Blog Los viajes de Dora Convento Franciscano de El Palancar en Pedroso de Acim ~ LOS VIAJES DE DORA
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Convento Franciscano de El Palancar en Pedroso de Acim

El Monasterio de El Palancar está ubicado en la localidad de Pedroso de Acim perteneciente a la provincia de Cáceres en la Comunidad de Extremadura. Este pequeño monasterio fue fundado por San Pedro de Alcántara en 1557 a unos dos kilómetros de Pedroso de Acim, y era considerado el más pequeño del mundo cristiano o eso dicen. Ampliado posteriormente, se conserva la zona original con la denominación de el conventico. En un espacio diminuto, se construyeron varias piezas: una capilla para los oficios donde sólo cabía el oficiante y un acólito, y adosada la celda del fundador.

El Palancar es un convento franciscano del s. XIV, de 72 metros cuadrados de planta (el más pequeño de la cristiandad), en el término municipal de Pedroso de Acim. Fue morada de San Pedro de Alcántara y consta de dos plantas. Este pequeño convento se encuentra dentro de otro, construido por la orden en el s. XVIII.

Lo que más llama la atención es la habitación del fundador del convento, de apenas un metro de largo por tres de ancho, se introducía cada noche un hombre de 1,90 para descansar dos horas y media sentado apoyando la cabeza en un respaldo de madera. El santo se caracteriza por su sentido de la penitencia y su capacidad de sacrificio, dos cualidades que siguen hoy sorprendiendo a sus fieles y seguidores.

Horarios visitas del convento

Mañanas: 10 - 10:45 - 11:30 - 12:15 - 13h.
Tardes: 16:30 - 17:15 - 18 - 18:45h.
No se atenderán visitas durante los actos litúrgicos.
Miércoles cerrado.

Horario de misas.
Invierno: 17:30h
Verano: 19:30h

Para llegar, tomar la N-630, en el tramo que une Plasencia con Cáceres. En este tramo, entre Grimaldo y Cañaveral, un desvío por la Ex-371 conduce a Pedroso y a El Palancar.



















Claustro bajo del siglo XVIII:

En el siglo XVIII el primitivo convento no reunía las condiciones necesarias para acoger a los innumerables peregrinos que acudían al Palancar sobre todo después de la canonización de San Pedro de Alcántara (1669) y su posterior declaración como patrono de la diócesis de Coria al año 1674. La afluencia de devotos del santo creció de tal manera que el número de hermanos que formaban la comunidad franciscana también tuvo que hacerlo. Esta razón llevó a los frailes a la construcción de una iglesia (1704) y un convento (1762) más amplios. En él se construyó este hermoso claustro para disponer alrededor suyo todas las demás dependencias del convento.

Tiene una superficie de 49 metros cuadrados y está rodeado todo él por una hermosa galería sostenida por 8 columnas de cantería. Las 4 de los ángulos están constituidas, cada una de ellas, por 4 columnas incustadas en una, divididas en 3 partes en alturas, unidas con argamasa.

Toda la galería está cubierta con bellas bóvedas de ariastas. En el centro se dispone una sencilla fuente para las necesidades de la comunidad.










El "conventito" de San Pedro de Alcántara, llamado así por sus reducidas dimensiones, fue construido en 1557 sobre una planta de 72 metros cuadrados, y a pesar de su pequeñez tiene todas las dependencias que un convento de tamaño normal solía tener: portería, capilla, claustro alto y bajo, celdas, cocina, refectorio, despensa, enfermería, ropería y aljibe.

San Pedro de Alcántara disponía que "ninguna pared de las casas sean de cantería labrada, y toda madera sea tosca y no labrada a cepillo para que en nuestras casas resplandezca toda pobreza y aspereza".

Las puertas, reflejo de todo el edificio en el cual brilla el desprendimiento y la pobreza más absoluta, son estrechas con idea de que los frailes recordasen de continuo las puertas de las que habla el Evangelio. 




          








Cuando salimos del Convento hicimos unas vistas del exterior del Convento y del entorno.







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