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Eurostars Balneario Rocallaura en Rocallaura

Os contamos ahora, antes de empezar con la review del resto de nuestros días por tierras catalanas en Agosto 2013, nuestra experiencia en el alojamiento en el que estuvimos hospedados en Lleida, concretamente en la localidad de Rocallaura en el Hotel Eurostars Balneario de Rocallaura.

La llegada al hotel fue un poco traumático, tras un madrugón espectacular, como es costumbre en nuestros viajes, una visita a la preciosa localidad de Montblanc y al impresionante Monasterio de Poblet, teníamos la intención de descansar un poco antes de cenar e incluso poder hacer uso de la piscina cubierta del hotel. Pero cual fue nuestra sorpresa cuando en recepción nos comunican que no tenían ninguna notificación de nuestra reserva, algo difícil de entender pues habíamos hecho la reserva por la página oficial. Afortunadamente, solventaron el problema lo más rápido posible, aunque ello ya no nos permitió disfrutar de la piscina, sino rápidamente asearnos para dirigirnos a cenar ya que teníamos una reserva de MP en el hotel.

La reserva era asimismo de dos habitaciones dobles, ya que el hotel no dispone de cuádruples, pero como así habíamos pedido en observaciones, nos dieron dos habitaciones juntas.

Situación

El Hotel Eurostars Balneario de Rocallaura está situado en la Sierra del Tallat, donde goza de una panorámica espectacular sobre la Sierra de Prades. Estamos emplazados en un entorno totalmente natural, en el que la relajación y el descanso están garantizados. El núcleo urbano más próximo a nuestro emplazamiento es Vallbona de les Monges (6 km.), donde se alza el magnífico monasterio del siglo XII, el cenobio cisterciense femenino más importante de Cataluña.

El Balneario está situado en una posición de privilegio para realizar la ruta del Cister, que une como un triángulo los impresionantes monasterios de Santes Creus, Poblet y Vallbona de les Monges.

Rocafort se encuentra en las primeras estribaciones de la cordillera catalana, con el Pla d'Urgell a sus pies y las impresionantes montañas de Prades en las cercanías. La población amurallada de Montblanc, una de las más imponentes de Cataluña y cuna de la leyenda de Sant Jordi, se halla a menos de 20 km. del balneario.

Estaba situado en la misma autovía aún nos separaban del hotel unos 20 kilómetros ya por carreteras secundarias, pero en buen estado. Además el hotel está enclavado en plena sierra, a unos escasos kilómetros de la localidad de Rocallaura.

Eso sí, esta localización, totalmente tranquila y en plena naturaleza, obligaba, a mi entender, a tener una reserva de MP con cena incluida, pues en los alrededores no había ningún lugar cercano en el que poder cenar, a no ser que te acercaras a Montblanc.








Instalaciones del hotel

El hotel dispone de un total de 82 habitaciones, entre ellas 10 Junior Suites y 6 Suites, un restaurante gastronómico, una cafetería, tres salas de convenciones y banquetes, una sala de descanso, un gimnasio, piscina cubierta y un parking exterior. Entre su oferta destaca su balneario, dedicado a tratamientos termales, piscinas, jacuzzis y una amplia gama de masajes que permiten optimizar las cualidades curativas del Agua de Rocallaura.

Como ya os hemos comentado anteriormente, nuestra reserva era de dos habitaciones dobles, correctas. Cómodas, limpias, sin grandes comodidades pero lo suficiente para dormir y descansar. Aunque desgraciadamente tuvimos que ser cambiados de habitación, pues en una de las dos habitaciones en las que fuimos hospedados el primer día, se oía un ruido bastante molesto durante toda la noche. Al día siguiente pedimos el cambio en recepción y nos lo hicieron, argumentándonos que nos habían trasladado a una zona más alejada de las máquinas, lo cual nos llevó a deducir que ese ruido incómodo provenía de la sala de máquinas, un problema que sin duda un hotel de estas características debería solventar a la mayor brevedad posible. 














Como nuestro propósito en este viaje era disfrutar del patrimonio cultural y natural de la zona, no llegamos a hacer uso de las instalaciones del balneario como tal, pero mucha gente se hospedaba en el hotel por ello. Sin duda, una buena opción para hospedarse en este hotel, sería hacer uso del balneario y disfrutar de una estancia de turismo de salud.

Gastronomía

Al estar hospedados en régimen de MP, disfrutamos del desayuno y de la cena en el hotel.

Del desayuno, decir que era correcto, sólo uno de los cuatro días en los que desayunamos, si mal no recuerdo el domingo, no había ningún alimento caliente, ese día sí que había un cocinero que te preparaba huevos fritos, o bacon recién hecho.

Por lo demás, había a disposición de los clientes, aparte de bebidas calientes y zumos, tostadas, fruta, embutido, y bollería en general.







Y sin duda, la estrella del hotel fue la cena, en concreto el menú gastronómico que pudimos degustar tres de los cuatro días, compuesto de un entrante, un primer plato, un segundo plato, y un postre. Todo enmarcado dentro de la cocina catalana, servido con mucho gusto y exquisito. A los niños, les servían un menú infantil compuesto por pasta y filete de pollo o de carne o hamburguesa.

Os dejo algunos de los menús que pudimos degustar esos días, así como algunos de los platos que probamos. 








En general el hotel, salvo los dos inconvenientes que tuvimos, el cambio de habitación y la sorpresa a la llegada, nos pareció correcto, sobre todo teniendo en cuenta que lo habíamos reservado con una oferta de última hora de un 30%.

Nuestra puntuación general del mismo es de un 7 sobre 10, destacando principalmente su cocina y el entorno en el que está situado.

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