La iglesia monasterio de Nuestra Señora de la Soterraña de Santa María la Real de Nieva, en la provincia española de Segovia, es un conjunto monumental de estilo gótico, construido a finales del siglo XIV y la primera mitad del siglo XV.
En 1920 dos de sus elementos fueron declarados monumentos nacionales, la portada de la iglesia y el claustro del monasterio. Desde que se cambió la denominación por la bienes de interés cultural están catalogados como tales el monasterio y la portada de la iglesia.
Historia
El monasterio de Santa María la Real de Nieva tiene su origen en la aparición de una imagen de María en un descampado del entonces municipio de Nieva, que probablemente había sido enterrada a la entrada de los árabes en Hispania, a la que se denominó Virgen de la Soterraña. Por este motivo la reina Catalina de Lancáster mandó edificar una iglesia que acogiera la imagen de la Soterraña, contra la opinión del cura de Nieva que quería llevarla a su pueblo y de la nobleza de Segovia que optaba por trasladarla a la capital. No obstante, la reina obtuvo dos bulas del papa, Clemente VII, despachadas en febrero de 1393 para que quedara libre de la jurisdicción del cura de Nieva el santuario de la aparición, concediendo el establecimiento de un prior y seis capellanes para el servicio necesario e indulgencias a los que visitaran la ermita ciertos días.
Iglesia primitiva (1393-1399)
La primitiva iglesia era rectangular, dividida en tres naves, y como era costumbre por aquel entonces orientada al este. La puerta de entrada de uso cotidiano estaba al norte y al oeste tenía otra que sólo se abría para la entrada de romerías y procesiones ciertos días al año, denominada puerta del perdón.
Ampliación (1414-1432)
El ábside, que junto al crucero fue añadido en la ampliación.
Tras la desamortización de Mendizábal dejó de considerarse monasterio, dividiéndose su propiedad entre el obispado de Segovia y el ayuntamiento de Santa María la Real de Nieva.
Finalizando el siglo XIX el monumento sufrió dos importantes incendios, el primero en 1899 que afectó al ala sur del monasterio y al año siguiente en el altar mayor de la iglesia.
El monumento ha sido restaurado en varias ocasiones, la fachada de la iglesia en 1927, el claustro en 1929, 1954 y 1976.
Portada. En este pórtico se puede apreciar una trabajada portada en estilo gótico flamígero con una faja historiada que narra la Pasión y Muerte de Jesucristo en bastante buen estado de conservación. Se puede apreciar en su temática la Última Cena en su representación más clásica: la mesa alargada paralela al muro, en el centro Cristo y a su alrededor los apóstoles; el lavatorio de los pies; la Oración en el Huerto de los Olivos, el Beso de Judas; Cristo ante Pilatos; la Pasión y la Resurrección.
Claustro. El claustro del monasterio está situado junto al muro sur de la iglesia, con la que se comunica hoy por medio de una puerta situada en el primer tramo de la nave de la epístola, tras el crucero. Es de planta cuadrada y se organiza por medio de cuatro galerías que dejan en el centro un jardín. La arquería apoya en un alto podio sobre el que apean los pares de columnas. Éstas no son de un solo bloque, el fuste está compuesto por cinco tambores que se han tallado dando el aspecto de ser dos columnas unidas por un bisel en ángulo. Encima descansan los capiteles todos ellos decorados con temas muy diversos. En la parte que da al jardín hay trece contrafuertes de sillares de granito que dividen las arquerías en tramos de tres, cuatro o cinco arcos. En el ángulo suroeste el podio se interrumpe dando origen a seis arcos, tres a cada lado, que dan paso al interior del jardín. Las cuatro galerías están cubiertas con un techo plano de madera.
Lo más hermoso del claustro son sus capiteles. Ellos nos van a mostrar el espíritu y las nuevas ansias de vivir que manifiesta la sociedad castellana de principios del siglo XV. Vamos a vislumbrar en ellos el espíritu naturalista, lleno de vida y amor por la naturaleza que hará que la vida cotidiana de la Villa, con sus momentos de trabajo y ocio y con sus diferentes clases sociales: pueblo llano, nobleza y clero, se vaya abriendo paso y esté en los capiteles del claustro en armonía con el viejo y catequético mundo románico.
La iglesia es una construcción cuya arquitectura corresponde a los cánones de estructura gótica de finales del siglo XIV y principios al XV. Se ha calificado su estilo de gótico arcaizante, ya que la influencia del románico continuó en Castilla hasta finales del siglo XIV.
El cuerpo principal de la iglesia consta de tres naves, siendo la central más ancha y alta que las laterales. Esta estructura coincide con la iglesia primitiva. Para su construcción se emplearon en su cimentación pilares de sillería de granito que soportaban anchas paredes de mampostería a base de pizarra, y en el interior cuatro parejas de grandes columnas de ladrillo. En el interior de la nave central se encuentra el lugar donde apareció la imagen.
Al cuerpo original se le añadió una nave con un crucero y un ábside con dos capillas laterales. Esta obra difiere de la anterior en la mejor calidad de los materiales empleados, granito y caliza de buena cantería, se han contabilizado 22 marcas de talleres distintos, lo que da una idea del número de obreros que trabajaron en ella. Una vez acabada la obra de los nuevos elementos se derribó la fachada este de la iglesia primitiva quedando todo integrado en un sólo edificio.
En la nave central y en la parte posterior de la iglesia, en un segundo piso, se halla el coro en el que hay una hilera de bellas sillas de nogal labradas. El sotocoro tiene un artesonado madera de influencia mundejar.
Hay una pintura mural en el ala sur aparecida en la restauración del año 1997 de San Cristóbal con el niño Jesús a cuestas.
En 1920 dos de sus elementos fueron declarados monumentos nacionales, la portada de la iglesia y el claustro del monasterio. Desde que se cambió la denominación por la bienes de interés cultural están catalogados como tales el monasterio y la portada de la iglesia.
Historia
El monasterio de Santa María la Real de Nieva tiene su origen en la aparición de una imagen de María en un descampado del entonces municipio de Nieva, que probablemente había sido enterrada a la entrada de los árabes en Hispania, a la que se denominó Virgen de la Soterraña. Por este motivo la reina Catalina de Lancáster mandó edificar una iglesia que acogiera la imagen de la Soterraña, contra la opinión del cura de Nieva que quería llevarla a su pueblo y de la nobleza de Segovia que optaba por trasladarla a la capital. No obstante, la reina obtuvo dos bulas del papa, Clemente VII, despachadas en febrero de 1393 para que quedara libre de la jurisdicción del cura de Nieva el santuario de la aparición, concediendo el establecimiento de un prior y seis capellanes para el servicio necesario e indulgencias a los que visitaran la ermita ciertos días.
Iglesia primitiva (1393-1399)
La primitiva iglesia era rectangular, dividida en tres naves, y como era costumbre por aquel entonces orientada al este. La puerta de entrada de uso cotidiano estaba al norte y al oeste tenía otra que sólo se abría para la entrada de romerías y procesiones ciertos días al año, denominada puerta del perdón.
Ampliación (1414-1432)
El ábside, que junto al crucero fue añadido en la ampliación.
Tras la desamortización de Mendizábal dejó de considerarse monasterio, dividiéndose su propiedad entre el obispado de Segovia y el ayuntamiento de Santa María la Real de Nieva.
Finalizando el siglo XIX el monumento sufrió dos importantes incendios, el primero en 1899 que afectó al ala sur del monasterio y al año siguiente en el altar mayor de la iglesia.
El monumento ha sido restaurado en varias ocasiones, la fachada de la iglesia en 1927, el claustro en 1929, 1954 y 1976.
Claustro. El claustro del monasterio está situado junto al muro sur de la iglesia, con la que se comunica hoy por medio de una puerta situada en el primer tramo de la nave de la epístola, tras el crucero. Es de planta cuadrada y se organiza por medio de cuatro galerías que dejan en el centro un jardín. La arquería apoya en un alto podio sobre el que apean los pares de columnas. Éstas no son de un solo bloque, el fuste está compuesto por cinco tambores que se han tallado dando el aspecto de ser dos columnas unidas por un bisel en ángulo. Encima descansan los capiteles todos ellos decorados con temas muy diversos. En la parte que da al jardín hay trece contrafuertes de sillares de granito que dividen las arquerías en tramos de tres, cuatro o cinco arcos. En el ángulo suroeste el podio se interrumpe dando origen a seis arcos, tres a cada lado, que dan paso al interior del jardín. Las cuatro galerías están cubiertas con un techo plano de madera.
La iglesia es una construcción cuya arquitectura corresponde a los cánones de estructura gótica de finales del siglo XIV y principios al XV. Se ha calificado su estilo de gótico arcaizante, ya que la influencia del románico continuó en Castilla hasta finales del siglo XIV.
El cuerpo principal de la iglesia consta de tres naves, siendo la central más ancha y alta que las laterales. Esta estructura coincide con la iglesia primitiva. Para su construcción se emplearon en su cimentación pilares de sillería de granito que soportaban anchas paredes de mampostería a base de pizarra, y en el interior cuatro parejas de grandes columnas de ladrillo. En el interior de la nave central se encuentra el lugar donde apareció la imagen.
Al cuerpo original se le añadió una nave con un crucero y un ábside con dos capillas laterales. Esta obra difiere de la anterior en la mejor calidad de los materiales empleados, granito y caliza de buena cantería, se han contabilizado 22 marcas de talleres distintos, lo que da una idea del número de obreros que trabajaron en ella. Una vez acabada la obra de los nuevos elementos se derribó la fachada este de la iglesia primitiva quedando todo integrado en un sólo edificio.
En la nave central y en la parte posterior de la iglesia, en un segundo piso, se halla el coro en el que hay una hilera de bellas sillas de nogal labradas. El sotocoro tiene un artesonado madera de influencia mundejar.
Hay una pintura mural en el ala sur aparecida en la restauración del año 1997 de San Cristóbal con el niño Jesús a cuestas.
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