Blog Los viajes de Dora Nuestro viaje por Aragón en el Puente de Mayo de 2012 ~ LOS VIAJES DE DORA
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Nuestro viaje por Aragón en el Puente de Mayo de 2012

A pesar de haber dispuesto de tan sólo tres días para visitar tierras aragonesas, os voy a dejar una breve review de los lugares que hemos visitado durante el Puente de Mayo en 2012.

Día 1. Zaragoza capital

Salimos como siempre tempranito de casa para aprovechar el día en Zaragoza al máximo. Amenaza lluvia pero no importa. Por delante disponíamos de tres días para poder disfrutar de unas mini-vacaciones haciendo lo que más nos gusta: viajar.

Poco después de las 9:00 de la mañana ya estábamos aparcando en Zaragoza, justo en la otra orilla del majestuoso río Ebro, lo cual nos permitió disfrutar de unas inmejorables vistas de la Basílica del Pilar.



Para cruzar a la otra orilla, pasamos por el Puente de Piedra, que a pesar de lo que la gente cree, no es romano, sino medieval.



Nada más cruzar, el primer monumento que descubrimos fue La Lonja de Mercaderes. Desgraciadamente, no pudimos visitar su interior, pues actualmente sirve de sala de exposiciones y al estar cambiando la exposición, estaba cerrada. Otra vez será.


Y de ahí a la Plaza del Pilar. Inmensa con un gran número de estatuas referidas a Goya y a sus obras, así como un busto del famoso pintor.




A pesar de disponer de gran cantidad de folletos sobre Zaragoza, incluido un mapa, objeto imprescindible para no perderse viajando, decidimos acercarnos a la Oficina de Turismo para preguntar en concreto por la Zaragoza Card de 24 horas, para ver si nos resultaría rentable adquirirla o no. Después de ser atendidos de forma magistral por los informadores turísticos, vimos la conveniencia de comprarla, no sólo para los adultos, sino también para nuestros hijos ya que al tener 8 y 13 años, prácticamente en todos los monumentos tenían que pagar lo mismo que los adultos, y la idea de poder montar en el Bus Turístico varias veces, en un principio, nos pareció atractiva. Al final sólo pudimos hacerlo una vez pero desde luego mereció la pena.

Ya con nuestra tarjeta en la mano, fuimos derechitos a la Catedral, ya que su horario por la mañana, al no tener todavía los horarios de verano, era bastante restringido.


He de reconocer que me impresionó gratamente aunque no pudimos disfrutar por completo de otra de nuestras aficiones favoritas cuando viajamos: el hacer fotografías. Una norma que, sinceramente, sigo sin entender.



      

Junto con la entrada a la Catedral, también puedes acceder al Museo de Tapices. Una preciosidad.



Al salir de la Catedral, el cielo empezaba a amenazar lluvia, bueno, a ver hasta cuándo aguanta, pensamos.

Nuestra intención era visitar el Palacio de la Real Maestranza de Caballería de Zaragoza. Aunque es obligatorio hacer la visita guiada a unas horas determinadas, por lo visto en Internet parecía un lugar fascinante. Y la verdad es que lo fue, unos 40 minutos de una interesante charla, que la verdad es que los enanos aguantaron bastante bien.



Al salir, volvimos a la Plaza del Pilar para visitar ya la archiconocida Basílica del Pilar. La entrada en la misma es gratuita, no así el Museo Pilarista (que me decepcionó un poco) y la subida a una de las torres en un Ascensor Panorámico, más bien diría supersónico. Nos montamos de forma gratuita con la Zaragoza Card y el guía nos comenta: "Bueno, mientras subimos, les voy a contar un poco la historia de la Basílica...." No había ni terminado de pronunciar la última palabra, cuando ya estábamos a 60 metros de altura, uf, y luego dicen de la T.O.T.

Eso sí las vistas desde lo más alto, impresionantes, pero había que no tener vértigo porque la verdad es que daba un poco de respeto.


      

Una vez repuestos de la subida, nos dispusimos a ver la propia Basílica del Pilar. Asimismo visitamos el Museo Pilarista en donde te muestran las distintos mantos y joyas de la Virgen que la gente ha donado para las coronas. Reconozco que si no hubiéramos adquirido la Zaragoza Card, no habría entrado en el mismo, porque sólo es una sala con distintas vitrinas pero sin embargo, a David le resultó interesante el hecho de que utilizaran las joyas que la gente dona para las coronas de la Virgen

Sin duda, lo más destacable de la Basílica es la Capilla del Pilar en donde se encuentra la Virgen del Pilar, una talla de madera que tan sólo mide 38 cm, pero en donde destaca principalmente sus famosos mantos.


      


     

Al salir de la Basílica, nos dirigimos a comer al Restaurante Buffet Las Palomas situado en la misma Plaza del Pilar.


     

De entre todos los monumentos que visitamos, habíamos dejado para las horas de después de comer todos los museos que forman parte de la Ruta Caesaraugusta ya que no cierran al mediodía. Empezamos por el del Foro Romano, situado en la plaza de la Seo, luego el del Puerto Fluvial, a continuación el de las Termas Públicas y por el último el del Teatro. En todos ellos, aparte de contemplar las ruinas romanas que han llegado a nuestros días de los distintos edificios, también te explican con proyecciones el nacimiento, historia y declive de Caesaraugusta. Además a los peques les dieron un cuadernillo que tenían que ir completando con información de los diferentes museos y en cada uno de ellos les ponían un sello que acreditaba que los habían visitado todos.



     

     




     


Aunque empezaba a amenazar lluvia, no podíamos dejar de ver otro de los monumentos más emblemáticos e importantes de la ciudad de Zaragoza: La Aljafería, que hoy en día alberga las Cortes de Aragón.




     


Justo cuando salimos, empezó a diluviar, así que no dudamos en coger el Bus Turístico que al menos nos permitió poder seguir disfrutando de la ciudad protegidos de la lluvia. Como estábamos ya muy cansados después de llevar todo el día paseando y del madrugón, nos bajamos en la Plaza del Pilar, sin hacer el recorrido completo y antes de ya acercarnos al hotel, volvimos a entrar en el restaurante en el que habíamos comido, y con la Zaragoza Card, degustamos un exquisito pincho junto con una bebida que nos repuso lo suficiente como para volver a cruzar el Puente de Piedra para llegar al coche.


Día 2: Monasterio de Rueda, Alcañiz. La Fresneda y Valderrobles.

Segundo día por tierras aragonesas. El día levantó triste, nublado y con una ligera lluvia lo cual propició algunas dudas con respecto al itinerario previsto. Afortunadamente decidimos mantenerlo y el tiempo fue generoso con nosotros, ya que no sólo dejó de llover de camino a nuestro primer destino, sino que además, el sol nos acompañó durante todo el día.

Nuestro primer destino programado era la localidad de Alcañiz, pero de camino vimos que íbamos cumpliendo con creces las expectativas de tiempo para llegar a Alcañiz, ya que en contacto con la Oficina de Turismo de esta villa, nos habían indicado que la visita al castillo era guiada y con un horario determinado, pero que era más conveniente visitarlo a las 12:00, ya que anteriormente había un par de grupos para la visita. Por ello decidimos hacer desviarnos un poco de nuestro camino para visitar el Monasterio de Rueda en la localidad de Sástago.


La visita al monasterio se puede realizar de forma individual aunque desgraciadamente tuvimos que esperar una media hora puesto que por "problemas técnicos" no abrían hasta las 10:30 en vez de a las 10:00 como estaba anunciado.











Ese pequeño problema "técnico" nos retrasó bastante, así que llegamos a Alcañiz con el tiempo justo para poder ver el Castillo a las 12:00 de la mañana, así que cuesta para arriba a toda velocidad, con un sol radiante sobre nuestras cabezas. Afortunadamente, llegamos a tiempo, con la lengua fuera, pero justo a tiempo de empezar la visita guiada. El Castillo es sin duda la joya de la villa y destaca principalmente por sus pinturas murales.









Tuvimos la fortuna de coincidir con el Mercado Medieval que todos los años se celebra en Alcañiz una semana antes o después de San Jorge, 23 de abril, así que la Plaza estaba llena de tenderetes y de puestos vendiendo todo tipo de productos artesanales.

     


En la misma plaza se encuentra la Ex-colegiata de Santa María la Mayor.

     



También visitamos los pasadizos subterráneos a los que se accede desde la Oficina de Turismo.



Comimos en el mismo Alcañiz, un plato combinado en un bar fuera del centro histórico, y una vez que repusimos fuerzas nos dirigimos a Valderrobles haciendo una breve parada en la localidad de La Fresneda, la cual nos habían recomendado en la Oficina de Turismo, y la verdad es que no nos defraudó.






Por último y para terminar este día tan prolífico en bellos parajes, nos acercamos a la medieval villa de Valderrobres, que como nos imaginábamos, no sólo no nos defraudó, sino que nos encantó.




Un placer pasear por sus calles estrechas y auténticas.

      

Lo más destacable de la villa es su Castillo e Iglesia, que forman un conjunto arquitectónico muy interesante, del gótico aragonés.





Desde luego, si estáis haciendo turismo por los alrededores, la localidad de Valderrobres tiene que estar en vuestra planificación.

Y ya cansados de un día agotador, pero muy prolífico en visitas culturales, volvimos al hotel a descansar, terminaba nuestro último día de vacaciones en el Puente de Mayo del 2012, pero al menos teníamos la sensación de haber hecho bien el trabajo.

Día 3: Tarazona, Monasterio de Veruela y volvemos a casa.

Todo lo bueno se acaba. Sabíamos que era una escapada corta pero por lo que habéis podido comprobar, muy productiva. Volvíamos a casa, pero no sin antes, acercarnos a la localidad de Tarazona y por último, el Monasterio de Veruela, tan conocido por Gustavo Adolfo Bécquer.

En primer lugar, llegamos a Tarazona, allí encontramos fácil aparcamiento en un descampado desde donde se podía ver todo el casco histórico de la ciudad.


A pesar de las impresionantes vistas que te pedían a gritos que te adentraras en el casco antiguo, nuestro primer destino fue la Catedral de Sta. María de Huerta, abierta recientemente al público, más concretamente en 2011. De hecho, algunas capillas estaban aún cerradas, así como la fachada principal. A pesar de ello, disfrutamos muchísimo con la visita, que podías hacer guiada o bien por tu cuenta, ya que los trabajos de restauración han conseguido dejar una catedral preciosa.


     



Este fue el único monumento del que visitamos el interior, los demás se pueden visitar siempre y cuando hagas la visita guiada que desde la Oficina de Turismo te ofrecen, pero como no disponíamos de mucho tiempo, preferimos adentrarnos en el centro histórico por nuestra cuenta. Y así dimos un paseo interesante por sus calles antiguas, entre los monumentos que disfrutamos, destaca el Ayuntamiento con su fachada maravillosa, el Palacio Episcopal, las Casas Colgadas y la Iglesia de Santa María Magdalena, con su impresionante torre.






En vez de hacer tiempo en Tarazona, decidimos aprovechar lo que quedaba de mañana para acercarnos al Monasterio de Veruela en la localidad de Vera de Moncayo. Y así hicimos. Este Monasterio cisterciense reúne todas las características propias de los edificios de la Orden del Císter: iglesia abacial de grandes proporciones, ausencia de decoración en los capiteles, amplio claustro... Una auténtica maravilla. Y si a todo el encanto arquitectónico y artístico, le unimos el hecho de que Gustavo Adolfo Bécquer, el famoso poeta del Romanticismo, estuvo viviendo en el mismo durante una temporada, convierte el Monasterio de Veruela en uno de los destinos de obligada visita dentro de la Comunidad de Aragón.


      






Espero que os haya gustado la review de nuestro corto pero intenso viaje a Aragón.

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