En diciembre del 2009 estuvimos pasando unos
días por la comarca de la Subbética en Córdoba y elegimos este hotel por
su relación calidad-precio, en un principio.
El hotel está situado en la aldea de Zagrilla, lo cual hace que incluso utilizando un GPS, sea difícil llegar al mismo, vamos, que nos perdimos más de una vez, así que mi consejo es acercarse a la localidad de Priego de Córdoba y preguntar en la misma o bien si se utiliza un GPS, pedir por teléfono al hotel las coordenadas del mismo para introducirlo de esa manera en el GPS.
El hotel está estructurado en villas de diferente capacidad, nosotros estuvimos hospedados en una con dos dormitorios, pero por desgracia tuvimos que cambiar después de la primera noche, pues en la que estuvimos al principio se oía un ruido por la noche que nos dificultó dormir con tranquilidad. A este respecto comentar que en recepción no nos pusieron ninguna pega y que siempre fuimos tratados con respeto. La nueva villa en la que fuimos hospedados era más reducida en tamaño que la anterior pero no estaba mejor conservada y sobre todo nada nos impidió descansar por la noche.
Aparte de las villas, también hay un edificio principal donde está ubicada la recepción, los salones comunes y el restaurante. Una de las razones por las que elegimos este hotel fue porque ofrecían una oferta especial que incluía MP, y en nuestro caso, al ser cuatro personas (dos adultos y dos niños) la idea de no tener que cocinar (las villas disponen de cocina para ello) nos agradó. Con respecto al restaurante, sólo puedo tener palabras de agradecimiento porque no tuvieron ningún reparo en ofrecer a nuestros peques cualquier cosa con tal de que comieran, el maitre hacía todo lo posible por preparar algo especial para ello aunque no estuviera incluido en el menú que nos ofrecían a los adultos, que por cierto estaba exquisito.
El complejo también dispone de piscina aunque en la época que nosotros fuimos no pudimos, obviamente, hacer uso y disfrute de la misma.
La única pega que pondría al complejo, ya que la ubicación es perfecta para descansar y relajarse, es la sensación en algunas zonas de abandono y de necesidad de reforma. Por lo demás, nuestra experiencia fue positiva, incluso con el necesario cambio de villa, y lo recomendamos sobre todo para visitar la comarca de la Subbética en Córdoba.
El hotel está situado en la aldea de Zagrilla, lo cual hace que incluso utilizando un GPS, sea difícil llegar al mismo, vamos, que nos perdimos más de una vez, así que mi consejo es acercarse a la localidad de Priego de Córdoba y preguntar en la misma o bien si se utiliza un GPS, pedir por teléfono al hotel las coordenadas del mismo para introducirlo de esa manera en el GPS.
El hotel está estructurado en villas de diferente capacidad, nosotros estuvimos hospedados en una con dos dormitorios, pero por desgracia tuvimos que cambiar después de la primera noche, pues en la que estuvimos al principio se oía un ruido por la noche que nos dificultó dormir con tranquilidad. A este respecto comentar que en recepción no nos pusieron ninguna pega y que siempre fuimos tratados con respeto. La nueva villa en la que fuimos hospedados era más reducida en tamaño que la anterior pero no estaba mejor conservada y sobre todo nada nos impidió descansar por la noche.
Aparte de las villas, también hay un edificio principal donde está ubicada la recepción, los salones comunes y el restaurante. Una de las razones por las que elegimos este hotel fue porque ofrecían una oferta especial que incluía MP, y en nuestro caso, al ser cuatro personas (dos adultos y dos niños) la idea de no tener que cocinar (las villas disponen de cocina para ello) nos agradó. Con respecto al restaurante, sólo puedo tener palabras de agradecimiento porque no tuvieron ningún reparo en ofrecer a nuestros peques cualquier cosa con tal de que comieran, el maitre hacía todo lo posible por preparar algo especial para ello aunque no estuviera incluido en el menú que nos ofrecían a los adultos, que por cierto estaba exquisito.
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