Pastrana se funda en el siglo XIII bajo la dominación de la Orden
Religiosa Militar de Calatrava, probablemente como aldea de repoblación
tras la expulsión definitiva de los árabes.
En 1369, se le concede el título de Villa. En este mismo periodo, se construyen su muralla y su iglesia primitiva.
El Rey Carlos I, consigue de los Papas Clemente VII y Paulo III, las bulas necesarias para enajenar bienes de las Órdenes Religiosas Militares y, usando de esta facultad, vende, en 1541, la Villa de Pastrana con los lugares de Escopete y Sayatón a Doña Ana de la Cerda, condesa de Mélito y viuda de Don Diego Hurtado de Mendoza. Es esta primera Señora de Pastrana la que comienza la construcción del conocido Palacio Ducal. Muerta Doña Ana, pasa el señorío a sus hijos D. Gaspar Gastón y D. Baltasar Gastón, los cuales venden estas propiedades en 1569 a los Príncipes de Éboli, Ruy Gómez de Silva, consejero, valido y amigo personal de Felipe II y la célebre Doña Ana de Mendoza y de la Cerda. Posteriormente estos obtienen del Rey el título de Duques de Pastrana.
Con los primeros Duques, llega para Pastrana su época de gran esplendor, ya que éstos realizan grandes obras en la villa.
En 1569, mandan llamar a Santa Teresa de Jesús con el fin de fundar un convento de Carmelitas Descalzas, creando el de San José para mujeres y el de San Pedro (hoy del Carmen) para hombres. En 1570, traen un numeroso grupo de moriscos expulsados de las Alpujarras de Granada para trabajar la seda y levantar una de las fábricas de tapicería más prestigiosas de España durante los siglos XVI y XVII. Más tarde, los Duques completan su obra ascendiendo la iglesia parroquial a Colegiata, dotándola de un Cabildo de 48 Canónigos, que superaba en número a todas las Catedrales de España, excepto a la Catedral Primada de Toledo.
Muerto Ruy Gómez en 1573, la Princesa de Éboli ingresa en el convento de San José, incumpliendo reiteradamente la regla Carmelitana. Poco después, Felipe II le ordena que abandone el convento para ocuparse de su patrimonio y de su familia. En 1576, regresa a Madrid, como una de las damas más acaudaladas y respetadas de la Corte. Allí inicia una vida inquieta, y por sus intrigas en la Corte con Antonio Pérez, Secretario de Felipe II, es detenida en 1579. Es encerrada en la torre de Pinto, a los pocos meses en el castillo de Santorcaz, donde se reunirá con sus hijos y finalmente es traída hasta su propio palacio en Pastrana, de donde no saldría hasta su muerte en 1592. Sus restos se conservan actualmente en la Cripta de la Iglesia-Colegiata de esta Villa Ducal.
Más tarde, se suceden los Duques, y al trasladar éstos su residencia a Madrid, en el siglo XVIII, Pastrana inicia su vida rural.
En la actualidad, Pastrana sigue conservando gran parte de su trazado medieval y la riqueza artística que atesoró durante el Siglo de Oro.
Palacio Ducal
Tras la compra de la Villa por Doña Ana de la Cerda en 1541, se da comienzo a la construcción del palacio proyectado por el arquitecto Alonso de Covarrubias. El edificio sigue un claro trazado renacentista español: de planta cuadrada con torres esquinales y patio central, así como un jardín escalonado en la parte posterior del mismo. Por diversos motivos legales, el palacio nunca se finalizó.
La fachada, sin apenas ornamentación, es de piedra sillar, con escasos vanos simétricos decorados con una simple moldura. En el centro, la portada principal destaca por su carácter italianizante y se puede leer la leyenda: "DE MENDOZA Y DE LA CERDA".
En el interior, se conservan unos maravillosos artesaonados, igualmente diseñador por Alonso de Covarrubias, de estilo plateresco. Es de destacar en esta construcción los zócalos de azulejería toledana de estilo mudéjar.
En la torre de levante, estuvo retenida y prisionera la princesa de Éboli, doña Ana de Mendoza y de la Cerda, entre 1581 y 1592, por orden de Felipe II.
En 1997, la Universidad de Alcalá de Henares adquiere el palacio y emprende obras de restauración y de finalización del mismo, siendo los arquitectos Carlos Clemente y Antonio Fernández Alba.
Hoy, es la sede del Observatorio de la Sostenibilidad de España.
Para visitar el interior, hay que acercarse a la Oficina de Turismo para apuntarse a las visitas guiadas que se realizan por la mañana y tarde. La Oficina de Turismo se encuentra justo al lado del Palacio Ducal en la Plaza de la Hora.
Plaza de la Hora
Es la gran plaza de armas que se abre ante el Palacio Ducal, prestándole su anchura para hacerse ganar a la casa fuerte en presencia, elegancia, y en definitiva imagen de poder. Se usaba para hacer paradas militares, recibimientos principescos, etc. Recibe su nombre debido a la época del encarcelamieto de la Princesa de Éboli, ya que, durante su encierro el único contacto que tenía con el exterior era poder salir a la reja del torreón del levante durante una hora al día.
Desgraciadamente, cuando nosotros estuvimos en Pastrana, había una Feria Apícola y para tal evento, se había instalado en la plaza una carpa, que no nos permitió disfrutar de la plaza y de su crucero.
Iglesia Colegiata
Fue levantada originariamente hacia el siglo XIV como Iglesia Parroquial de la Villa Calatraba. Recibió añadidos y detalles, como la portada norte que fue construida en estilo gótico de finales del siglo XV, y finalmente la gran ampliación de las naves y el crucero en la primera mitad del siglo XVII, promovida por el Arzobispo Fray Pedro González de Mendoza, hijo de los primeros duques de Pastrana. Su interior alberga el magnífico Museo Parroquial y la colección de tapices góticos de Alfonso V de Portugal.
Casa del Concejo
El edificio del Concejo es un gran caserón revestido en su fachada del clásico aparejo toledano con sillarejo, alternando con anchas hiladas de ladrillo- En el muro frontal se empotra el antiguo escudo municipal tallado en piedra.
Convento de San José
Fundado por Santa Teresa de Jesús y los duques de Pastrana en 1569, el convento es una reunión de casas. En una de ellas, en el siglo XVII se hizo la hermosa y sencilla iglesia actual de una sola nave y con un campanario de espadaña. Perteneció a la Reforma del Carmelo, hasta que, tras los problemas con la Éboli, fue ocupado por monjas franciscanas concepcionistas.
Fuente de los Cuatro Caños
Es sin duda, uno de los elementos urbanos emblemáticos de la villa de Pastrana. Gran fuente señorial del siglo XVI y se ubican en cuatro laterales los cuatro mascarones en relieve sobre los que salen los caños de agua. Estos mascarones son todos diferentes lo que ha suscitado distintas hipótesis en cuanto a simbología se refiere.
Casa del Caballero Calatravo
La Orden de Calatrava obtiene del Rey Alfonso VIII, en 1174, el gran alfoz de Zorita, a cuyo Común de Villa y Tierra perteneció desde el primer momento la aldea, en aquel momento, de Pastrana. Esta casona es un ejemplo de arquitectura popular de la época, la cual perteneció, como afirma su escudo, a algún caballero calatravo.
Sinagoga judía
Se tiene la fundada creencia de que este antiguo caserón albergara en su día la sinagoga judía. Ello lo certifican los detalles ornamentales, que en su fachada contemplamos, grabados sobre estuco y con evidentes señales de mudejarismo. En este gravado aparece la denominada estrella de David, de seis puntas, de origen judío.
Muralla y arco de San Francisco
En 1369, la Orden de Calatrava, consiguió para Pastrana el nombramiento de Villa. Es por entonces cuando comienza la construcción de su fuerte muralla, que la rodeaba entera y la constituía en villa fuerte.
Convento de San Francisco
Fundado en 1436 en el sitio de Valdemorales, se traslada a extramuros de Pastrana en 1460. Construyéndose en diferentes épocas, lo más antiguo de lo que hoy se conserva son los cuatro muros de cal y canto y la espadaña de la iglesia.
Casa del Deán
Es un palacio del siglo XVII en sus finales, que fue construido para servir de residencia al clérigo que presidía el Cabildo de la iglesia Colegiata.
Palacio Viejo
Fue el único edificio construido fuera de la muralla medieval, como Hospedería de la Orden de Calatrava.
Casa de Moratín
En ella se cree que Leandro Fernández de Moratín escribió algunas de sus obras más célebres como “El sí de las niñas”.
Convento de San Carmen
Fundado por Santa Teresa de Jesús, al llamado de los primeros duques de Pastrana, en 1569. Entre sus religiosos destaca la figura de San Juan de la Cruz que fue maestro de novicios. Estuvo ocupado por Frailes Carmelitas la desamortización de Mendizábal (1836). Más tarde, en 1855, fue ocupado por la Orden Franciscana, que lo utilizó como seminario para formar a los misioneros que enviaban a extremo oriente.
Un agradable paseo por Pastrana, recomendable.
En 1369, se le concede el título de Villa. En este mismo periodo, se construyen su muralla y su iglesia primitiva.
El Rey Carlos I, consigue de los Papas Clemente VII y Paulo III, las bulas necesarias para enajenar bienes de las Órdenes Religiosas Militares y, usando de esta facultad, vende, en 1541, la Villa de Pastrana con los lugares de Escopete y Sayatón a Doña Ana de la Cerda, condesa de Mélito y viuda de Don Diego Hurtado de Mendoza. Es esta primera Señora de Pastrana la que comienza la construcción del conocido Palacio Ducal. Muerta Doña Ana, pasa el señorío a sus hijos D. Gaspar Gastón y D. Baltasar Gastón, los cuales venden estas propiedades en 1569 a los Príncipes de Éboli, Ruy Gómez de Silva, consejero, valido y amigo personal de Felipe II y la célebre Doña Ana de Mendoza y de la Cerda. Posteriormente estos obtienen del Rey el título de Duques de Pastrana.
Con los primeros Duques, llega para Pastrana su época de gran esplendor, ya que éstos realizan grandes obras en la villa.
En 1569, mandan llamar a Santa Teresa de Jesús con el fin de fundar un convento de Carmelitas Descalzas, creando el de San José para mujeres y el de San Pedro (hoy del Carmen) para hombres. En 1570, traen un numeroso grupo de moriscos expulsados de las Alpujarras de Granada para trabajar la seda y levantar una de las fábricas de tapicería más prestigiosas de España durante los siglos XVI y XVII. Más tarde, los Duques completan su obra ascendiendo la iglesia parroquial a Colegiata, dotándola de un Cabildo de 48 Canónigos, que superaba en número a todas las Catedrales de España, excepto a la Catedral Primada de Toledo.
Muerto Ruy Gómez en 1573, la Princesa de Éboli ingresa en el convento de San José, incumpliendo reiteradamente la regla Carmelitana. Poco después, Felipe II le ordena que abandone el convento para ocuparse de su patrimonio y de su familia. En 1576, regresa a Madrid, como una de las damas más acaudaladas y respetadas de la Corte. Allí inicia una vida inquieta, y por sus intrigas en la Corte con Antonio Pérez, Secretario de Felipe II, es detenida en 1579. Es encerrada en la torre de Pinto, a los pocos meses en el castillo de Santorcaz, donde se reunirá con sus hijos y finalmente es traída hasta su propio palacio en Pastrana, de donde no saldría hasta su muerte en 1592. Sus restos se conservan actualmente en la Cripta de la Iglesia-Colegiata de esta Villa Ducal.
Más tarde, se suceden los Duques, y al trasladar éstos su residencia a Madrid, en el siglo XVIII, Pastrana inicia su vida rural.
En la actualidad, Pastrana sigue conservando gran parte de su trazado medieval y la riqueza artística que atesoró durante el Siglo de Oro.
Palacio Ducal
Tras la compra de la Villa por Doña Ana de la Cerda en 1541, se da comienzo a la construcción del palacio proyectado por el arquitecto Alonso de Covarrubias. El edificio sigue un claro trazado renacentista español: de planta cuadrada con torres esquinales y patio central, así como un jardín escalonado en la parte posterior del mismo. Por diversos motivos legales, el palacio nunca se finalizó.
La fachada, sin apenas ornamentación, es de piedra sillar, con escasos vanos simétricos decorados con una simple moldura. En el centro, la portada principal destaca por su carácter italianizante y se puede leer la leyenda: "DE MENDOZA Y DE LA CERDA".
En el interior, se conservan unos maravillosos artesaonados, igualmente diseñador por Alonso de Covarrubias, de estilo plateresco. Es de destacar en esta construcción los zócalos de azulejería toledana de estilo mudéjar.
En la torre de levante, estuvo retenida y prisionera la princesa de Éboli, doña Ana de Mendoza y de la Cerda, entre 1581 y 1592, por orden de Felipe II.
En 1997, la Universidad de Alcalá de Henares adquiere el palacio y emprende obras de restauración y de finalización del mismo, siendo los arquitectos Carlos Clemente y Antonio Fernández Alba.
Hoy, es la sede del Observatorio de la Sostenibilidad de España.
Para visitar el interior, hay que acercarse a la Oficina de Turismo para apuntarse a las visitas guiadas que se realizan por la mañana y tarde. La Oficina de Turismo se encuentra justo al lado del Palacio Ducal en la Plaza de la Hora.
Plaza de la Hora
Es la gran plaza de armas que se abre ante el Palacio Ducal, prestándole su anchura para hacerse ganar a la casa fuerte en presencia, elegancia, y en definitiva imagen de poder. Se usaba para hacer paradas militares, recibimientos principescos, etc. Recibe su nombre debido a la época del encarcelamieto de la Princesa de Éboli, ya que, durante su encierro el único contacto que tenía con el exterior era poder salir a la reja del torreón del levante durante una hora al día.
Desgraciadamente, cuando nosotros estuvimos en Pastrana, había una Feria Apícola y para tal evento, se había instalado en la plaza una carpa, que no nos permitió disfrutar de la plaza y de su crucero.
Iglesia Colegiata
Fue levantada originariamente hacia el siglo XIV como Iglesia Parroquial de la Villa Calatraba. Recibió añadidos y detalles, como la portada norte que fue construida en estilo gótico de finales del siglo XV, y finalmente la gran ampliación de las naves y el crucero en la primera mitad del siglo XVII, promovida por el Arzobispo Fray Pedro González de Mendoza, hijo de los primeros duques de Pastrana. Su interior alberga el magnífico Museo Parroquial y la colección de tapices góticos de Alfonso V de Portugal.
Casa del Concejo
El edificio del Concejo es un gran caserón revestido en su fachada del clásico aparejo toledano con sillarejo, alternando con anchas hiladas de ladrillo- En el muro frontal se empotra el antiguo escudo municipal tallado en piedra.
Convento de San José
Fundado por Santa Teresa de Jesús y los duques de Pastrana en 1569, el convento es una reunión de casas. En una de ellas, en el siglo XVII se hizo la hermosa y sencilla iglesia actual de una sola nave y con un campanario de espadaña. Perteneció a la Reforma del Carmelo, hasta que, tras los problemas con la Éboli, fue ocupado por monjas franciscanas concepcionistas.
Fuente de los Cuatro Caños
Es sin duda, uno de los elementos urbanos emblemáticos de la villa de Pastrana. Gran fuente señorial del siglo XVI y se ubican en cuatro laterales los cuatro mascarones en relieve sobre los que salen los caños de agua. Estos mascarones son todos diferentes lo que ha suscitado distintas hipótesis en cuanto a simbología se refiere.
Casa del Caballero Calatravo
La Orden de Calatrava obtiene del Rey Alfonso VIII, en 1174, el gran alfoz de Zorita, a cuyo Común de Villa y Tierra perteneció desde el primer momento la aldea, en aquel momento, de Pastrana. Esta casona es un ejemplo de arquitectura popular de la época, la cual perteneció, como afirma su escudo, a algún caballero calatravo.
Sinagoga judía
Se tiene la fundada creencia de que este antiguo caserón albergara en su día la sinagoga judía. Ello lo certifican los detalles ornamentales, que en su fachada contemplamos, grabados sobre estuco y con evidentes señales de mudejarismo. En este gravado aparece la denominada estrella de David, de seis puntas, de origen judío.
Muralla y arco de San Francisco
En 1369, la Orden de Calatrava, consiguió para Pastrana el nombramiento de Villa. Es por entonces cuando comienza la construcción de su fuerte muralla, que la rodeaba entera y la constituía en villa fuerte.
Convento de San Francisco
Fundado en 1436 en el sitio de Valdemorales, se traslada a extramuros de Pastrana en 1460. Construyéndose en diferentes épocas, lo más antiguo de lo que hoy se conserva son los cuatro muros de cal y canto y la espadaña de la iglesia.
Casa del Deán
Es un palacio del siglo XVII en sus finales, que fue construido para servir de residencia al clérigo que presidía el Cabildo de la iglesia Colegiata.
Palacio Viejo
Fue el único edificio construido fuera de la muralla medieval, como Hospedería de la Orden de Calatrava.
Casa de Moratín
En ella se cree que Leandro Fernández de Moratín escribió algunas de sus obras más célebres como “El sí de las niñas”.
Convento de San Carmen
Fundado por Santa Teresa de Jesús, al llamado de los primeros duques de Pastrana, en 1569. Entre sus religiosos destaca la figura de San Juan de la Cruz que fue maestro de novicios. Estuvo ocupado por Frailes Carmelitas la desamortización de Mendizábal (1836). Más tarde, en 1855, fue ocupado por la Orden Franciscana, que lo utilizó como seminario para formar a los misioneros que enviaban a extremo oriente.
Un agradable paseo por Pastrana, recomendable.
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