Cerca de Felipe IV en Madrid

Hace unos días paseando por Madrid observé los restos de una antigua Cerca que se encuentran junto al nuevo edificio del Senado, en la calle de Bailén. Se trata de un trozo de tapia de aproximadamente unos tres metros de longitud que apareció durante las obras de ampliación de la sede de la Cámara Alta en el año 1991, muy cerca del Palacio Real, de la Plaza de España y de los Jardines de Sabatini. Esta tapia se encuentra junto a la garita de entrada al moderno edificio, protegido por una verja, sin indicación alguna sobre la época a la que podría corresponder o incluso sobre lo que podría ser.

Indagando un poco por internet descubrí que podría tratarse de una construcción del siglo XV o del siglo XVI. Si estuviéramos hablando del siglo XV estaríamos ante los restos de la Cerca del Arrabal, y por contra si estuvíeramos hablando de restos del siglo XVI nos encontraríamos ante parte de la Cerca de Felipe IV. Parece que diversos historiadores apoyan más la teoría de que estos restos encontrados formarían parte de la Cerca de Felipe IV, por lo que desde aquí seguiremos con esta teoría y los indicaremos de esta forma.

En el siglo IX los musulmanes construyeron una muralla de aproximadamente unas 9 hectáreas con el propósito de establecer los limites de la Villa de Madrid. Más adelante entre los siglos XII y XIII los habitantes de Madrid (ya cristianos, tras la expulsión musulmana de la localidad de Madrid) se percataron que debían ampliar la muralla debido al aumento de la población y la ampliación de la extensión de la ciudad y eso es lo que hicieron.

Más tarde, hacia el 1438, se construyó la Cerca del Arrabal, que delimitaba el que se convertiría en el tercer recinto madrileño, que abarcaba los nuevos arrabales (Santo Domingo, San Martín, Santa Cruz, etc.). Esta cerca ya no debería ser calificada de muralla pues su función principal no era la defensa ante el enemigo, como en el pasado, sino de tipo sanitario y administrativo o de recaudación fiscal; carecía de torres y almenas, que ya no eran necesarias, y su material de construcción no era tan fuerte como el de las recias murallas.

En el siglo XVI, después de que Felipe II trajera la Corte a la Villa, ésta se vio obligada a ampliar su recinto una vez más. En 1566 el rey ordenó la construcción de una nueva tapia que rodeó un Madrid que por entonces había llegado a las 125 hectáreas de extensión.

Posteriormente ya en el siglo XVII sería Felipe IV quien construiría la última cerca, la conocida Cerca de Felipe IV, que no fue derribada hasta el año 1868.

Situación

Plano de la cerca de Felipe IV, con puertas y portillos, publicado en 1847 en el Semanario Pintoresco Español.

Como vemos en la imagen del plano de más abajo, la muralla se extendía a los largo de Madrid por las siguientes calles: Cuesta de la Vega, rondas de Segovia, Toledo, Valencia y Atocha, plaza del Emperador Carlos V, avenidas de la Ciudad de Barcelona y Menéndez Pelayo, Alcalá, plaza de la Independencia, Serrano, Jorge Juan, plaza de Colón, Génova, Sagasta, Carranza y girando a la izquierda por San Bernardo corría por Santa Cruz de Marcenado hasta Serrano Jover, Princesa, Ventura Rodríguez, Ferraz, cuesta de San Vicente, paseo de la Virgen del Puerto y subía bordeando el Campo del Moro hasta enlazar con la cuesta de la Vega.