y en el tímpano el pasaje bíblico del Juicio Final, representando en el centro a Cristo entronizado y con unos relieves en ambos lados con símbolos de la Pasión, estos trabajos escultóricos fueron encargados a Jordi Safont, que fue ayudado por su discípulo Bertran de la Borda.
Puerta de la Anunciata
Consta de un cuerpo rectangular sobresaliendo del muro, según la tipología de las portaladas románicas, con una cornisa con ménsulas representando cabezas humanas de forma ovalada y con gestos grotescos. La puerta está formada por arquivoltas sostenidas por pilares y columnas montados sobre un zócalo, con capiteles. En las arquivoltas, capiteles e impostas se encuentran decoraciones con motivos geométricos y vegetales vinculadas a un origen tolosano y que se relacionan con elementos escultóricos de la catedral de Tarragona.
Puerta dels Fillols
Construida hacia el año 1220, fue durante mucho tiempo la entrada principal y la de ingreso obligatorio, hasta el siglo XVII, de todos los que debían recibir el sacramento del bautismo.
Se encuentra situada en la fachada sur y es la que representa uno de los ejemplos más claros de la escuela de Lérida junto con la puerta Mayor de la fachada del oeste.
Consta de arco de medio punto con numerosas arquivoltas decoradas por un repertorio de elementos tolosanos, con motivos geométricos de zig-zag, palmas y piñas, arcos entrecruzados y puntas de diamante. Reposan sobre un friso corrido con una decoración parecida a la descrita y sobre pilares y columnas con capiteles esculpidos con animales fantásticos luchando y figuras humanas mezclados con motivos vegetales. Sobre la puerta se encuentra una cornisa con un friso decorado totalmente y con las ménsulas con diversidad de flores, cabezas de animales, motivos zoomórficos y figuras humanas.
Sobre el año 1386, cuando era maestro de obras Guillem Solivella, se realizó un nártex, para proteger la puerta, de planta rectangular y cubierto con una bóveda de crucería con la representación de la Virgen con Niño rodeada de ángeles en su clave, las ménsulas, donde descansan los nervios de la bóveda, están decoradas con ángeles y vírgenes orantes. Por la parte exterior está rematado por un gran arco con un cenefa de hojas esculpidas.
Puerta de Sant Berenguer
Llamada también del Castell (castillo) por estar emplazada enfrente del mismo. Es la primera de las puertas construidas en el siglo XII y situada en el brazo norte del transepto.
Compuesta por un cuerpo rectangular que sobresale del muro, se remata con una cornisa y unas ménsulas ricamente decoradas con elementos vegetales a base de cintas ondulades que inscriben palmas y figuras de pájaros o la lucha entre humanos y monstruos.
El resto es de una gran sobriedad y sin otra clase de ornamentación. Sus arcadas son la exterior apuntada de tipo islámico y semicirculares las dos interiores.
Sobre los arcos se encuentra un crismón con el monograma de Jesucristo.
Su construcción, iniciada en el año 1203, se prolongó durante más de dos siglos hasta que en 1431 se finalizó el campanario. Según los historiadores, la Seu Vella se construyó en el lugar donde se alzaba una mezquita musulmana, siendo el primer maestro de obra Pere de Coma. La gran obra se inició con la construcción del templo, dedicado a Santa María, que presenta planta basilical de cruz latina de tres naves y que fue consagrado al culto en el año 1278.
Después de la consagración del templo, la obra no se interrumpió y así, en el siglo XIV se finalizó el claustro. En ese mismo siglo se iniciaron las obras de construcción del campanario que finalizaron en 1431.
Puerta de los Apóstoles.
Colocada en la fachada oeste, es desde esta puerta por la que se accede exteriormente al claustro. Su construcción data de los siglos XIV y XV tomando como modelo la arquitectura gótica francesa, como la de la catedral de Chartres.
Iniciada por el maestro de obras Bartomeu Robió, existiendo un proyecto de Guillem Seguer de mediados del siglo XIV, consta de una gran portalada con arquivoltas apuntadas profusamente decoradas que van a sostenerse a los pilares donde se colocaron toda la inconografía de los apóstoles, coronados por pináculos góticos. En el mainel de la puerta se colocó la imagen de la Virgen María (Mare de Déu del Blau) y en el tímpano el pasaje bíblico del Juicio Final, representando en el centro a Cristo entronizado y con unos relieves en ambos lados con símbolos de la Pasión, estos trabajos escultóricos fueron encargados a Jordi Safont, que fue ayudado por su discípulo Bertran de la Borda.
Puerta de la Anunciata
Consta de un cuerpo rectangular sobresaliendo del muro, según la tipología de las portaladas románicas, con una cornisa con ménsulas representando cabezas humanas de forma ovalada y con gestos grotescos. La puerta está formada por arquivoltas sostenidas por pilares y columnas montados sobre un zócalo, con capiteles. En las arquivoltas, capiteles e impostas se encuentran decoraciones con motivos geométricos y vegetales vinculadas a un origen tolosano y que se relacionan con elementos escultóricos de la catedral de Tarragona.
Puerta dels Fillols
Construida hacia el año 1220, fue durante mucho tiempo la entrada principal y la de ingreso obligatorio, hasta el siglo XVII, de todos los que debían recibir el sacramento del bautismo.
Se encuentra situada en la fachada sur y es la que representa uno de los ejemplos más claros de la escuela de Lérida junto con la puerta Mayor de la fachada del oeste.
Consta de arco de medio punto con numerosas arquivoltas decoradas por un repertorio de elementos tolosanos, con motivos geométricos de zig-zag, palmas y piñas, arcos entrecruzados y puntas de diamante. Reposan sobre un friso corrido con una decoración parecida a la descrita y sobre pilares y columnas con capiteles esculpidos con animales fantásticos luchando y figuras humanas mezclados con motivos vegetales. Sobre la puerta se encuentra una cornisa con un friso decorado totalmente y con las ménsulas con diversidad de flores, cabezas de animales, motivos zoomórficos y figuras humanas.
Sobre el año 1386, cuando era maestro de obras Guillem Solivella, se realizó un nártex, para proteger la puerta, de planta rectangular y cubierto con una bóveda de crucería con la representación de la Virgen con Niño rodeada de ángeles en su clave, las ménsulas, donde descansan los nervios de la bóveda, están decoradas con ángeles y vírgenes orantes. Por la parte exterior está rematado por un gran arco con un cenefa de hojas esculpidas.
Puerta de Sant Berenguer
Llamada también del Castell (castillo) por estar emplazada enfrente del mismo. Es la primera de las puertas construidas en el siglo XII y situada en el brazo norte del transepto.
Compuesta por un cuerpo rectangular que sobresale del muro, se remata con una cornisa y unas ménsulas ricamente decoradas con elementos vegetales a base de cintas ondulades que inscriben palmas y figuras de pájaros o la lucha entre humanos y monstruos.
El resto es de una gran sobriedad y sin otra clase de ornamentación. Sus arcadas son la exterior apuntada de tipo islámico y semicirculares las dos interiores.
Sobre los arcos se encuentra un crismón con el monograma de Jesucristo.
Campanario
Situado en el sud-oeste del claustro, fue iniciada su construcción en el siglo XIV por el maestro de obras de la catedral Guillem Solivella y terminada en el siglo siguiente.
Tiene planta octogonal con dos cuerpos de diámetro diferente, uno de doce metros y otro de nueve, el primero formado por cuatro plantas con ventanales formados por columnas y tracerías caladas y el segundo cuerpo con galerías. La última planta está coronada con pináculos y arbotantes góticos y gárgolas, ésta última parte del campanario estuvo realizada por el maestro Carlí a principios del siglo XV. Posee una escalera de caracol con 238 escalones para llegar al punto más alto de la torre de 60 metros.
Cuando visitamos Lleida, el campanario estaba en restauración, por eso tenía andamios por toda su estructura externa, sí que pudimos subir hasta lo más alto de la torre.
Sin duda, las visitas de la ciudad de Lleida desde lo alto del campanario maravillosas.
La catedral presenta una planta basilical de cruz latina con tres naves longitudinales siendo más ancha y alta la central. En la parte superior de esta, se abren ventanales de arcos de medio punto. La unión de las naves laterales con la central está resuelta por seis grandes columnas (tres por costado) coniformes.
Claustro
El claustro de la Seu Vella se halla anómalamente emplazado delante de la fachada principal de la basílica. Se accede a él por las tres puertas interiores de las naves de la catedral o por la puerta exterior de la parte oeste, la llamada de los Apóstoles.
Tiene una planta ligeramente trapezoidal con cuatro galerías de cuarenta y ocho metros de promedio de largo por 8,77 de ancho, destacando por sus excepcionales dimensiones, que lo convierten en uno de los mayores claustros de Europa, cubiertas con bóvedas de arista, su construcción fue iniciada a finales del siglo XIII por el maestro de obras Guillem d'Enill, correspondiendo a esta época el ala este, los arcos de la parte nord-oriental y los fuertes contrafuertes de la galería sur. Uno de los factores más originales del claustro es la situación de la galería meridional que se convierte en un magnífico mirador a través de sus cinco arcos, sobre la ciudad con una amplia vista panorámica.
Las galerías son de cinco tramos y están realizadas con 17 arcos ojivales de delicadas tracerías todas desiguales, sostenidas por finas columnas con capiteles decorados con elementos vegetales mezclados con otros representando animales o figuras humanas, entre éstos destaca uno de la galería norte con una escena de la vendimia, los de los animales se encuentran enfrentados en pelea.
Capilla de santo Tomás
Pequeña capilla, construida aprovechando el grueso del muro del edificio, con bóveda apuntada y un conjunto de pinturas murales representando los apóstoles de la época original de su construcción del siglo XIII, con influencia múdejar.
Capilla de la Epifanía
Realizada a finales del siglo XIV con función de panteón funerario. Construida por Bartomeu de Robió por encargo del obispo Guerau de Requesens junto con la cripta dedicada a la Natividad. Está situada a la izquierda de la Puerta del Fillols saliendo de la catedral. La capilla tiene una estructura de tres tramos con las claves esculturadas y policromadas, en una de ellas hay la representación del obispo rezando delante la Virgen. Los nervios que componen la bóveda estrellada están todos profusamente decorados con motivos florales y heráldicos.
Capilla de santa Margarita o Crucifixión
Situada al lado de la puerta meridional. Contiene unas pinturas murales de la Edad Media las pinturas representan la crucifixión en un espacio limitado por un arco haciendo de eje central del conjunto, se observan un grupo de mujeres, entre ellas la Virgen, y al otro lado el centurión Longino en aptitud de rogar a Cristo además del retrato del donante Guillem Soler (†1354) a los pies de la cruz.
La verdad es que las fotos no le hacen justicia a la maravillosa Catedral de Lleida, ubicada en un emplazamiento único que hará las delicias de todos sus visitantes. Sin duda, totalmente recomendable. Os dejo unas cuantas imágenes más de la magnificencia de la misma.
Espero que os haya gustado nuestro reportaje fotográfico sobre la ciudad de Lleida.
Claustro
El claustro de la Seu Vella se halla anómalamente emplazado delante de la fachada principal de la basílica. Se accede a él por las tres puertas interiores de las naves de la catedral o por la puerta exterior de la parte oeste, la llamada de los Apóstoles.
Tiene una planta ligeramente trapezoidal con cuatro galerías de cuarenta y ocho metros de promedio de largo por 8,77 de ancho, destacando por sus excepcionales dimensiones, que lo convierten en uno de los mayores claustros de Europa, cubiertas con bóvedas de arista, su construcción fue iniciada a finales del siglo XIII por el maestro de obras Guillem d'Enill, correspondiendo a esta época el ala este, los arcos de la parte nord-oriental y los fuertes contrafuertes de la galería sur. Uno de los factores más originales del claustro es la situación de la galería meridional que se convierte en un magnífico mirador a través de sus cinco arcos, sobre la ciudad con una amplia vista panorámica.
Las galerías son de cinco tramos y están realizadas con 17 arcos ojivales de delicadas tracerías todas desiguales, sostenidas por finas columnas con capiteles decorados con elementos vegetales mezclados con otros representando animales o figuras humanas, entre éstos destaca uno de la galería norte con una escena de la vendimia, los de los animales se encuentran enfrentados en pelea.
Capilla de santo Tomás
Pequeña capilla, construida aprovechando el grueso del muro del edificio, con bóveda apuntada y un conjunto de pinturas murales representando los apóstoles de la época original de su construcción del siglo XIII, con influencia múdejar.
Capilla de la Epifanía
Realizada a finales del siglo XIV con función de panteón funerario. Construida por Bartomeu de Robió por encargo del obispo Guerau de Requesens junto con la cripta dedicada a la Natividad. Está situada a la izquierda de la Puerta del Fillols saliendo de la catedral. La capilla tiene una estructura de tres tramos con las claves esculturadas y policromadas, en una de ellas hay la representación del obispo rezando delante la Virgen. Los nervios que componen la bóveda estrellada están todos profusamente decorados con motivos florales y heráldicos.
Capilla de santa Margarita o Crucifixión
Situada al lado de la puerta meridional. Contiene unas pinturas murales de la Edad Media las pinturas representan la crucifixión en un espacio limitado por un arco haciendo de eje central del conjunto, se observan un grupo de mujeres, entre ellas la Virgen, y al otro lado el centurión Longino en aptitud de rogar a Cristo además del retrato del donante Guillem Soler (†1354) a los pies de la cruz.
La verdad es que las fotos no le hacen justicia a la maravillosa Catedral de Lleida, ubicada en un emplazamiento único que hará las delicias de todos sus visitantes. Sin duda, totalmente recomendable. Os dejo unas cuantas imágenes más de la magnificencia de la misma.
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