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Visita a Córdoba

En esta entrada me centraré en los monumentos que visitamos en Diciembre del 2009 cuando estuvimos hospedados en Priego de Córdoba. De camino a esta localidad, hicimos una parada en Córdoba capital. Desgraciadamente no pudimos disponer de todo el día para visitar esta maravillosa ciudad, y sólo tuvimos tiempo de ver en profundidad la Mezquita - Catedral (de la cual tenéis información en otra entrada del Blog), así como el Alcázar de los Reyes Cristianos y alguno de sus monumentos más emblemáticos.

Empecemos pues por la visita. Como nuestro destino principal era la Mezquita de Córdoba, una vez que aparcamos en el Paseo de la Victoria, nos dirigimos hacia la misma.











          

Nuestra primera parada fue la Casa del Indiano, también llamada Casa de los Ceas ya que perteneció a esta familia asentada en la ciudad tras la conquista al serle cedidos terrenos por Fernando III el Santo a don Juan Cea, que lo acompañaba en la campaña. El nombre popular, sin embargo, le viene de don Juan Cosme Paniagua, que pasó largo tiempo en América. De ahí que en la ciudad se le conociera como el indiano, y por extensión, su residencia pasó a ser la casa del indiano. El palacio fue construido en torno al siglo XV.



          

De ahí pasamos por la Puerta de Almodóvar, para entrar en el recinto amurallado. Esta puerta de origen árabe, también llamada Ppuerta del Nogal constituye una de las puertas de entrada del lienzo oeste de la muralla de Córdoba.



          

Como nuestro primer destino era el Alcázar, bajamos por la calle de Cairuán y nos encontramos con la Sinagoga. Es un templo hebreo que se construyó en el año 1315 en estilo mudéjar por alarifes dirigidos por Isaq Moheb.

Consta de un patio al que se accede desde la calle y que da paso a un vestíbulo seguido de la sala de oración. Del lado oriental del vestíbulo arranca la escalera que lleva hasta la galería para las mujeres; dicha galería se conecta con la sala de oración mediante tres balcones decorados con arquillos polilobulados. La sala de oración es de planta casi cuadrada con 6,95 x 6,37 metros; tiene cubierta de artesonado y alcanza una altura de más de 6 metros; en su lado oriental se abre el tabernáculo, espacio reservado para la Torá y coronado con arco de grandes lóbulos, enmarcado en un alfiz; alrededor se dispone decoración de lacería. El lado opuesto al tabernáculo presenta un pequeño nicho con arco polilobulado y apuntado, donde estuvo el retablo de Santa Quiteria.

La decoración en yeso, con motivos mudéjares, se ha perdido hasta unos dos metros de altura, dejando a la vista el ladrillo de su fábrica.

Luego de la expulsión de los judíos en 1492, el edificio se dedicó a diversas funciones: hospital de hidrófobos de Santa Quiteria, Ermita de San Crispín del gremio de los zapateros y escuela de párvulos hasta que fue declarado Monumentos Nacional en 1885. Desde entonces pasó por varias fases de restauración.

Las Inscripciones. No son muchos los restos de inscripciones que nos han llegado. En el Muro Sur encontramos un fragmento de los proverbios y en los listones que enmarcan las puertas hay fragmentos del salmo 122. En el Muro Norte encontramos versos muy completos del verso 4 del cantar de los cantares.


          

         














Pasamos por la plaza de Tiberiades donde se encuentra la escultura del pensador cordobés Maimónides realizada por Amadeo Ruiz Olmos, y fue inaugurado el 7 de junio de 1964.


A continuación llegamos a los Baños Califales. De forma accidental, en 1603, se hallaron los restos de unos baños árabes en el Campo Santo de los Mártires.

Estos baños o Hamman, contiguos al desaparecido Alcázar omeya, posiblemente fueran los más importantes de la ciudad. Las abluciones y limpieza corporal constituían una parte esencial en la vida del musulmán. Eran preceptivos de la oración, además de constituir un rito social.

Realizados bajo el califato de Alhakem II para el disfrute del califa y de su corte, forman un conjunto de estancias con muros de sillería. Replican el orden heredado de las termas romanas de salas frías, templadas y calientes, en diferentes estancias cerradas con bóvedas (donde aparecen los característicos lucernarios de estrella), soportadas por arcos ultra semicirculares sobre capiteles y columnas de mármol.









         




El Alcázar es un complejo defensivo que se aleja de los cánones tipológicos de las fortalezas árabes, un hito constructivo de la arquitectura militar de la Reconquista cristiana en Córdoba. A partir de 1482 fue Cuartel General de las tropas de los Reyes Católicos. Durante diez años desde el Alcázar, se organizó la estrategia de la conquista del Reino de Granada, último reducto árabe en España, permaneciendo los monarcas prolongadas jornadas en el Alcázar, allí nació una de sus hijas, la infanta María, futura reina de Portugal y donde se desarrollaron las conversaciones con Cristóbal Colón y sus preparativos antes del primer viaje a América.

Conseguida la unificación de España con la anexión del Reino de Granada en 1492, los Reyes Católicos abandonaron Córdoba, cediendo el Alcázar al Tribunal de la Inquisición. Se acometen entonces grandes reformas para acondicionarle mazmorras y calabozos, perdiendo entonces su carácter palaciego. La Inquisición permaneció en el Alcázar hasta su abolición por las Cortes de Cádiz en 1812, desapareciendo años después, siendo el edificio destinado en 1822 a cárcel hasta 1931, sufriendo importantes deterioros en el conjunto de sus estructuras, patios y jardines, creándose obra nueva para acoger numerosas celdas en torno al patio marisco. Posteriomente fue destinado a instalaciones militares, hasta que en 1955 el edificio y huertos es cedido al ayuntamiento de Córdoba.

Fue calificado Monumento Histórico el 4 de junio de 1931 y edificio integrado en la zona declarada por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad en 1994.







        

Sala capitular


Salón de los mosaicos. El actual Salón de los Mosaicos es de planta rectangular, cubierta por una bóveda de lunetos y arcos fajones, decorada con motivos geométricos. Al fondo se desarrolla un recinto cuadrangular, cubierto por cúpula sobre pechinas formadas por arcos de medio punto, la cúpula está rematada a su vez por una linterna, decorada al exterior  por motivos geométricos y remates en bolas.

El motivo de la denominación de esta sala es que sus paredes están decoradas por numerosos mosaicos, todos ellos de gran calidad. Éstos fueron extraídos del subsuelo de la Plaza de la Corredera, lugar donde antiguamente se pensaba que pudieron hallarse los restos del antiguo anfiteatro romano, pero en la actualidad no se baraja esta hipótesis. 




          


Baños reales. En su origen tuvieron una planta de tipo rectangular, presentando numerosas estancias, según su utilidad y función. Se inicia la visita en una zona de acceso cubierta con bóveda de cañón. Luego se encuentra la sala de reposo, con tragaluces abocinados con planta de estrella de 6 puntas. A la izquierda se encuentra la cámara templada, para vestirse y reposar, con bóveda de arista. Finalmente se encuentra la sala de agua caliente, de planta rectangular y cubierta de bóveda de cañón. Tanto el agua caliente como el calor artificial eran producidos en dos departamentos independientes, situados al fondo, más allá de la sala de agua caliente. 
          

          

Excavaciones en las caballerizas.


Patio morisco.









         

La construcción medieval fue casi destruida en su totalidad tras adaptarse el edificio a cárcel en el siglo XIX. Se trata de un ejemplo de planta netamente musulmana rectangular. Sus pasillos conforman una cruz central en cuya intersección se alza una fuente de casquete con surtidor. A ambos extremos se encuentran dos albercas con escalerillas y derrames de agua.

La disposición del patio permite hasta cuatro cuadros de jarines. Adosado a muros y antiguas habitaciones recorre un zócalo de estuco decorado con dos tipologías distintas de dibujo geométrico y lacería árabe.

En el lado este limita con la edificación realizada en el siglo XIX con el fin de dotar a la cárcel de celdas adecuadas. En el lado norte se levanta una fachada de larga galería abovedada, mostrándose al exterior con arcos de medio punto.
Torre del Homenaje. El cuerpo del edificio es más alto que ancho, torre dominante, la más fuerte, de planta poligonal. El uso de la arquitectura gótica no fue exquisito, caso de la antecámara o el salón, exentos de finura. Se alzaron una bóveda de cuatro nervios, hexagonal de planta irregular, donde dos de los nervios se alargan por medio de aparentes pechinas. Los capiteles, donde mueren los nervios, fueron labrados in situ, aunque en algún caso se quedó sin hacer esa labor.

La sala principal es octogonal, de bajas y poco esbeltas columnas y alta bóveda, sus nervios descansan sobre lúcidos capiteles ornamentados con motivos vegetales en relieve. La tradición sitúa en esta habitación la primera recepción de los Reyes Católicos a Cristóbal Colón. 
          


Torre de los Leones. Las formas empleadas en esta torre parecen deudoras del Gótico Plantagenét proveniente de Francia Occidental. Destaca por sus gárgolas desgastadas.


Jardines. La primitiva Huerta del Alcázar, ha dado lugar a los extraordinarios cincuenta y cinco mil metros cuadrados aproximados de los jardines actuales. Estaba limitada al Noroeste por el Arroyo del Moro, al sur por las murallas del Alcázar, fronteras al Guadalquivir, las Caballerizas Reales al norte y el propio Alcácar. Especies de las más variadas plantas autóctonas, siempre dentro de las características del jardín de tradición árabe: palmeras, cipreses, naranjos y limoneros se alternan con fuentes y estanques creando un espacio único y representativo de la cultura cordobesa.

Abd al-Rahman II trajo a la ciudad a través de un acueducto las aguas de importantes veneros de la Sierra Morena como las del Caño de Escarabitas y Bejarano, que suministraron torrentes a los jardines, fuentes, estanques, dependencias palaciegas del Alcázar y a las importantes caballerizas, que desde época musulmana, siempre estuvieron anexas a  este castillo-palacio.

Caudal que se aumentaba con las aguas que remontaban los cangilones de la noria de la Albolafia desde el Guadalquivir. Los grandes estanques de la planta superior se hicieron en el siglo XIX.
           




Por último, antes de volver al coche para dirigirnos a nuestro destino, Priego de Córdoba, cruzamos el puente romano hasta la Torre de la Calahorra que alberga el Museo de las Tres Culturas, para poder disfrutar de unas vistas increíbles de la Mezquita y de Córdoba.








Por supuesto, en la ciudad de Córdoba encontraréis muchísimos más monumentos, sobre todo de inspiración árabe. Toda la información al respecto la podéis encontrar en la página oficial de Córdoba. Y por supuesto, disfrutad también de la gastronomía andaluza y de un paseo por sus estrechas callejuelas llenas de flores con un colorido especial. Os dejo una muestra de la famosa Calleja de las Flores, aunque como era Diciembre no había muchas flores. 

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