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Visita a Senlis

Edificada en una colina, Senlis, ciudad de los Sulbanectas, fue ocupada y llamada Augustomagus por los romanos hacia el año VIII antes de J.C. En el siglo III después de J.C. se la protege con una muralla de 4 metros de grueso flanqueada por 28 torreones gran parte de la cual subsistió hasta nuestros días. Este recinto galo-romano es el que encierra la ciudad con pintorescas callejuelas: calle de la Treille, del Chat Haret, del Petit Chaalis, y en su corazón las ruinas del Castillo Real.

Senlis ha visto pasar a todos los reyes de Francia, desde Hugo Capet, quien fue proclamado rey en ella en 987, hasta Carlos X.

Entre Felipe Augusto y Felipe le Bel, Senlis, para proteger sus alrededores, construyó una segunda muralla. Dentro de las 40 Ha. por ella delimitadas, se halla su prestigioso patrimonio:
  • la catedral de Notre Dame, notoria por su flecha y su pórtico oeste representando el coronamiento de la Virgen.
  • la capilla Saint Framburg fundada por la reina Adelaida.
  • la abadía Saint Vincent erigida por la reina Ana de Keiv en 1066.
  • el Priorato Saint Maurice edificado en el parque del Castillo por orden de San Luis.
Entre los siglos XVII y XVIII los notables mandan construir numerosas mansiones con monumentales pórticos. Numerosas son las comunidades religiosas que se instalan en Senlis: la de la Presentación, de la Caridad, los Capuchinos, los Cármenes...

Cuatro originales museos exhiben arqueología, arquitectura e historia y tradiciones de la ciudad.

A sólo 40 kilómetros de París, Senlis ofrece un agradable paseo a través de los siglos.

Y de ese paseo disfrutamos en una corta pero intensa parada en la villa de Senlis de camino a uno de nuestros destinos principales de nuestro viaje de Julio 2012: Brujas.

Os mostraremos las fotos de ese paseo por Senlis.

Aparcamos en la Place du Chalet ya que como suele ser habitual en nuestros viajes, seleccionamos lugares de aparcamiento a ser posible gratis y cerca del centro histórico, gracias a Google Maps que nos permite adentrarnos de manera virtual en las ciudades que vamos a visitar.


Desde allí nos encontramos enseguida con la Catedral de Saint Pierre, que se encuentra cerrada y que hoy en día sólo se abre para exhibiciones y conciertos. Destaca su fachada de 1564 atribuida a Martin Chambiges. De origen pre-romano ha sufrido numerosos añadidos en los siglos XIII y XV. La torre cuadrada de 51 yardas de altura data de finales del siglo XVI.





   





Para llegar a la Catedral de Notre Dame, tomamos la Rue du Chancellier.


Catedral de Notre-Dame

Es una de las primeras catedrales góticas que se construyó en Francia, a continuación de Saint- Denis, que había sido consagrada en 1144 por el abad Suger, mostrando las posibilidades del nuevo estilo, por lo que éste se difundirá rápidamente. Su construcción arranca entre 1151 y 1155, cuando el obispo Thibaut comenzó la construcción de la catedral de Notre Dame de Senlis en el emplazamiento de una iglesia anterior. Fue dedicada solemnemente en 1191, aunque solo contaba con una nave de tres tramos simples y tres tramos dobles encuadrados en las colaterales, un rudimentario transepto formado por un doble tramo que sobresale del primer piso, un coro de un tramo doble y un ábside semicircular alrededor de un deambulatorio al que se abrían cinco capillas.

En el s. XIII, cuando San Luis gobernaba Francia, el gótico se encuentra afianzado ya en sus métodos constructivos, lanzando sus bóvedas de piedra a alturas cada vez más vertiginosas. Así se decide magnificar la catedral de Senlis, suprimiendo los tramos centrales para elevar un gran transepto y coronar la torre sur con una gran flecha, con lo que se remata la construcción del edificio, al que posteriormente se añadirán la sala capitular al norte y la capilla del Bailli. Durante la revolución francesa sufre graves desperfectos, sufriendo en el siglo XIX una restauración un tanto polémica.



   



   


La fachada oeste pertenece al siglo XII, mostrando los inicios de la nueva plástica, con una estructura muy simple: gruesos contrafuertes la dividen en tres sectores verticales, con escasa decoración y pequeñas ventanas. El pórtico central estuvo policromado, quedando algunos restos en las arquivoltas. Las estatuas de las jambas fueron decapitadas durante la revolución y mal restauradas en el s. XIX, por lo que no sirven de testimonio preciso de la escultura del último tercio del s. XII, aunque si observamos que sus proporciones se acercan a las naturales y sus ropajes han ganado en soltura y naturalidad. A la izquierda se reconoce a San Juan Bautista, Moisés, Abraham y Samuel. A la derecha Simeón, Jeremías, probablemente Isaías y David con las piernas cruzadas. Bajo las jambas aparece un calendario. Sobre la parte derecha del portal, de izquierda a derecha los meses de enero a junio. En la parte izquierda los otros meses representados con las tareas propias de cada uno.

El dintel aparece partido en dos, a la izquierda se encuentra la escena de la “Dormición de la Virgen”, mutilada en la revolución, en la que podemos ver que su cuerpo descansa en un lecho, rodeada por los apóstoles. En forma de un niño su alma sube al cielo llevada por los ángeles. A la derecha se cuenta la “Asunción de la Virgen”, en la que los ángeles se disponen a llevarla. Es una escena llena de naturalidad y frescura, en la que uno de ellos la levanta por la espalda, mientras que otro dobla el ala de un compañero, ya que le molesta para ver lo que sucede.

En el tímpano, la escena “El triunfo de la Virgen” remata el portal occidental. María, ya coronada recibe la bendición de su hijo. Una serie de ángeles colocados bajo una serie de arcadas portaban incensarios, santificando así la escena. En las arquivoltas una serie de personajes muestran y la disposición longitudinal propia del nuevo estilo.






En el interior, la nave y el presbiterio, estrechos y de gran altura, dan una impresión de grandeza. Las tribunas, sobre las nave laterales, son de las más hermosas de Francia.

   









   





   







   



   

   

   

   





   






Parque y vestigios del Castillo Real.








Paseando por la villa, descubrimos rincones con encantos como el Hotel Dieu de Garlande, un arco galo-romano y otros lugares de interés.













   









    








Con esto, terminamos nuestro paseo por Senlis, una localidad que si bien nos resultó más sencilla que Saintes y con menos monumentos visitables, guarda cierto encanto en sus calles medievales.

Para comer, decidimos ir a lo seguro, y al final comimos en el Mc Donalds que hay a las afueras de la localidad. De todas formas, os dejo una foto de un restaurante que habíamos visto por Internet con un menú muy económico para niños y que nos llamaba la atención, por si es de vuestro agrado.


Espero que os haya gustado el reportaje fotográfico de esta medieval villa francesa.  cheers  cheers

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