Visita a Caleruega

La riqueza monumental y cultural de Caleruega está relacionada en gran parte con Santo Domingo de Guzmán. Pero también cuenta con otros rincones y paisajes cargados de interés, tanto dentro del pueblo como en su entorno.

Los caleroganos han querido preservar y dar a conocer este patrimonio, historia, costumbres y alguna que otra leyenda, apoyando la restauración y recuperación de muchos de ellos.

El entramado de calles y callejas se articulan entorno a la Plaza Mayor, desde las faldas de la Peña San Jorge hasta la ribera del río Gramejón, quedando ésta en el centro del pueblo, agrupando los monumentos más destacables y a los acontecimientos más importantes.

Recorriendo su caserío se disfruta de una singular mezcla entre la arquitectura serrana, del Arlanza y de La Ribera. Encontramos tanto viviendas de caliza y entramado de madera de enebro o roble con chimeneas encestadas como otras de adobe, intercalándose bodegas subterráneas aprovechando cuevas naturales. Y si no fuera ya poco variopinto, hay que añadir multitud de viviendas de nueva construcción o rehabilitadas, de las que muchas guardan concordancia con el casco histórico.

Parroquia de San Sebastián

Templo románico de una nave del siglo XII, con torre campanario, portada con arcos de medio punto y ábside semicircular que se traduce en el interior en un sencillo altar, con cornisa decorada en forma de dados y rematado en un arco de medio punto. A mediados del siglo XX fue restaurada para evitar su hundimiento, eliminando los soportales.

Aquí fue bautizado Santo Domingo de Guzmán, en una pila románica de piedra. Hoy en día se guarda en el Monasterio de la M.M. Dominicos de Santo Domingo el Real de Madrid, usándola sólo para bautizar a los hijos de reyes o herederos de España.

Dentro del templo también estuvo la primera sepultura de la Beata Juana.

     

     

     

Real Monasterio de Santo Domingo

Monasterio de Madres Dominicas, fundado en 1266 por el rey Alfonso X para honrar al fundador de la Orden de los Predicadores Dominicos, donde se trasladan las monjas de San Esteban de Gormaz, otorgándolas el Señorío del lugar (privilegios rodados). Está formado por varios edificios construidos y reformados en diferentes épocas.

      

La iglesia actual es del siglo XVI y de estilo renacentista sobrio y solemne. Por desgracia no pudimos acceder a la misma ni a la cripta donde un pozo indica el lugar donde nació Santo Domingo.

A donde sí pudimos acceder fue al claustro. Se comenzó a construir en el siglo XIII y conserva restos de las diferentes etapas de su construcción, como el claustro bajo con arcos de medio punto sobre columnas pareadas, una puerta ojival gótica y el sobreclaustro del siglo XVIII construido en ladrillo. En su museo se pueden contemplar piezas de alto interés artístico e histórico, y en el archivo se conservan bulas papales, privilegios reales, cartas de San Raimundo de Peñafort. En resumen, documentos considerados un tesoro histórico, datando el más antiguo del siglo X.

     

     

      

Convento de los Dominicos

Se comenzó en 1952 cuidando que el tipo de construcción no desentonara con la estructura y austeridad del Monasterio, salvo por el remate en las esquinas del edificio con torres achapiteladas.

El edificio se construyó rodeando al Torreón de los Guzmanes, quedando este en el patio del convento. Otro resto de la antigua casa solariega de la familia del Santo es la Bodega de la Beata Juana de Aza, madre del santo.

El conjunto conventual cuenta con una capilla, un museo dominicano con piezas de distinto valor relacionado con la orden y una Casa de Espiritualidad. En otra sala se albergan varias esculturas del Padre Alfonso Salas. Desgraciadamente no pudimos acceder a ellas.

Torreón de los Guzmanes

Torre rectangular de cuatro plantas, con 17 metros de altura e implacable aspecto reforzado con muros de dos metros de espesor.

Del siglo X, al igual que otras fortalezas de La Ribera, que unidas formaban una línea de vigilancia y defensa en plena reconquista.

Las dos primeras plantas son de estilo perrománico, con un ventanal de doble arco mozárabe en la segunda. La tercera planta tiene ventanales más modernos con arcos de medio punto (estilo románico). Entre esta y la siguiente existen unos canecillos o salientes de piedra. La última planta es un patio almenado, desde donde se disfruta de grandes vistas de las Peñas de Cervera y gran parte de la Ribera del Duero.

     

     

Merece la pensa subir a lo alto del Torreón sobre todo por las vistas del Monasterio de Santo Domingo y de toda la villa de Caleruega.

Afortunadamente pudimos entrar aunque el señor que lo permite no estaba por la labor    , y a pesar de que nos habíamos informado en la Oficina de Turismo de Burgos provincia y nos habían comentado que sí que tenía horario de visita.

Y con esto termina nuestra visita a la villa de Caleruega en la provincia de Burgos. Espero que os haya gustado.